LA SIGUIENTE
—Repítelo.
—Cristina...
—Vos cállate —la señala— repite lo que dijiste Renata.
—Yo, eh, no yo...
—Por favor.
—Ella dijo que John y yo nos acostamos.
Cris parece enojada, pero en realidad ambas chicas pueden ver cómo las lágrimas se acumulan en sus ojos.
—Como puede...
—Fue hace mucho, ustedes ni siquiera estaban juntos y...
—Ahora todo tiene sentido —suelta una risa incomoda— Por eso Eric dejo de hablarle también, por eso él se alejó de todos nosotros...vos lo engañaste con John.
—Cristi... —Renata se siente totalmente mal al ver a su amiga en ese estado, es decir, ella si creía que merecía saber la verdad, pero no así y menos hoy.
—Déjame.
—Cristi...
—¿Por qué con él? Eran mejores amigos.
—Fue una estupidez, no pensamos y...
—¿Cómo se enteró?
—Cristina.
—Ahora quiero que hables.
—Nos encontró en casa.
—¿En su casa? ¿En su cama? —parece que cada dato nuevo la pone peor— ¡Y pensaron que yo no debía saber algo así!
—Fue hace mucho, no era algo serio...
—¡Pero se supone que sos mi mejor amiga!
—No quería que pensaras que...
—¿Qué?
—Cristina...es mejor que te calmes.
Camina de un lado a otro tratando de disipar sus nervios, pero es imposible.
Está muy enojada por esto.
—Nunca me lo iban a decir.
—Pensamos que no era algo relevante.
—Eso solo hace que parezcan más culpables —la mira con furia— ¿Es que siguen sintiendo cosas entre ustedes?
—¡No!
—¿Y cómo sé que me decís la verdad? Por dios, estoy tan enojada, soy una estúpida.
—No te pongas así, no es para tanto.
—Para mí si es para tanto —grita y Renata ve que algunos mozos que estaban por salir de la cocina vuelven dentro— ¡Mí marido y mí mejor amiga decidieron ocultarme que se acostaron! ¿Cómo no va a ser eso para tanto?
Den parece no saber que hacer ni que más decir.
Lo ha arruinado todo otra vez.
—Por dios —vuelve a echarse a llorar— ya no quiero estar acá ni con este vestido...quiero irme.
—Amiga —la rubia se acerca y le pone una mano en el hombro— tranquila.
—Quiero irme, no quiero estar acá. Me siento una idiota.
Se abrazan un segundo y Gabriel aparece corriendo con prisa:
—¡Por fin te encontré! Chicas dejen de hacerme emocionar a la novia y acompáñenme al vídeo.
—No Gabriel... —él ni siquiera la escucha y la arrastra de vuelta al salón.
Denisse mira a la rubia tratando de saber que hacer, pero no obtiene ninguna ayuda, ella solo se encoge de hombros y va tras la novia.
¿Debería irse?
*
«Bueno, sabemos que el baile está muy bueno, pero ahora queremos pedirles que tomen un lugar para poder disfrutar de un vídeo especial para recordar un poco buenos momentos de nuestros novios ¿Les parece?»
—Amo los videos románticos —Clara arrastra a su chico hasta su mesa y toma asiento para prestarle atención a la pantalla gigante.
—Créeme, lo sé. Tengo la sensación de que ya me vi todas las películas cursis del mundo.
—Aún faltan, no te preocupes.
—Uff, que emoción —ironiza y ella solo se ríe antes de que una balada resuene por todo el salón.
Después de algunas cuantas fotos un vídeo donde aparecen Eric y John aparece:
"—A ver, amor, decime —joder— ¿Vos crees que Cristina le va a dar bola a este?
—Ay, John puede ser un buen partido si se lo propone.
—Mmm no sé —se ríe.
—Ya vas a ver Den, ella y yo estamos destinados —hace un gesto exagerado con las manos y ella se ríe.
—A ver cuántos "no" sos capaz de resistir amigo —comenta— Cristi no es una chica fácil.
—No me importa, me gustan los retos"
Ni siquiera recordaba la existencia de tal video, ha sido muy raro otra vez.
Ahora Denisse aparece sentada frente a una pared blanca y detrás de cámara la voz de Pablo es quien le dice que hable:
—Bueno chicos, esto es increíble ¿No? Al final John si supo superar todos esos "no's" y consiguió su objetivo.
Eric mira a los novios y nota como Cristina intenta alejar a John de ella, eso es raro.
Busca a Denisse entre el resto de la gente y no la encuentra ¿Se ha ido?
Espera que no haya sido por su charla porque él lo que menos quería era hacerla sentir mal.
—Espero que lo suyo dure muchos años más y que sean tan felices como se merecen amigos. Que todo lo bueno que desean se les cumpla, los adoro a los dos.
Vuelve la vista a los novios y siguen en la misma escena.
Todo esto se ha puesto muy muy extraño.
—Creo que ellos están peleando —comenta su novia.
—Si.
—Qué raro...
—La verdad.
Justo después de eso, la pelicorta se acerca al proyector y lo apaga sin pedir permiso haciendo que el vídeo termine abruptamente.
—¡Hora del ramo! —grita, aunque no parece muy contenta.
Un grupo de mujeres se amontona en el medio de la pista y esperan emocionadas al momento en el que ella tire las flores hacia atrás:
—Deberías unirte.
—¿Crees?
—Anda cariñito, tal vez tengas suerte.
—Ya la tengo.
Se aleja de él y se para junto a Renata que le dedica una sonrisa cuando la ve.
—Bueno, yo cuento: tres, dos, uno.
Tira el ramo y muchas de las presentes gritan y dan saltos tratando de alcanzarlo. A pesar de todo el escándalo los invitados dejan de prestarle atención a eso cuando Cristina se quita su anillo y lo tira justo en el pecho de John.
—Y quédate con eso también.
Le da la espalda y sale nuevamente del salón dejando a todos boquiabiertos.
¿Qué acaba de suceder?
—Cariñito —se acerca— he conseguido el ramo.
—Guau... —intenta sonreírle, pero sigue muy sorprendido.
—Bueno, aunque después de esto una boda no suena tan tentadora.
Definitivamente.
Está no era la boda que esperaban.
#12121 en Otros
#3609 en Relatos cortos
#19232 en Novela romántica
#3388 en Chick lit
Editado: 05.02.2022