Capitulo 8

Me desperté sintiéndome un poco incómoda. No en el sentido de que la dureza de la montura me entumeciera la mejilla y me oprimiera el hombro, sino de un modo interno. Moral... Abrí con cuidado el ojo izquierdo, el «superior», y me quedé ligeramente aturdido... Mis dos luchadores estaban allí de pie, mirándome a mí y luego al cielo a su vez. Luego, el uno al otro. Se encogen de hombros y vuelven a empezar. A mí... al cielo... a mí... al cielo... Incluso estaba un poco confuso por la mañana. Pero no por mucho tiempo. Recordé la última orden y me di cuenta de que no se atrevían a violarla. Ordené que no les molestaran. Según la costumbre campesina, deben haberse levantado mucho antes del amanecer, y no entienden lo que le pasa a su padre-comandante. El sol ya ha salido y estoy jadeando como un jornalero. Vale, no atormentaré a los pobres. He tenido una buena noche de sueño.

- Descansen, águilas... Gracias por su servicio.

- Con nuestros respetos, padre. «¿Cómo has descansado?» Ambos sonrieron tan felices como si hubieran visto una cabeza de azúcar.

«No, hermanos conejos, ese no es el camino... Prescindamos del voluntarismo en la unidad contable, de lo contrario, primero cerveza sin alcohol, luego una mujer de goma, y luego algo peor... la anarquía es la madre del orden. O, Dios no lo quiera, un presidente que sea un fraude. Y si de alguna manera puedo hacer frente a la anarquía, puedo perder fácilmente las elecciones para el puesto de atamán. O tendré que contratar tecnólogos políticos y encontrar dinero para la campaña electoral. Y mucho... Y no estoy en el negocio del petróleo y el gas, y ni siquiera hago series de televisión, así que no tengo dinero extra. En definitiva, mucho jaleo y desánimo. Saludos desde la vida real. A la mierda y otra vez a la mierda.

- Así es, tontos del rey de los cielos. ¡Escuchad! Lo he dicho una vez, no lo repetiré. Ya no caváis en el estiércol de vuestro padre y vuestra madre, ¡ahora sois una unidad de combate! Y yo soy vuestro comandante. Y si os doy una orden, tenéis que obedecerla: «¡Estamos encantados de intentarlo!», “¡Sí, señor!”, “Se hará”, o “¡De ninguna manera!”. ¿Está claro?

- «¡Sí, señor!» dice el más ancho, Quarter.

- «¡Absolutamente no!», Piggy se frena claramente.

Los chicos se miran y gritan al unísono:

- Lo haremos. ¡Estamos encantados de intentarlo!

Ah, aquí está la cosa. El tribunal lo entiende todo. La fuerza no es necesaria. ¡Oh, lo recuerdo! «Después de la pelea de ayer, el 'secretario' dijo que algunos de mis luchadores merecían ser promovidos. Tenemos que mirar esto. De lo contrario, voy a terminar con la misma situación que con mi segundo nivel.

«Interfaz. Escuadrón»

Sí. Según el número total de puntos de experiencia ganados, puedo mejorar mis «guadañas» a «milicia». Y hay una opción. «Milicia con mosquete» o “Milicia con lanza”. Hmm... Un caso difícil. El mosquete, por supuesto, será más letal, pero con su inteligencia. O se disparan ellos mismos o me disparan por la espalda. Accidentalmente, por supuesto. Y con una lanza, los campesinos se sienten mucho más cómodos. Y me gustaría ponerlos a caballo para que viajen más rápido. Pero es poco probable que un mosquetero se convierta en jinete. No es el tipo adecuado de tropas. Con sus obuses, te tirarán de la silla al primer disparo. Quizá me equivoque, pero no hay nadie a quien preguntar. Tengo que estudiarlo todo por el método científico de señalar con el dedo. Está decidido.

«Ascenso a milicia con lanza. Aceptar. Quitar interfaz».

¡Oh! Eso es una cosa completamente diferente. Los chicos inmediatamente pusieron una apariencia más respetable. Se levantaron. Se vistieron. Cambiaron sus zarpas por zancos. Aún no son guerreros profesionales, pero tampoco son vagos de pueblo.

- Bien hecho.

- Estamos felices de dar lo mejor de nosotros.

Hmm. Parece que también han ganado más inteligencia. Tendré que trabajar en este tema con más detalle más adelante.

En general, es lógico que si puedo mejorar con cada nuevo nivel, el resto de los persas también debería cambiar. Según una especie de lógica interna del juego. Quizá fue un error renunciar a los mosquetes. Es probable que las armas vinieran con las habilidades correspondientes. Pero no importa. El juego acaba de empezar... Ya tendré tiempo de comprobarlo.

¿Qué más dejaste para mañana? Sí... el botín. Veamos qué nos tienen preparado los ladrones. Nada especial. El sombrero es un poco más decente que mi «Protección de cabeza +6», y el resto sólo sirve para dárselo a los viejos o para chatarra. Sin embargo, un poco de dinero hace mucho... Y un penique extra no nos vendrá mal. Nos lo llevamos... Siempre que haya sitio en las maletas y la capacidad total de carga lo permita.

Una vez que tomé la decisión, toda la pila desapareció. Es un negocio rentable. En la vida real, todos tendríamos que llevar estas cosas, incluido el caballo, en nuestra propia joroba. Y aquí, una vez, todo está en el inventario. Así que también merece la pena acordarse del desarrollo de la logística y desarrollarla siempre que sea posible. Algún día te encontrarás con cosas más valiosas, y no tendrás dónde ponerlas.

- «Bueno, águilas, ¿seguimos?

- Como usted ordene, padre.

- Entonces sigamos. Aún queda un largo camino hasta Smolensk.