Lo Que SoÑamos Nosotros

CAPITULO 23 - EL APARTAMENTO EN LA  PUERTA DE AL LADO

CAPITULO 23

EN LA PUERTA DE AL LADO

Luego de entrar rápidamente huyendo de él, de mi nuevo vecino, se dio cuenta de que no lo había visto

antes, debe haber llegado reciente, suponía que era el nuevo inquilino del apartamento al lado del mío,

llegaría en estos días, pero ese rostro le era tan familiar, aunque no recordaba en donde lo había visto

anteriormente,

–Debía salir de nuevo y darle las gracias, se dijo avergonzada, mientras siguió pensando lo mal educada que

fue, tomando con su mano el picaporte en una acción tardía de tratar de disculparse, abrió la puerta, pero al

mirar al pasillo, él ya no estaba ahí, miró nuevamente hacia su puerta y se quedó indecisa de si debía tocar

su puerta y disculparse por como actuó o dejarlo para cuando lo viera de nuevo, se quedó unos segundos

mas con su puerta abierta, y luego de un ruidoso suspiro entró y cerro esta.,

–cuando llegó –, se siguió preguntando, a la vez que reconoció que llamó su atención el sentir que lo

conocía y que le era muy familiar no solo su rostro, sino también su presencia, le hiso sentir tan bien, como no

la había hecho sentir nunca nadie, fue raro pero muy placentero, se dijo con una sonrisa intrigada, de porqué

le hiso sentir algo que solo lo hacía sentir la presencia del hombre de sus sueños,

La impresión de que lo había visto antes no logró desaparecer y había sentido como que regresara

haciéndola sentir liviana y alegre, desapareciendo esa sensación de pérdida y abandono tantas veces

sentidas luego de despertarse de su sueño, pensó maravillada de que alguien así existiera y lo tenía en la

puerta de al lado

Ava fue a la cocina por un vaso con agua y caminó hasta su habitación, sentándose en la cama se tomó parte

del contenido del vaso, fue hasta en baño se lavó sus pies que los sentía sucios por haber salido descalza,

hisos sus necesidades y luego fue a acostarse nuevamente, sabía muy bien que le costaría dormirse de

nuevo,

− Mañana me disculpo con él, primero debo averiguar quién es y si el apartamento de al lado es el suyo −, se

dijo esperando poder eliminar para tratar de eliminar sus reservas en la presencia de extraños.

Se recostó sobre la almohada, extendiendo su cuerpo tratando de acomodarse sobre la cama, respiró

profundamente exhalando con fuerza por su nariz, como ejercicio de relajación que le indujera el sueño,

tardando varios minutos en quedarse dormida después que su mente repasó los acontecimientos sin dejar de

ver el rostro que seguía pareciendo conocido. Esta vez durmió tranquila sin soñar con nadie, pero

extrañamente estaba relajada.




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