Capítulo 42

«¡Victoria! Tus relaciones con el Khanato de Crimea se han deteriorado hasta la sospecha -12. Has ganado 840 táleros. Has ganado 960 puntos de experiencia. Has compartido 650 puntos de experiencia con tu escuadrón. Ahora estás en un nuevo nivel. Algunos de tus luchadores han ganado un ascenso. Has encontrado la armadura de élite «+44 protección corporal, +16 protección de piernas».

¡Vaya! Así que eso es lo que brillaba tan atractivo en el Kara-Murza. Lo tomaré con ambas manos. Junto con el mural. No tuve tiempo de huir. Cuando la segunda «paloma mensajera» fue derribada por mis «halcones», mi suegro decidió probar la velocidad de las patas de su propio caballo. Pero mi hermana Iridia montaba mejor. Y la amazona no sólo alcanzó a Murza, sino que lo derribó de la silla con el extremo romo de su lanza. En otras palabras, lo capturó.

Tras un ejemplo tan claro de nuestra superioridad, los kapi-kulu supervivientes arrojaron sus espadas y se arrodillaron.

Por desgracia, esta vez hubo algunas bajas: murieron los dos voluntarios, un miliciano y un cosaco acorazado. Otros seis cosacos, diez aldeanos y Melissa resultaron gravemente heridos. Melissa, según me contó Viktor, se clavó una flecha en el costado cuando desviaba una lanza dirigida a mi espalda. Maldición... Ni siquiera me di cuenta. Pero lo tendré en cuenta. Si todo es tan serio, la mejor armadura después de la mía será la de ella. El resto tenemos rasguños, pero de hecho, todos fuimos golpeados. El equipo médico tendrá algo que hacer. Los reforcé con Kirill a tiempo. Al mismo tiempo, veremos qué puede hacer el amante de las sanguijuelas y las pociones fortalecedoras.

En general, a pesar de las pérdidas, el resultado de la batalla fue impresionante. 18 kapi-kulu y el propio Kara-Murza fueron capturados. Liberamos a 12 circasianos, 16 cosacos registrados, 13 cosacos del pueblo, 15 milicianos, 22 campesinos y 38 campesinas. Además, conseguimos un rebaño macizo, un rebaño pequeño y diez carros con diversos objetos de valor.

Sí, hermanos, esto no es calderilla...

Fue ahora cuando me di cuenta de que la señorita Agnieszka era un verdadero tesoro. Sin sus habilidades logísticas, habríamos tenido que dejar atrás la mayor parte de la mercancía. En primer lugar, la unidad está creciendo, y tenemos que llevar cada vez más suministros con nosotros. No se puede ganar mucho con el estómago vacío. Y en segundo lugar, cada vez me encuentro con más armaduras o armas buenas que aún no cumplen los requisitos ni míos ni de mis compañeros. No tendría sentido tirar o vender esas cosas, pero se necesita un lugar donde llevarlas.

Casi me olvido de lo más importante... De quién bajó tan oportunamente de la montura al segundo mensajero. O al tercero, si quieres contar.

Resultó que Fedot había regresado. Con sus habilidades de rastreador, no fue difícil encontrarnos. Así como mantenerse fuera de problemas. Al principio, el tirador pensó que atacaríamos al amanecer, si acaso, pero tomó una posición cómoda y esperó su momento. Además, trajo consigo a dos de mis guías: Chetvertak y Pyatak. Me di cuenta de que las mercancías y el dinero que había entregado a Polissya no iban a ser los últimos. Y ya no estaba en condiciones de servir como mensajero. Y Nastia parecía estar embarazada. Así que no quería volver al pueblo. Me lo explicó, frotándose involuntariamente el pómulo.

Estoy de acuerdo. Toxicosis será peor que una espada Basurman. Y aún peor - impredecible...

Los chicos mostraron alegría de todas las maneras posibles, sobre todo porque merecían ser ascendidos, por su participación en la batalla y por la experiencia que habían adquirido. Inmediatamente los transferí a los Eleares* [*un tipo de caballería ligera. El siguiente nivel son los guardabosques o los dragones]. Y estaban tan contentos que se tomaron la orden de regresar a Polissia como una recompensa. Era una oportunidad para lucirse con una capa nueva delante de las chicas... Sobre todo porque por primera vez iban a la cabeza de un convoy. También les confié casi todo el oro que había conseguido reunir de nuevo. Exactamente dos mil quinientos. Como era de esperar, salvo unos pocos aldeanos que eligieron el Porohy, el resto decidió por unanimidad trasladarse a mi pueblo. Para acompañarlos, asigné cosacos del pueblo y registradores. Con la condición previa de que luego decidirían por sí mismos si se quedaban o regresaban a sus regimientos.

Incluso antes del Porohy, tanto los milicianos como 6 campesinas expresaron su deseo de marcharse. Así que, después de todas las perturbaciones, se quedaron en el destacamento: Fedot, Mamai, Irydia, Melisa, Oksana, Viktor, la señorita Agnieszka y Kyrylo. También había 13 circasianos y 15 cosacos acorazados.

Los cosacos acorazados podían desarrollarse de dos maneras: siguiendo la línea de la experiencia (experimentado, veterano, élite) o convirtiéndose en camaradas del estandarte de los húsares alados, lo que les proporcionaba mejores armaduras y armas, pero congelaba sus habilidades personales en el nivel de «experimentado». Resulta que los circasianos podían ascender a piatigorskis. Y eran ascendidos a lo largo de la línea de experiencia, hasta la «élite» incluida.

«Querida mamá, ¿qué será al final? ¿Un acorazado blindado? Aunque si recordamos que las tropas de élite de los tártaros tampoco están repletas de nukers, me vale.

Así que, treinta y siete unidades, incluyéndome a mí... ¡Es impresionante! Pero con semejante ejército, nosotros... nosotros... Ni una oportunidad. Hasta que nos deshagamos del botín, es una pérdida de tiempo atacar los convoyes. Por lo tanto, tenemos que vender los bienes y yasyr en algún lugar con urgencia. ¿Cuál es el mercado más cercano? Mm-hmm. En Ak-Kermen... Genial. Así que nos están esperando allí.