Capítulo 3
Alonso, la miro a los ojos, sintió una punzada en el corazón, sintió que se perdía en esos ojos verdes y le contesto. −Estoy totalmente de acuerdo, si tú quieres estar con él (ella, ellos) cual sea el caso –dijo, acariciando su mejilla con su dorso−. Nunca te separaría de ellos, sería yo el que los visitaría aun que tú decidieras rehacer tu vida.
−¿Estás de acuerdo con eso? –pregunto, ayudándola a sentarse a su lado−. Estoy pensando, por qué no tratar de que funcione. –Sin dejar de mirarla a los ojos y tomando sus manos con las suyas −.Tal vez con el tiempo, la convivencia surja el amor y no tendríamos que separarnos. –Sonriendo, levantando las cejas.
- No me negaría a la posibilidad – comento, un poco cohibida−. Si usted está de acuerdo, el vivir juntos e intimar. –Bajando la mirada un poco ruborizada−. Es algo con lo que tendremos que trabajar día a día, yo pondría todo de mi parte para que suceda. –Levantando la mirada para conectar con los ojos de Alonso y perderse en ese mar azul que la inquietaba−. Porque si quiero tener un hijo, quiero que sea concebido por amor. –Casi como un susurro.
− El sueño de toda mujer. – Alonso, tomándola de las mejillas y dándole un beso en la frente −. Ok está decidido, pondremos de nuestra parte. −Levantándose para sentarse en la esquina de su escritorio sonriendo–. Por favor llámame William o Alonso, creo que Sr. Russell, se oye demasiado formal, vas a ser mi esposa ¿no crees? –Rodando los ojos.
Sandy solo sonrió y pensó en esa situación en la que se estaba metiendo, si su mayor sueño era casarse y tener una familia sólida, sustentada en el amor pero ¿A dónde la llevaría esta aventura a la que estaba por entrar?, ¿cuál sería su destino?
−Está bien si te llamo Alonso, a mi llámame Sandy. –Levantándose muy decidida, aceptar lo que estaba por venir y sonriendo.
−Está bien Sandy, sabes me encanta suena muy sexy. –Solo saboreando un poco su labio inferior, con su lengua muy seductoramente. Cosa que Sandy, al escuchar aquello solo mordió su labio inferior muy nerviosamente–. Vamos no te sonrojes, recuerda vamos a ser esposos muy pronto. –Tomándola de la mano, para invitarla a regresar a la sala de juntas.
ﷻ
Volvieron a la sala de juntas, anexaron todo lo acordado en el contrato y siguieron revisando las demás cláusulas, hasta estar de acuerdo en todo.
Después de 4 horas...
−Bueno, creo que es todo solo falta anexar las firmas de los implicados y sus testigos. –Afirmaba Ethan, colocando los contratos sobre la mesa, para que los firmaran.
Alonso, tomó su pluma sin dejar de mirar a Sandy sin olvidar la plática que tuvieron dirigió su mirada a los documentos, asentó con la cabeza y firmó.
Sandy, tomó la pluma, igual lo miro a los ojos y con nervios firmó los documentos con un poco de temor que las cosas no salieran como quizás ella quisiera, después firmaron los testigos Glenn y Dana. Los abogados así, como Glenn salieron de la sala de junta, despidiéndose todos con un apretón de manos, solo quedándose Alonso con las chicas.
−Bueno Sandy, a partir de hoy empezará tu nueva vida. –Sonriendo nerviosamente, tomó el teléfono y llamó a Diana–. Hola Diana ya terminó la junta podrías venir a la sala de juntas.
−Si Sr. Russell, en seguida voy. – Levantándose de su cubículo y tras arreglarse el vestido que traía, la cual parecía una modelo por su manera tan elegante de vestir, que solo una asistente. Muy apuradamente camino con sus tacones, haciendo que todas las secretarias que trabajaban cerca, se le quedarán viendo hasta llegar a la sala de juntas. Toco antes de entrar solo haciéndolo tras un…
–Si pase. –Mirando hacia la puerta para ver que fuera Diana.
– Señor Russell, dígame…
−Te presento a la Srta. Jones y la abogada Miller.
-Mucho gusto señoritas, yo soy Diana Stone –dijo, muy sonriente.
Las chicas a dúo la saludaron a Diana. –Hola mucho gusto.
−Sandy, ella será tu nueva asistente, llevará tu agenda. –Después de presentar a Diana dirigió su mirada a Dana−. Abogada Miller ¿No sé, si, estaría interesada en trabajar para mí? Bueno, no directamente para mí, si no, para Sandy. –Reclinándose en la silla para ver su reacción−. Me gustaría que fueras su dama de compañía o amiga, con la que pueda contar cuando ella lo necesite.
Dana, solo lo miro con un poco de molestia al escuchar lo último, solo se removió en su asiento. −Para ser su amiga, no creo que tenga que pagarme.
−Alonso, sonrió −creo que no me di a entender discúlpeme –mirándola con ojos penetrantes −. Me gustaría que seas parte de su vida y que no te alejes, ya que Sandy va a necesitar personas de su confianza, para que la apoyen en lo que está por venir. Espero también tener tu confianza y tu amistad. –Levantándose de su asiento, para sacar una botella de agua del frigo bar que se encontraba en esa sala, solo recargándose de nuevo en su silla cruzando las piernas, abriendo la botella con agua y sorbiendo de ella.
−Pero aun así te ofrezco un sueldo, tendrías que dejar tu antiguo trabajo, cambiarte de domicilio, los pormenores te los dará Diana ¿si, es que aceptas? –Sentándose de nuevo en su asiento −. No te pagaría para que seas su amiga, sino para que la acompañes en sus múltiples actividades, en lo que se acostumbra a su nueva vida. –Mirando la botella, su transparencia del agua un poco pensativo.
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Editado: 27.09.2021