PROLOGO
El sueño en sí se constituye como la otra cara de la vigilia, dormimos porque hemos estamos despiertos, a la inversa estamos vigiles porque despertamos del sueño, ambas son parte de las funcionalidades vitales de los seres vivos, ya que si no dormimos no pudiésemos vivir, es decir la privación del sueño, podría hacernos perder la vida.
Como tal el sueño es un estado fisiológico que conlleva a la abolición periódica de la conciencia vigil con la reducción de la respuesta a los estímulos ambientales o externos. Es una conducta diferente a la vigilia donde estamos permanentemente respondiendo a estímulos no solo externos sino también desde nuestro interior, como lo es el pensamiento, los sentimiento y las necesidades.
Ambos estados, la vigilia y el sueño se integran en un conjunto funcional denominado, ciclo vigilia–sueño, de aparición rítmica circadiana, como resultado de una integración e interacción anatómica, fisiológica y neuro bioquímica entre las diferentes áreas o estructuras del sistema nervioso, como son el tronco encefálico, el diencéfalo y la corteza cerebral, elementos que son los responsables de regular y modular las funciones y las respuestas del ser vivo como su relación o comunicación con el medio externos a través de un ciclo fisiológico que dura veinticuatro horas, como es el ritmo circadiano que a su vez controla y regula el metabolismo, la temperatura corporal, la secreción de hormonas y los patrones de sueño en los mamíferos.
Este ciclo como proceso fisiológico dinámico, depende también de factores la edad, estado de salud, comportamiento social e individual de la persona como también de un adecuado desarrollo del sistema nervioso central y sus diferentes estructuras, manteniendo la regulación de las diferentes funciones vitales, como el sueño, el apetito, la temperatura, la secreción hormonal al igual que ritmos fisiológicos.
Ahora bién para soñar o tener actividades oníricas, debe haber una interacción o relación entre un adecuado desarrollo de la consciencia y la actividad onírica como tal, ya que debemos recordar lo que soñamos y eso no sucedería sin esa interacción,
Cuando soñamos nos llega información que podemos recordar o no, pero si aprendemos a comprender esa información, nos hacemos de un adecuado instrumento para el desarrollo de nuestra consciencia.
Nuestra conciencia es la parte fundamental de nuestro yo, nuestro interior, tan fundamental como lo es la memoria y los recuerdos, el aprendizaje y la experiencia, también nuestro yo superior, nuestro yo consciente, lo que también es llamado la supra conciencia, lo que somos después de que aprendemos y definimos nuestra capacidades como también nuestra inteligencia,
Así vemos entonces que los sueños permiten el autoconocimiento y la transformación, ya que nos pone en contacto con nuestro sub consciente individual en los cuales hay una enorme riqueza de elementos, de contenidos que nos pueden guiar en nuestro desarrollo personal y desarrollo superior de nuestra propia consciencia.
La ciencia como tal no explica porque se repiten los sueños, pero si estos aparecen en forma repetida, implica en muchos casos que nuestro subconsciente envía señales a nuestra conciencia de algo que esta inconcluso, incompleto u olvidado, y que responde a estados de animo como el miedo o la tristeza, entre otros, en si nuestra propia mente te avisa que algo ha sucedido o está por suceder, así como una especie de premonición de un evento importante que en cierta forma te afecta o te pone alerta.