Loca, sexy y pelirroja [2]

Capítulo 1

Capítulo 1

 

En la actualidad.

Julieta

Ese momento en el que te sentís en paz y relajada, estaba en mi habitación en ropa interior mientras fumaba un cigarrillo. Recuerdo la noche de ayer y fue una locura, entre un par de copas, termine enrolándome con un chico en el baño del club.

No digo que mi vida es un asco, sino que es algo complicada de entender a veces. Muchos dicen que soy una descarriada por  no tener la vida convencional que todos quieren que tenga. Pero eso ese no mi problema, yo creo que mi vida es perfecta tal y como esta.

Trabajar en mi línea de ropa, y los fines de semana  ir a fiestas y cocteles. Para conocer hombres, tan solos como yo, que buscan calor humor por una noche o avecés dos.

El tiempo que me sobra lo paso con mi amiga y mis dos bellos ahijados, la verdad ellos me hacen la vida más alegre.

Mi pequeño Ariel es tan bello con 5 años .Es una hermosa copia de su papa y su mama. Y el pequeño Brandon es igual a mi amiga Ada. Solo que tiene los hoyuelos de   mi primo Carlos. Ellos son mi todo, siento felicidad plena cuando estoy rodeada con ellos.

Miro el techo de mi habitación, me incorporo de la cama y apago el cigarrillo. Sé que está mal fumar, pero avecés me tranquiliza y me quita  la ansiedad. Me pongo una bata de encaje blanco  que me cubre apenas el culo, y salgo a mi balcón para apreciar  la vista de la ciudad.

Suspire con pesadez, mientras veía la luz amarillenta del sol esconderse tras los edificios. Aunque este rodeada de mi familia, casi siempre me siento sola, como si algo me faltara. Por instinto toco mi vientre y suspiro, algo me falta.

Suena mi celular en mi habitación. Miro el identificador, era Carlos.

 - Hola.-Lo saludo animada, me hace bien hablar con él en estos momentos de melancolía.

- Hola Julieta- Me saludo el animado.

- ¿Que sucede cara de pene?- Le pregunto riendo.

- ¿Cómo que cara de pene?-Se ríe el.-Te hablo para decirte que planeo algo para el cumpleaños de mi esposa y quiero que  me ayudes. Si puedes venir en media hora para que hablemos.  

- Si allí estaré.-Digo feliz.-Te quiero primito.

 - Yo igual prima. –Dice el.- Espera, Brandon te quiere saludar.- Escucho que se mueve y algunas risas- Hola tía. –Dice la vos chillona y dulce de mi querido sobrino ahijado.- Te abo  tía.

- Hola amor de la tía, sabes que te amo más.-Digo con una sonrisa en los labios, escucharlo hablar hace que mi corazón se derrita de amor.

- Yo más, ven a casa por fii. – Escucho como grita al otro lado de la línea.-Sera mejor que vengas Julieta, alguien tiene tiitisaguda.

- Ahora voy,

Cuelgo y me voy a tomar una ducha, mientras el agua corre por mi cuerpo. Me pongo a pensar, en lo afortunada que soy por tener a estos niños en mi vida.

 

***

Llego a la casa de mi primo, un poco tarde, pero en mi defensa  pase por una juguetería y no me resistí  y le compre un auto a Ariel y una pelota a Brandon. Soy la tía que los malcría y los consiente, es que bueno ellos son mis pequeños niños y para que estoy si no es para eso.

Salgo del auto con los dos  regalos y camino hasta la entrada de la casa de mi amiga. Dejo los regalos en el suelo y golpeo la puerta.

Espero unos minutos y me abre mi querido primo.

- Juli.-Dijo feliz él.

- Carlos.

Nos damos un fuerte abrazo.

- ¡Tiaaaa!-Escuche gritar a mis sobrinos, quienes se vinieron corriendo a abrazo.

- Amores míos.- Digo, mientras me pongo a su altura y extiendo los brazos para abrazarlos.

- Les traje algo.-Digo feliz.

-¡sí!-Gritan ellos felices.

-Julieta, malcrías a mis hijos.-Se queja  Carlos.

-Para eso estoy.-Digo sacándole la lengua y el niega con la cabeza.           

Le di  su auto a Ariel, él se lanzó a mi cuello con sus manitas y me abrazo.

- Gracias  tía, sos la mejor del mundo.-Dijo dándome un beso en el cachete.

- De nada bomboncito mío.-Dije devolviéndole el beso.

-¿ Pa mí?- Me pregunto Brandon.

- Para vos Brandon una pelota.-Digo mientras saco el regalo de atrás de mi espalda.

- Sí, pelota para mi.-Dice saltando feliz, con el juguete en la mano.

Me sentí tan bien , viendo a los niños reírse con sus juguetes.

- Julieta ya hablamos nada de consentir de más a los niños- Me regaño Carlos.

- Soy la tía, yo los tengo que consentir.

- Tía... ven...- Me jalo el vestido Brandon. Me llevo hasta el patio en donde estaba Alexander.

Uf ¿También a él lo llamaron? La verdad, las cosas con Alexander han estado tensas desde el encuentro sexual, aunque hablamos y dijimos que lo que pasó no lo diríamos nunca y sería un secreto. Pero noto una cierta hostilidad entre nosotros.

- Alex mira  peota - dice Brandon, mostrándole el juguete nuevo.

Alexander se da vuelta y me mira sonriendo. Yo no le devuelvo la sonrisa.

- ¿Quién te la dio?- Le pregunto Alexander  a Brandon.

- Mi tía Juli.-Dijo el pequeño sonriendo, se le marcaban los hoyuelos es están adorable.

- Si su tía y madrina favorita, le regalo a sus dos sobrinos juguetes.- Digo sonriendo.

El me miro sonriendo. Sigue siendo sexy. Pero no me volveré a acostar con él.

Ja ¡ni tu misma te la crees! Dice mi conciencia.

- No deberías consentir mucho a mi hijo y a mi ahijado.-Se quejó Alexander.

- ¿Disculpa?- Le pregunté descortés.
 

¿Quién se cree para decirme eso? Le blanqueo los ojos y lo miro molesta.

- No te lo tomes a mal, pero cumplir todos sus caprichos... No es bueno.-Dice el mirándome serio.




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