Siempre me he preguntado porque las despedidas son tristes, porque sientes que tu mundo deja de girar un momento, quisieras detener a esa persona por un momento más, quisieras decirle que, aunque las cosas no funcionaron, se dieran la oportunidad de ser buenos amigos. La vida no se trata de eso, no todos se toman las cosas así, no todos prefieren seguir con lo mismo e ignorar sus sentimientos.
Me siento en la banca una vez más y comienzo a llorar, jamás creí que acabaría así, que terminaríamos siendo nuevamente dos extraños, dos personas que el destino cruzo en una fiesta y terminaron odiándose toda la vida.
Cuando las cosas terminan no siempre lo hace bien, a veces terminar una amistad, una relación o algo que no empezó, esta bien, porque tu paz mental es importante, aunque esa persona haya significado algo para ti, haya sido mucho o poco tiempo el que estuvieron saliendo o hablando, esta bien dejar ir, porque también esta lo que sientes tú, si esa persona puede aportar a tu vida o si solamente tratas de llenar un vacío en ti.
No todas las personas que llegan a tu vida son malas, no es por desconfianza que te alejas de esas personas, es simplemente tu inseguridad a romperte aun mas que te limita, que te hace cuestionar si realmente vale la pena arriesgarte por alguien, y aunque muchas personas valen la pena, el miedo de que puedas romperte dura siempre.
Si retrocediera el tiempo, cambiaria muchas cosas, pero no puedo hacerlo, no puedo modificar las situaciones que la vida me ha puesto porque hoy me hacen lo que soy, una persona que es fuerte, valiente y llena de amor por dar, soy alguien que todo mundo cree conocer, pero que todos los días tiene una batalla constante consigo misma, que no hay día en que no se sienta insuficiente.
Porque siempre me he sentido menos, he sentido que mi vida no tiene un sentido y que no hay forma de que mejore. No solo lloro por los recuerdos, los momentos y las palabras, lloro por mí, porque me doy cuenta de que he perdido tanto amor para darme por entregárselo a otras personas.
Deje de regar mi jardín por buscar rosas en otra persona que no sabia ni donde encontrarlas porque las suyas estaban marchitas. Creí que esa persona tendría el jardín mas bonito y que el mío florecería de la misma manera, pero no fue así, la vida no funciona así.
Y aunque encontré a una persona con el jardín más bonito, no puede ayudarme ahora porque el mío ya está marchito, mi jardín no tiene flores porque las seque buscándolas en otro lado.
—¿De verdad lo querías? — Chase se sienta a mi lado, pasa un brazo por mis hombros.
—Lo quería porque se convirtió en un buen amigo — murmuro con la voz rota.
—Enid, mi Boo— me abraza con firmeza, permitiéndome sentir ese cálido abrazo con su aroma a perfume.
Lloro más fuerte, lloro por mí, por las cosas que he hecho, las que deje de hacer, porque me siento desconectada con todo, porque lo quiero, porque lo olvide cuando había sido el amor más bonito que había sentido, lloro porque me doy cuenta que he estado rota todo este tiempo y no me había querido dar cuenta.
—No quiero que creas que estoy llorando solo por el — confieso tragándome unas lagrimas —, Chase, es que me perdí y no me encuentro.
Confieso y sollozo, porque ahora es lo único que se hacer, estoy perdida, no se quien soy, que es lo que quiero, a donde voy y ni porque ahora mismo estoy aquí. La lluvia cae con más intensidad, así se siente mi alma, una lluvia fuerte con rayos que no deja de sonar, una lluvia intensa que quiere hundir todas esas sensaciones que mi corazón alberga.
—Me encargare de que te encuentres — acaricia mi cabello y besa mi cabeza —, Boo estaré contigo siempre, te ayudare.
—Es que me da miedo romperte — me separo un poco y sus ojos miel me miran afligidos.
—No vas a romperme — besa mi frente y nuevamente lloro. — Solo me iré de tu lado si tú me lo pides.
Niego y me abraza con más fuerza.
Hay un punto en tu vida en donde tocas fondo, donde todo en ti parece oscuridad, no hay nada, no encuentras nada, simplemente estas ahí, solo, sintiéndote perdido. Hay noches en las que no puedes dormir, hay días en los que quieres pasar durmiendo todo el tiempo, no tienes energía, todo en ti es triste y sin motivación.
He tocado fondo, mi vida se siente como un hueco gigante obscuro y sin luz, donde no hay mas que dolor, tristeza, odio y coraje, donde no puedo salir porque esas emociones me arrastran a lo que no quiero ser, una persona rencorosa y dolida con la vida.
¿Cómo llegue hasta aquí? ¿En qué momento perdí todo mi brillo?
La realidad de las cosas es que no fue nadie, fui yo y mis intentos por conseguir más, por querer buscar lo que siempre tuve en mí, porque me deje vencer por la tristeza que apareció una vez en mi vida y no se quiso ir.
Cuando me siento un poco mejor Noah aparece, me abraza y salgo con ambos chicos en dirección a mi casa. Deseo desaparecer, quiero encontrarme conmigo y sentarme un momento a conversar con esa Enid que hace poco me sentía.
Durante el camino Chase y Noah tratan de poner un tema de conversación, tratan de incluirme, pero estoy demasiado cansada para hablar, hacen silencio cuando estamos a punto de llegar a la casa. Chase se baja del auto dejándome sola con Noah.