Era cautivador, de lectura hábil, conocedor de ciencia, ella lo admiraba como algo grande.
Poco a poco la comunicación entre ellos creció y comenzaron a llevar una buena relación de amigos, el tiempo pasaba y la intriga de saber que es lo que la atraía a él era más fuerte.
Era su gran conocimiento?
Era su forma de ser?
La intriga la apacionaba, era exquisito querer revelar sus secretos y llegar al fondo de la intriga que la mataba.
A mediados de mayo, cuando ella lo miraba detenidamente en clase, sintio una fuerte oleada fresca; que la dejo con una sensación de escalofrios ¿que era esa sensación?
Luego al levantar la mirada, y verlo a él sintio un click en las miradas
¿Por Dios será que me enamore?
Dijo para si misma Elizabeth.