Lo que se llevó el mar.

La presentación

Flashback

—Marina ¿entonces dejarás el hip hop?

—Ay, tía ya no será igual sin mis padres.

—Tus padres estaban muy orgullosos de ti ¿qué crees que sentirían si lo dejas?

—Tienes razón, aunque será difícil.

Todos los domingos tomaba mis clases de hip hop. Mis padres me habían pagado todo por adelantado; supongo que ya no es una opción dejar de ir, pero que no estén en mis presentaciones sí que es difícil y por esa razón decidí no presentarme nunca con los demás; solo ir y bailar en la academia.

—Marina, eres la mejor bailarina debes presentarte.

—Gracias Richard, tal vez en un futuro vuelva a presentarme.

Richard es mi profesor de baile y es el mejor de todos, él aprendió a bailar en las calles y después de ganar una beca se volvió uno de los mejores bailarines en el género.

Marina

Ya han pasado varios días y he estado evitando a Diego; el beso me fascinó, pero no quiero pasar más tiempo con él, no quiero sentir nada por ese chico. Estoy decidida; no me acercaré a Diego, debo ser dura con él porque si me enamoro y lo pierdo será otro dolor más a mi corazón y ya mis padres me demostraron como duele perder a quien amas.

Es domingo y ya estoy lista para mis ensayos; amo el hip hop desde pequeña y cuando por fin pude inscribir me en una academia di todo de mí para sobresalir como la mejor y puedo decir con orgullo que lo he logrado. Estoy en el salón de ensayo y veo como todas calientan; me voy hacia un pequeño rincón del salón y empiezo a hacer lo mismo.

En mi grupo de baile soy la favorita y a las que todos odian y no por tener un trato especial ni por ser la mejor; me odian porque siendo la mejor no pensé en el grupo y los abandoné, según las palabras de mis antiguas amigas, los abandoné tomando la decisión de no presentarme más; yo era como una especie de líder y después del accidente, solo me fui al rincón, dejé de hablarles y solo bailaba porque me hacía sentir bien de una manera inexplicable; con cada paso recordaba la risa de mi madre cuando practicábamos y ella trataba de seguirme, sin embargo, presentarme en público es algo que no puedo, no puedo soportar la idea de que ellos no estarán para aplaudirme.

Veo a Richard llegar muy emocionado y desde que entró al salón no ha dejado de mirarme ¿qué será lo que pasa? ¿por qué me mira tanto? y sobre todo ¿qué lo tiene tan feliz?  y como si el destino se encargará de responderme; nos dice a todas que nos sentemos en el suelo frente a él para darnos una noticia importante. Por cierto, en este grupo de baile somos todas chicas y esto es con el propósito de mostrar que las mujeres no somos frágiles y débiles y que al igual que los hombre podemos hacer coreografías geniales.

Nos comenzó a contar de una presentación muy importante la cual será en una universidad y en una semana, nos dijo que no solo era para entretener a los estudiante; nos estarían viendo unos productores para un vídeo musical y si les gustaba la presentación nos contratarían para bailar en el vídeo, lo que le daría mucha popularidad a la academia y a nosotras. Todas estaban muy emocionadas hasta que dijo mi nombre y seguido de eso, aquellas palabras que para mí se escucharon en cámara lenta "tienes que presentarte".

—¡Sabes que no puedo hacerlo!

—Hay pasos que solo tú puedes ejecutar Marina, quiero que hagas un solo.

—Pero tengo miedo, siento que lo arruinaré todo.

Todas me miraban con cara de perritos queriendo recibir el sí de mi parte; a diferencia de muchos lugares de baile, aquí no existe la envidia y si sabes más que otras nadie te trata diferente ya que solo queremos mejorar y hacerlo como grupo.

—Marina, por favor, con tu ayuda de seguro nos ganamos a los productores.

Todas comenzaron a decir "por favor" al mismo tiempo junto con Richard; no dejaban de decirlo y ya me tenían cansada.

—Está bien acepto, pero si algo sale mal no me haré responsable.

—Descuida, todo será un éxito.

Teníamos una semana para ensayar y aunque fue difícil, logré evitar a Diego en todo ese tiempo; ensayaba después del instituto y mi nana iba a visitarme a mi casa. El baile ya estaba listo y el último ensayo ya era muy pronto, mi solo lo creé con ayuda de Richard y siempre me acostaba bastante tarde por estar bailando en mi cuarto. Siendo honesta, extrañaba los nervios y la emoción de una presentación.

Diego

No he podido ver a Marina por casi dos semanas y eso me preocupa un poco, solo espero no haber ido muy lejos con lo del beso, pero es que ya no pude resistirlo; desde que la vi en el puente aquel día en que echamos flores al mar, me quedé enamorado de su sencillez, de su sensibilidad que a pesar de que ella no lo sepa, solo refleja mis propias lágrimas. No quiero que se aleje de mí, solo quiero ser el causante de sus sonrisas; que no llore más. Yo no tenía a nadie cuando estuve mal y no quiero que ella pase por lo mismo.

Hoy todos están muy emocionados en la universidad porque un grupo de chicas harán una presentación de hip hop, pero yo no puedo emocionar me; extraño esos ojos azules, esas palabras frías que salían de sus labios, esos labios que me tienen loco.




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