CAPITULO 20
UNA ENLAZADA GENEALOGÍA FAMILIAR
Hacia pocas semanas que vivía en este conjunto residencial, este hermosos lugar, el apartamento había
pertenecido a la hija del hermano menor de mi tío abuelo materno, ellos habían sido tres hermanos y entre
ellos estaba mi tía abuela Amelia, mi tío abuelo mayor había tenido tres hijos, y mi tío abuelo menor, tuvo
una hija y dos hijos, su hija en medio de sus hermanos, esa niña fue mi abuela materna con sus dos
hermanos , luego vino mi mamá con sus dos hermanos también , por eso el tío abuelo le heredó el
apartamento a mi mamá, la nieta de su hermano menor.
Mis tíos abuelos, ellos como hermanos habían amado, protegido y consentido desde que nació a su
hermana Amelia, después de haberse casado con el hombre con quien había sido su comprometida desde
que estaban en el vientre de sus madres, fue el niño, el adolescente y el hombre a quien más amó y a quien
ella también más amó, cuando el murió a pocos años de haberse casado, muerte que no superó por lo
repentina y trágica, ella también falleció prontamente sin dejar hijos, por eso mi tío abuelo le dejo de
herencia a la hija de su hermano menor, heredó a mi mamá porque él no tuvo hijas solo tres varones,
luego ella a mi madre me lo cedió a mi como regalo de graduación, aunque hasta hace unos meses estuvo
terminada su restauración, que había insistido en hacerlo yo por mis propios medios y manos, a pesar de que
mis padres querían hacerlo ellos,
−quiero hacerlo yo mamá, ya me lo regalaste, es un regalo importante, pero las remodelaciones las haré yo−,
les dije con firmeza, sé que muy en el fondo me entendían el deseo de ser autosuficiente e independiente,
ellos aceptaron felices de tener una hija tan decidida,
Después de la remodelación que duró varios meses, me pude cambiar y estaba feliz de vivir aquí, me
encantaba el lugar, era tan fresco tan amplio, tenía un toque elegante y señorial, sus alrededores eran una
belleza, pinos y eucaliptos era parte importante de la flora local, aparte de que se había preservado los
alrededores conservando también la fauna silvestre, así que parecía una reserva forestal cerca de una ciudad
por eso era un lugar único,
Las personas que viven ahí sabían que tenían que conservar el ambiente tal y como estaba, así que todos los
vecinos estaban comprometidos con ese principio,
Este ´lugar se ajustaba muy bien a mis necesidades, en los suburbios de la comunidad, a pocos kilómetros
fuera del ambiente ruidoso y transitado de la ciudad, no quedaba lejos y podías muy bien ir en auto, caminado
o en bici, fue el mejor regalo dejado en herencia por el lado materno de mi madre, la familia de mi tía abuela
Amelia, vivir aquí en verdad siempre me ha hecho sentir una extraña conexión con ella, haber conocido a mi
tía abuela hubiese sido maravilloso, su historia triste y muy romántica, parece de películas, y merece ser
recordada, aunque ya hace mucho que partió se siente su presencia en los alrededores de este lugar, los
cuales caminó y visitó estando vida, ella junto con su esposo Santiago.