Lo siento...

17. NO TE DEJARÉ IR NUNCA MÁS

_¡Hasta que por fin te dignas contestar!_  Hubo un silencio y luego la voz de un pequeño que apenas empezaba a hablar resonó en sus furiosos oídos.

Ramiro le llamó la atención a su hijo por tomar su celular y maldijo cuando vio en la pantalla el nombre de su interlocutor.

_¡Maldición, Tomás! ¡Qué quieres!_.

_¿Cómo que qué quiero? Te recuerdo que tú y yo tenemos una conversación pendiente, Ramiro. Aún no me has informado la dirección en dónde vive Ani_ le dijo tratando de aplicar la poca paciencia que le iba quedando.

_¡Y no pienso decírtela, maldito Infeliz! Ya no pienso seguir siendo un títere más en tu enfermiza función. Esto acaba aquí y ahora. ¡No me llames más!_.

_¿Acaso olvidas que…._.

_¡No olvido nada!_ le interrumpió al instante Ramiro. _Estos últimos años me tuviste trabajando para tí, amenazado con el condenado video que ahora sé, hace mucho dejó de existir. Gracias a Ani ya no tengo que seguir siendo tu monigote. Ella me devolvió la libertad y haré lo que sea por devolverle el favor. Por mi boca no sabrás ninguna otra cosa más de Ani_.

_Veo que estuviste hablando con mi preciosa y ésta se fue de lengua contigo. Al parecer tendré que ir y arreglar cuentas con ella ahora mismo. Se arrepentirá de estar hablando de lo que no le corresponde_ dijo con sarcasmo.

_Hace lo que quieras, maldito lunático. No deseo seguir escuchando tu diabólica voz. Por mi puedes pudrirte en el infierno_ Y así por fin cortó el último lazo que lo ataba a la fuente de sus desgracias. Todo gracias a Ani.

Ramiro de pronto sintió miedo. Sabía que Tomás era capaz de cualquier cosa y temía por Ani. Así que recurrió al único que creía podía ayudarla, Lucas.

 

***

_¡Ramiro! ¿Qué haces en mi casa?_.

_Rogaba encontrarte aquí y no en alta mar. Tengo que hablar urgente contigo. Se trata de Ani_.

_¿De Ani?  ¡¡¿Acaso le hiciste algo otra vez?!!_ lo agarró con ambas manos por la solapa de su chaqueta en son de amenaza.

_¡¡NO!! Lucas, escúchame. Aquí el único que está a punto de dañar a Ani una vez más es Tomás, no yo. Al menos….no esta vez.

_¿Cómo que Tomás va a dañar una vez más a Ani? Explícate porque no te estoy entendiendo_ el corazón de Lucas empezó a bombear aceleradamente. De golpe recordó la conversación que tuvo con Olivia y se estremeció de solo pensar que ella tenía razón.

_Lucas, durante toda su vida Tomás a procurado dañar a Ani. Él está demente, trastornado. Desde pequeño se encaprichó con ella y nos obligaba a Paulo y a mi a hacerle todo tipo de cosas malas solo porque ella no quería ser su amiga. Con el tiempo se enamoró y ese amor se tornó en obsesión. Sin embargo el rechazo de Ani vez tras vez lo hacía perder el juicio hasta el grado de llevarlo a cometer cosas realmente crueles en contra de ella. Utilizó una de aquellas cosas para chantajearla y obligarla a que se entregara a él. Ella no podía decirle a nadie ni siquiera a ti, porque el destino de su familia estaba envuelto. Pero Ani se las ingenió para zafarse y no ceder ante sus locuras. Tomás le juró que se vengaría y así lo hizo. Fue a la tienda en donde le compraste el vestido a Ani y compró uno exactamente igual junto al broche con su nombre. Buscó por todos lados a alguien con el mismo aspecto de Ani y le pagó una generosa suma de dinero para que accediera a hacer ese video que tú viste en medio de todo ese show que él montó para hacerte creer que ellos tenían una relación y que ella te estaba siendo infiel. Esa que viste….no era Ani_.

Las piernas de Lucas temblaban sin parar. Tuvo que sentarse para no desfallecer. Ani siempre dijo la verdad y él no le creyó. La trató de lo peor por culpa de su “amigo”. Él le había prometido protegerla de cualquier daño y que confiaría plenamente en ella, sin embargo le falló en cada una de sus promesas. Se sentía destrozado. Su mejor amigo logró que destruyera la vida de su mejor amiga, de su confidente, de su vida, de su amor….de su preciosa Ani.  

Apoyó los codos en sus rodillas y hundió la cabeza en su pecho desconsolado llorando como un niño ante ese hombre que tantas veces estuvo en su casa sin ser nada más que conocidos y que ahora le resultaba más cercano que aquel a quien consideraba su salvador, su camarada.

La culpa lo estaba matando. Cuánto tuvo que haber sufrido Ani por su culpa que hasta se vio en la necesidad de huir y dejar a su familia y toda su vida atrás. No solo Tomás la había herido. Él también lo había hecho y esas heridas de seguro eran más dolorosas que ninguna otra, porque se la había infligido el hombre que decía amarla.

_¿Por qué estás haciendo esto, Ramiro? No entiendo por qué después de tantos años hoy decides darle la espalda a Tomás. ¿Qué ganas con ello?_.

_Todo lo que hice fue porque Tomás me obligó a ello. Al igual que con Ani, él me chantajeaba con revelar cierta información que sabía destruiría mi vida. No tuve otra opción hasta que Ani me tendió una mano y me liberó de ese malnacido. Es cierto que no gano nada con decirte todo esto, pero pago mi deuda con ella. Ani está en peligro, Lucas. Tomás me advirtió que se vengaría de ella por haber eliminado aquello que me tenía atado a él. Tengo miedo de que la dañe aún más. Él juró que tarde o temprano Ani sería suya y ha esperado 15 años por ello. Ahora que no tiene a nadie a quien recurrir para ejecutar sus fechorías, él mismo se encargará de lograr su cometido y estoy seguro de que será a la fuerza como siempre lo ha hecho. Debes apresurarte si quieres alcanzarlo. Sin lugar a dudas debe estar en camino para encontrarla y una vez que lo haga no te aseguro que vuelvas a saber de ella_.




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