Loba Hibrida

CAPITULO 5

5

MALDITO DESCANSO DE MIERDA.

Itziar Valois

Y qué carajos quiere decir esto, dejó el papel arrugado en la mesa de noche. Me levanto de la cama y me meto a la ducha; necesito una ducha larga y en tranquilidad; las gotas del grifo me envuelven completamente. Tras ducharme salgo, pero el espejo de medio cuerpo me detiene; mi reflejo se ve. Demacrada y dolida, mi apariencia no parece de 18 sino de 23 años; mi cabello negro petróleo cambió a uno cenizo; agradezco que mis raíces son negras, pero cada vez que crecen mis cabellos se vuelven cenizos. Creerán que solo paso en el salón de belleza para que solo tenga las raíces negras.

Salgo del cuarto del baño, y rebusco entre la ropa algo que ponerme. No quiero usar magia; al menos quiero ser una humana que busca un conjunto nuevo que ponerse.

Tomo un crop top y pantalón de tiro bajo de bastas angostas; los convino con unos deportivos negros y dejo mi cabello suelto. Me veo en el espejo y me agrada el resultado; lo único es el corte de mi cabello; es muy aburrido y no me cae.

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Abro el cajón del estante y alcanzo un par de tijeras color bronce, hago que el cabello frontal se venga adelante y decido hacer un corte pequeño. Recojo el cabello en una coleta alta que para mi suerte me queda arriba de mis glúteos. A mi flequillo largo le hago algunos cortes pequeños para que no se vea recién cortado. Lo divido en dos. Agradezco que últimamente mi cabello se esté volviendo ondulado; luce bien en este momento.

Salgo de la habitación y no sé a donde ir, donde me lleve el viento, pienso. Bajó las escaleras y llegó a la sala principal; justamente aquí fue donde me convertí en reina. El recuerdo me viene a la memoria como si fuera ayer; suspiro y salgo del palacio; aire fresco necesito.

El mercado y las personas caminando me dan una sensación de tranquilidad y paz, algo que justamente estaba buscando. Veo los portales que usamos con Adrián para nuestra primera cita. Me trae melancolía y lindos momentos; dejo de ver para caminar. Pero a cada paso que doy, las personas me están observando con mucha curiosidad; me doy cuenta que es por mi aspecto. No es normal que la realeza ande por ahí sin guardaespaldas. Me introduzco en un túnel y doy una vuelta; mi rostro cambió a uno más mayor. Mis ojos cambiaron a un almendrado y mi cabello cenizo a un castaño con muchos rizos; mi piel blanca cambió a una más oscura.

Creó un espejo y me gusta mi nueva apariencia; me queda realmente bien. Desaparezco del espejo y salgo del callejón; camino y la gente no se fija en mí como hace minutos atrás. En el bolsillo trasero empieza a vibrar. Saco el celular y veo que era una notificación de Candy Crush. Sonrío, veo la hora y ya debía de haber almorzado.

Guardo el celular, miro a los alrededores y me detengo donde hay un restaurante, FOOD VIP. En letras grandes doradas, abro la puerta y la campana hace mi anuncio. La recepcionista me observa de pies a cabeza y con la mirada me indica que me acerque.

Camino hacia ella.

__ Buenas tardes, disculpe. Aún quedan mesas.

__ Déjame comprobarlo, señorita…

Ella espera que le diga mi apellido. Olvidaba cómo era ir a un lugar a comer.

__ Williams, Dánae Williams.

Me ve unos segundos y vuelve a ubicar sus ojos en la computadora.

__ Solo queda una mesa, señorita Williams, pero está en la sala VIP.

__ No hay problema, me puede decir donde queda. __ Y yo, que buscaba un lugar menos lujoso para comer y me harán comer en la sala vip, creo que mi suerte realmente es mala.

__ Mesero, llevad a la señorita Williams a la sala VIP, la 2.2 __ La chica ha sido española; el acento recién le salió con el chico guapo que me lleva hacia un elevador. Para ser un mundo donde conviven las especies mágicas, se ve muy humano.

Entro al elevador después de él; presiona ir al último piso. Solo llego a pestañear dos veces cuando ya habíamos llegado; realmente eso fue rápido; hace de guía hasta llegar a un cuarto y me pide que entre. Es muy lujoso el lugar, demasiado para ser un restaurante en mi opinión.

__ Este es el menú, pedid lo que deseéis. __ Me tiende el menú, asiento y leo. No hay nada aquí que me agrade, todo es de alta cocina y otros tienen nombres que nunca he escuchado. __ Ya decidió.

__ Tienen en su enorme cocina unas papas con hamburguesa. __ El mesero me mira raro, da media vuelta antes de decir ahora vengo. __ Debe de pensar que estoy loca.

Sonreí, jugueteé unos segundos con el menú hasta que escuché algunas voces del cuarto de al lado; pensé que estos cuartos eran a prueba de sonido.

__ Ya escuchaste, dicen que la reina ha vuelto. __ Su voz es muy gruesa y la escucho ahogada; supongo que debe estar bebiendo.

__ La vieron caminando por las calles del mercado; ella es de la realeza; no entiendo por qué no fue con guardaespaldas. Aunque sea una leyenda, debe respetar las éticas. __ Por personas como ellos, el consejo de pacotilla se cree superior. Acaso las personas que pertenecemos a la realeza somos inútiles que necesitamos personas a nuestro cargo.

Espero que no hablen más fuerte. Ya me hartaron con su conversación inservible.

__ Disculpe, le he traído su orden. __ Si fuera un enemigo, este mesero me hubiera matado. No sé a qué hora entro al cuarto.




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