De los cuentos cortos que a veces son largos y de los cuentos largos que a veces son cortos, se pueden decir y hablar muchas cosas.
Se puede hablar de la fe, de la esperanza, de lo que está más allá de la vida, pero no podemos decir que no queremos perdón, aunque en ocasiones, podemos decir lo contrario.
Hay veces que los hombres somos insolentes con Dios y creemos que no lo necesitamos, pero no es así, el perdón es uno de los caminos más directos a él.
Caminaré atravesando la noche con mi andar pausado y sentiré tu presencia, mas no pediré clemencia por lo que hice en aquellos días, en los que ignorante cometí actos aberrantes, que ahora son escoria de mi vida.
En el borde del abismo, contemplaré tus ojos buenos, que aparecerán en el reflejo de las ventanas que me dejan ver el alma de la que más he querido, llorando por mi destino, sufriendo porque me largo de esta tierra que fue triste mar amargo de penas y martirio.
No voy a mirar hacia atrás para nada, porque dejo en mi pasado, mil reclamos que serán esos clavos que mi propia cruz por fin tendrá y serán fríos y oxidados como mi deseo helado de buscar el perdón, cuando ya no tiene caso.
Solo diré una oración, como si cantara mi última canción y nacerá de un alma que fue buena, habitando el cuerpo que la condena. Porque mi alma no fue culpable, no la hago responsable de lo que mi mente provocó.
Déjame atravesar la oscura noche con mis pasos cansados en tu presencia, dale un poco de clemencia a este pobre ignorante que, en aquellos días, vivió en la escoria de su vida por sus propias aberraciones.
Déjame contemplar tus ojos en el borde del abismo, para que pueda ver por mí mismo, los ojos de quien más me ha amado, sufriendo porque me voy de su lado, porque abandono esta vida que fue mar de dolor y penas, cumpliendo el juramento que te hice, ahora que camino hacia el remanso de aguas calmas de tu regazo.
Deja que vea mi pasado tan solo una vez más, para mirar que me perdonan, aunque sea por caridad. Quiero saber que mi cruz no estará sola en mi tumba y que alguien la visitará.
Te lo pido desde el fondo de mi alma que se irá contigo, porque sé que mi camino, está a punto de terminar.
De los cuentos cortos que a veces son largos y de los cuentos largos que a veces son cortos, se pueden decir y hablar muchas cosas.
Te doy esta oración como mi último ruego, este que nace de mi alma arrepentida, porque soy culpable y me hago responsable de todo señor.
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Editado: 01.05.2021