¿Quién soy sin ellas?
Tan solo un vil y frágil ser que buscaba consuelo dejando rastro en su cuerpo. Cicatrices que el mundo miraba con asco y desprecio, pero él, las amaba mucho más que a su propia vida.
Tanto, que las dejo poco a poco, ahora son recuerdos del pasado, un pasado que a veces se ve cercano a abrazar, un pasado que trata de dejar atrás y el presente que vive dejando de pensar en ello.
Mira sus brazos, limpios, pero otra vez, manchados de sangre mientras llora, mientras sus adoloridas piernas pagan el precio, con moretones y cansancio, se sienta y recuerda el por qué vive.
Entonces, tiene su iluminación, tiene su motivo, y vuelve a la pelea como lo que es, el escritor de sus miedos, de sus males.