Desahogo~
Juro por todas las deidades que lo intenté, dejé mi cuerpo, mi cerebro y alma para ayudarla. Cada día era repetitivo, cada palabra sonaba tan distante y su mirada se apagaba cada vez más. Ella jugaba con mi cabello mientras yo la miraba, sus ojos perdidos... pensativos, una sonrisa amarga y entonces lo soltó. Sentí un nudo en la garganta, un estrujón en el alma, mi cuerpo se sentía pesado y mis ojos ardían. "Ya no quiero existir", decía, y sus palabras sonaban totalmente sinceras, totalmente reales... Observé una vez más su rostro y la abracé, basé toda mi vida en ella... en su felicidad, en defenderla y cuidarla, pero era mucho más que eso. Era entrar en su corazón y revertir el dolor, entrar en su mente y limpiar los malos ratos, pero... ¿Cómo podría yo hacer eso? Si mi cabeza estaba más perdida que la suya... Y cuando menos me lo esperé, las mil y una noches ya habían pasado, se fue... así como se van las páginas de un buen libro, así como Jack dejó a Rose. Y así quedé yo, esperando que ella volviera, pero no lo hizo. Era real, tan real como la vida, tan real que dolía, quemaba, secaba océanos enteros de lágrimas, quitaba apetitos y deseabas no volver a sentir cariño por nadie más.