Lo último de nosotros

Capítulo 8

Tengo 5 minutos observando el techo, nada en particular solo lo …miro. Hoy es el quinto dia que tengo sueños demasiados vividos, todos son acerca de él… de Aiden. Es como una novela en mi cabeza cada sueño es un capítulo nuevo. 

En la tercera noche le platique a Leen acerca de ellos, por supuesto me tomo enserio enseguida, le conté con lujo de detalles todo lo que recordé. E incluso era extraño para mi acordarme de cada detalle porque cuando sueño suelo olvidar que fue lo que soñé, en ocasiones se me viene a la mente destellos del mismo, pero definitivamente nada como esto. El sueño de esta vez habia sido un poco más dramático que otros, Emma estaba con Aiden, por supuesto.

Lo mas desconcertante de estos personajes es que la segunda noche me habia visto en un espejo en el sueño y casi me voy al suelo cuando me di cuenta a través de que ojos miraba todo. Emma era yo o mejor dicho yo era Emma en ese sueño. Mi cara idéntica, pero con un peinado diferente al mío y diferente al de Claire. Pequeños caireles caían de mi nuca mientras el resto del cabello se agarraba en un moño alto y ese peinado lo lucia cada vez que soñaba con ella.

 

Y Aiden… era el mismo chico que atropellaron y con el que soñé despues en un parque.

Solo que este sueño fue en un tiempo diferente…otra época.

 

Aiden nos tenía arrinconada en un pino bastante alto, me imagino que, si alguien nos hubiese descubierto, habría sido la comidilla de la sociedad, habría manchado el apellido de la familia de ella con ese desliz, Emma Castell de los nobles Castell, viéndose a escondidas con un hombre prometido, ni siquiera podia imaginarme tal escándalo.

 

—Emma, es mas complicado de lo que pensamos —comienza Aiden, para este momento ya he memorizado su rostro, ojos castaño claro, ceja gruesa, largas pestañas y su nariz recta y tenia una forma extraña en la punta algo chata y rectangular, sus labios el superior ligeramente mas delgado que el inferior y de un tono rosita y a diferencia del chico atropellado Aiden tenía un peinado diferente, muy a la Edward Cullen. Es bastante más alto que yo, si acaso me saca una cabeza más, bueno no a mí a Emma

—¿Qué va a pasar entonces? —murmuro bajo, la incertidumbre de que alguien pudiera pasar y notar la escena nos tenía paralizadas. Queria estar con el en ese momento, pues por algo sin duda habia acudido a su cita —No podemos seguir asi Aiden, sí mi familia…—la voz se me corto—, o alguien se entera —niego un par de veces la cabeza mientras miro al suelo —, necesito saber ahora si vas a luchar por lo nuestro o no —mis ojos comienzan a arder, un nudo se atasca en mi garganta y ¡por dios! Duele y mucho. Aiden escanea mi rostro o el de Emma, estoy segura que mis ojos ya estan cristalinos, Aiden se estremece y abre la boca ligeramente para decir algo, pero duda por lo que parece ser una eternidad y solo han sido segundos y vuelve a cerrarla enseguida. Aparta la mirada de mi rostro y la fija en todo menos en mí, podia ver como su mirada baila, está pensando, analizando que es lo que me iba a responder. La comprensión me da de golpe y puedo sentirla primero en mi pecho, si me amaba como decía no tenía siquiera que pensar las cosas, pero ahí estaba apretando los labios retrasando a un más lo inevitable.

 

No podíamos estar juntos, no hoy, no mañana… no en esta vida.

 

Lagrimas calientes recorren mis mejillas, estoy consciente de que me he despertado a las 5 am despues del sueño con Aiden. Aun puedo sentir en mi pecho la opresión que una desilusión causa.  No puedo siquiera explicar el porqué de este huracán de emociones, pero de verdad yo me siento en la piel de Emma y para Emma, Aiden nos ha roto el corazón porque no nos ha elegido. Su amor no ha sido lo suficientemente fuerte como para que mereciéramos romper las reglas que la sociedad imponía.

 

—Carajo mujer—suelta Leen despues de platicarle el quinto sueño—, es como una novela, deberías escribirla, serias como Stephenie Meyer y esa clase de cliché que todos odiamos porque en el fondo lo amamos—la mente de mi amiga está viajando a un rumbo al que no me interesa precisamente en ese momento, le he contado el capitulo de la vida de Emma y Aiden con un nudo en la garganta, con mis ojos cristalinos amenazando con dejar derramar lagrimas de un dolor que ni siquiera es mío. Pero que me esta desgarrando una parte de mi corazón.

—Leen, ya basta, estoy hablando enserio—sorbo la nariz lo más silencioso que puedo—, no sé qué mierda es esto, todo estaría bien si se quedara en eso, en un sueño o… pesadilla, que se yo —tallo mis ojos cansada de la sensación de querer llorar en cualquier momento—, pero no sé que pasa, lo siento yo , me duele enserio y mucho Leen, como si a mí me hubiesen roto el corazón… - Leen me mira fijamente y pude ver como sus labios comienzan a temblar.

¡OH MALDITA BRUJA!, no va a hacer lo que me estoy imaginando. pienso

Leen explota en una risa que lleno toda la estancia del departamento y como si a mi me hubiesen presionado un boton que dijera “para llorar, presioné aquí”, comencé a llorar, pero en mis sentimientos se comenzó a colar el buen humor de Leen. ¿pero de que ridiculeces estaba yo hablando? ¡Jesus!



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En el texto hay: chicklit, romance, drama juvenil

Editado: 16.07.2019

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