Marcas en mis brazos, llenas de historias, de lágrimas en noches de dolor, temblando a punto de cometer un error y caer en un sueño profundo. Hay heridas que no se ven a simple vista, inseguridades que dejaron marcas en mi piel y rasguños en mis hombros, es sencillo.
Solo lo haces, una, dos, infinidad de veces y caes en un ciclo sin final, donde la sangre en tus brazos ya no sale y eres obligado a seguir. Cicatrices van y vienen, sanan, se abren, sangran, desaparecen.
Y tú, sigues vivo