Zarina entró como la reina del lugar, y de sierto modo así era, movió la cabeza en una leve inclinación asia el duque en forma de saludo y se dirigió a la licorera a servirse un trago del mejor whisky.
-un gusto volverlo a ver excelente - dijo con picardia dirigiendole una mirada coqueta al duque.
-usted... No puedo creer que usted sea su "socio" - dijo el duque recuperando el habla pero sin quitar su cara de sorpresa. Era bastante divertido, tenía los ojos tan habiertos que le recordaba a un búho. Soltó una risita divertida por la comparación.
-en efecto soy yo. - respondió ignorando su sarcasmo. - veo que esta ves viene solo.
-y usted está ves se digna a decirme su nombre. - le replicó con sarcasmo.
-no realmente. Quien lo dijo es mi acompañante, ¿no es así ¿Il mio gentiluomo?
Erick asintió sin prestarles mayor atención, mientras rebusca en los cajones del escritorio.
-no sabía que se conocían - comentó aún sin levantar la mirada.
-tuvimos un encuentro la otra noche durante el baile de los winchested - respondió el duque
-no lo habías mensionado. - Erick volvió a hablar sin levantar la mirada, zarina sonrió mientras le daba un sorbo a su bebida.
-fue sólo un encuentro furtivo en el jardín, no te lo dije, porque no pensé que te interesara como sonaban los gemidos de su excelencia. - ella respondío como si fuera lo más normal, volviendo a beber mientras sonreía con inocencia, el susodicho a su lado se ahogo con su bebida.
Zarina se volvió a mirar al duque mientras de daba palmaditas en la espalda para aligerar su tos.
-¿se encuentra bien excelencia? - su pregunta sonó tan profundamente sincera que cualquiera que no la conocíera le creería, pero Erick la conocia mejor que nadie y Aidan era demasiado inteligente para dejarse engañar. El duque la fulmino con la mirada pero no por eso iba a perdér sus buenos modales.
-perfectamente señorita. - su voz estaba cargada de ironía, era clara su molestia con ella. - sobre lo de la otra noche señor caruso... - empezó dirigiéndose asía Erick, ignorandola completamente, pero este le interrumpo
-no se preocupe excelencia, su vida personal no es de mi incumbencia. Además conozco demasiado bien a mi socia ¿no es así fiore?
Zarina resoplo antes de ponerse en pie, volvió con la botella de whisky y relleno la copas de nuevo.
-hablemos de lo importante, - sentenció poniéndose sería.
Aidan Stone III duque de Cambridge empezó a exponer su propuesta bajo la atenta mirada Erick, más zarina estaba más concentrada en el dibujo que intentaba hacer que en ponerle atención. O almenos eso parecía, zarina no lograba entender cuál era el interés del duque en participar en sus negocios, siendo el nieto y heredero de Aidan Stone II Archiduque de Cavendish, tenía el mundo a sus pies, su familia contaba con una fortuna exorbitante y más poder que cualquier otra persona en Inglaterra incluso que el mismo rey, si bien para todos, ellos estaban un escalón más bajo que el rey, era un secreto a voces que el ejército, los lores e incluso los plebeyos respetaban más a los Stone. La razon era bastante obvia, entre un monarca que lo unico que le importaba era embriagarce y una familia de generales y políticos de renombre, hombre de honor y respeto la elección era bastante simple.
Por eso, ella no entendia bien que pasaba allí, a su modo de ver solo habían dos opciones. El duque intentaba probarse a si mismo, o el Archiduque estába probando a su nieto. De cualquier modo no lo conocía de verdad para emitir un juicio.
-¿qué opinas zarina? - la vos de su amigo la hizo alzar la mirada de la hoja llena de figuras sin forma. Los dos caballeros la miraban a la espera de una respuesta. Erick neutro, Aidan con molestia.
-es una tentadora oferta, pero también es arriesgada - hizo una pausa dramatica, ella ya tenía una decisión, incluso antes de esa reunión, pero lo bueno se hace desear. - cómo comprenderá no podemos tomar esta decisión a la ligera, así que me gustaría que nos concediera unos días para analizar correctamente los pros y contra de esto, excelencia.
-Petrova tiene razón. En uno días sin duda le tendremos una propuesta, - Erick se puso en pies y ellos le imitaron, después de casi tres oras sentada, solo escuchándolos hablar, sus músculos están engarrotados, hizo una mueca y vio al duque sonreir burlon. - pero si me permite me gustaría invitarlo a recorrer las instalaciones.
-yo lo hago, caro - ella se volvió así el duque y se aferro a su brazo sin darle opcion a réplica - nuestra instalación en Londres no es la mas grande pero sin duda le encantara.
Los dos caminaron en silencio, sólo lo rompían para esplicar algo cada cierto tiempo, el duque permanecia tenso a su lado, era obvio que no le agradaba su compañía luego de lo que había dicho en la oficina.
Zarina vio a Anny, una de sus trabajadores un tanto inquieta, en seguida debujo que quería decir algo y no se atrevía, por temor a su acompañante, así que soltandose mientras murmuraba una disculpa se aserco a ella
-mi señora, lo lamento pero llego una carta importante para usted y no sabia como acercarme - Anny esta claramente intimidada por el noble, lo cual era estúpido, considerando que el no tenía ningún poder sobre ella.
-sólo acercandote Anny, el no muerde, es una personal común y corriente.
Le reprendió con suavidad mientras recibía las dos cartas.
Ja, importante,
Pensó con ironía mientras leía el nombre en la primera carta, nunca nada de lo Ivanka Petrova digese sería importante. La carta del sello negro por el contrario si era importe, pero de igual modo podia esperar.
Se dio la vuelta y chocó contra el torso del duque, este se le había acercado mientras estaba de espalda, ella se preguntada que prendida casi pegandose a su espalda, pero en lugar de apartarse se acercó más a él, pegando sus pechos a su duro torso, mientras lo miraba a los ojos, esos profundas orbes que a la luz había descubierto eran del color del acero