Lo que yo quiero

El único

El me miró desde lejos. Sin que hubiera tratado de disimular nada lo miré. Mi corazón latía tan fuerte que se podía oír a pesar de la música fuerte del lugar. Era pasión lo que sentía. 

Venía hacia mí, o rayos, se estaba acercando. Mis manos comenzaron a moverse como locas, no sabía que hacer con ellas. Su pelo perfectamente atado en una colita y su sonrisa me derritieron mi corazón acelerado. No era consciente del momento, pero trataba de no entrar en pánico. Era tan real ese momento. Se acercaba más y más, y aunque había mucha gente en aquel bar, yo solo lo veía a él. 

Por fin llegó a donde estaba. Abrí la boca tratando de que salga alguna palabra, pero el sonido se quedó dentro como un perro en los días de lluvia. Sin esperar más, el se acercó y me besó. Sus labios eran cálidos y chocaron con los míos de una forma mágica. No esperaba que lo hiciera, aunque definitivamente si lo quería. Ese momento fue eterno. El reloj se detuvo y nos regaló un instante que se congeló para siempre. Cuando nuestros labios se separaron, abrí los ojos. 

Él ya no estaba, y me pregunté si alguna vez lo habría hecho.



#24991 en Otros

En el texto hay: miradas, sentir, pasión.

Editado: 24.10.2019

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