CAPITULO 15
A LA VISPERA DE UN CUMPLEAÑOS DIFERENTE Y ASOMBROSO
Salió del edificio a la perfecta tarde a pesar que apenas era mediados de verano, una agradable frescura por
la presencia de una brisa suave y refrescante que descendía de las altas montañas cercanas, hacía
agradable ese momento de salir de su trabajo y regresar a su hogar caminando con pasos largos, seguros y
firmes que le daban gracia y elegancia a su marcha, sin percatarse de la imagen de sutil elegancia que
presentaba a los observadores masculinos que caminaban a su alrededor y que les hacía arrancar algunas
expresiones de admiración.
Ava, ya en sus veintisiete años, que cumpliría el día de mañana, aún conservaba la esbeltez de una joven
adolescente, apariencia que denotaba el cuidado que le daba a su cuerpo, haciéndola parecer mucho más
joven, de lo que en realidad era, sus rutinas de ejercicios, adecuada alimentación y rutina de higiene habían
dado fruto, dándole a su piel el aspecto radiante de una jovencita.
Ella sonrió, dándole a su rostro un belleza que no era percibida por su dueña.
Se apresuró a cruzar la calle dirigiéndose a la pastelería cerca de su oficina para llevar su pastel favorito con
lo cual pretendía celebrar su cumpleaños.
Pidió su porción doble de su preferido, una selva negra, a la cual le agregaron un par de velitas, incluidas en
el empaque hermético donde se las sirvieron, tomó la bolsa en una de sus manos Y se dirigió a buscar su
auto, estacionado en el estacionamiento del museo para luego conducir hasta el edificio donde tenía su
apartamento y que para ella era en el lugar mas hermoso donde alguien podía vivir y que le gustaba mucho
por lo que implicaba para su herencia familiar.