Con la aparición de su loba, Lira sintió que el mundo comenzaba a cambiar. Pero no todo sería tan sencillo como había soñado. Su regreso a la manada, con una nueva fuerza en su interior, no fue recibido con alegría. Al contrario, sus enemigos ahora la miraban con temor y sospecha.
La bruja, que siempre había permanecido en silencio sobre el pasado de Lira, decidió finalmente contarle la verdad.
—No eres una loba ordinaria, Lira —dijo la mujer, sus ojos oscuros brillando con un destello inquietante—. La razón por la que tu loba tardó tanto en despertar no es porque seas débil. Es porque dentro de ti se esconde un poder que pocos comprenden, un poder que algunos temen y otros desean destruir.
Lira escuchó con atención, su corazón latiendo con fuerza. Según la bruja, sus padres no la habían abandonado en el bosque. Habían sido asesinados, y Lira había sido escondida para protegerla.
Pero, ¿protegerla de qué?