Y me senté intentando calmar mi llanto, pidiéndole a Dios una explicación del porque me lo quito, del porque simplemente no lo salvó, pensé en porque se fue hasta que simplemente me cansé.
Me levanté del suelo, tome la patineta y comencé a caminar, mis ojos aún estaban llorando, y la gente a mi alrededor me miraba con cierta curiosidad, mire la calle y comencé a cruzar, no mire nada a mi alrededor, todo era tan estúpido, escuchaba a mis espaldas los reclamos de la gente. No lo escucho, sigo caminando con la mente destruida y con un nudo en la garganta, nada existe en este momento, y solo pienso en que pasó, cómo es que todo terminó aquí.