Loca, sexy y pelirroja [2]

Capítulo 3

Capítulo 3

Julieta.                                                             

Con mis labios pegados a los de él, su lengua entraba por mi boca haciendo estragos. Mis manos descendieron por su espalda y al llegar borde la  remera se la quite, dejándolo desnudo. Su torso estaba bien tonificado, dejo de besarlo en la boca y bajo desde el cuello hasta su  torso, hago un pequeño camino de besos hasta la zona en V, lo miro desde abajo.

- Julieta.- Jadea.

Vuelvo a subir y él me toma de la cintura y pega a él.
Aunque ambos estábamos en el sillón, me tuve que acomodar para sentarme en sus  piernas sin despegar sus labios de los míos.

Él sabía tan dulce algo que la verdad me atrapa. No sé qué tiene Alexander pero su sabor me embriaga.

El paso sus manos por mis piernas desnudas y  de un tirón me quito el vestido, dejándome solo con bragas (La suerte de tener pechos pequeños, es que no necesito usar sostén con cierto tipos de vestidos) Sus ojos se fueron directamente a mis senos desnudos, con una mano empezó a masajear uno de ellos, esto se sentía tan rico.

Empecé a  moverme sobre sus piernas, sintiendo el roce de su miembro duro. Ya no aguantaba más lo necesitaba dentro de mí. Empezó chupar y lamer una de mis tetas, mientras masajeaba a la otra.

-Oh.-Jadeo en un susurro. El muerde uno de mis pezones haciéndome que me ahogue en un grito. - Quiero que entres en mí.- Digo con la vos ronca.

El deja mis senos  y besa mi cuello, traza un pequeño camino hasta mi boca.

-Repite eso nena, dime que me deseas.- Gime, el.
La forma en la que su lengua se movía en mi  boca, me hacía creer que tenía un mensaje oculto en mi cuerpo que solo recibía cuando sus carnosos labios me tocaban. Empecé moverme de vuelta rítmicamente sobre su pene, el cual estaba duro y deseoso de salir del pantalón.

- Te deseo, dale ya no soporto. –Digo mientras  con una mano intento desprenderle el pantalón.

El tomo mis muñecas y las puso en su boca besando mis dedos. Pero manteniendo inmovilizada mis manos.

- Ruega me que te haga mía.- Dice en un jadeo, niego con la cabeza.-Vamos pelirroja, tanto vos como yo lo queremos y no lo puedes negar.

Levanto mis muñecas por arriba de mi cabeza e inclino su boca hacia mis senos besando y chupando. Por Dios, quiero que me haga suyo y que me dé bien duro. P ero no le voy a rogar, tengo un poco de autocontrol.

Saque rápido mis manos de su agarre y lo tome su cara entre mis manos besándolo con pasión, él puso las suyas en mi espalda pegándome más hacia él.

 Cuando él estaba tan metido en el beso, debo admitir que me costó horrores poder separarme de él,  baje mis manos a su pantalón y los  baje de un golpe.

- Oye eso es trampa.- Dice.

 Antes de que siguiera hablando. Lo volví a besar, pero esta vez .Tome su miembro sacándolo del bóxer y empecé a estimularlo, subiendo y bajando.  Sus gemidos eran callados por nuestros besos.

Sé que él estaba tan deseo como yo, de que me lo hiciera.

- Hazlo Alex.-Digo entre gemidos cuando el  mete uno de sus dedos  por debajo de mis bragas.- Ah… Sé que lo quieres.

Él no decía nada, así que decidí usar una táctica con la que seguro no me iba a decir que no. Saque su mano de dentro de mí, y baje  un poco su bóxer y me ti su hinchado pene a mi boca. Sus gemidos llenaban el lugar, punto para mí.

- A la mierda la cordura.- Dice el, me toma por lo hombro y me besa.

- Vamos a mi cuarto.-Susurro contra su boca.

No dije más, el me cargo como una princesa y se sacó las zapatillas.

Entramos a pieza, me toma de las piernas enrollado las en su cintura.

Mis manos estaban en su pelo, mientras tiraba del mismo.

Me acostó en la cama. Y mientras besaba desde mis tobillos hasta los muslos.

Era una sensación tan placentera y magnifica. Lo miraba mientras seguida dando besos.
Por mis muslos hasta llegar cerca de mi vagina, para ese momento cabe decir que estaba húmeda, sus besos siguieron por mi vientre haciendo me sentir cosquillas. Este maldito está torturándome, sabe que lo quiero dentro de mí.

- Alex.-  Gemí.
Al sentir su escurridizos dedos tocar mis partes más sensibles, solté un gemido. Empezó a meterme sus dedos, haciéndome ver estrellas, sentía cerca el orgasmo, mis pierna se tensaban y mi cuerpo se sacudía. Una oleada de placer  hizo estremecer a mi cuerpo, haciéndome llegar en un rico orgasmo.

- Uno de muchos, nena.-Dice besándome los labios.

 - No sé qué tienes Alexander pero terminarás volviendo me loca.-Digo entre gemidos y vuelvo a unir nuestras bocas.

 

Bajo mis manos por su espalda, haciendo presión por su omóplato.

Con mis manos  aprieto su trasero. (No es muy nalgón como me gusta)  Y hago presión para sentirlo  cerca de mi muy sensible entrada.

No me preocupe por el condón ya que tengo DIU, desde hace 2 años.

Él se acomodó entre mis piernas y de  manera suave entro dentro mí. Las embestidas eran suaves, hasta que empezaron a ser más rápidas y duras.  Nuestro gemidos llenaron el cuarto, clavo mis uñas en su espalda y muevo mis caderas en la misma sintonía en la que Alex movía las suyas.

- Dios...Julieta

Lo bese de nuevo.

Sus manos viajaban por mi cuerpo y tomando me a su antojo.

Me sentía tan excitada ambos lo estábamos, llegamos al orgasmo juntos.

Él se tendió a mi lado y me abrazo por la cintura.

- Estuviste grandiosa – Acomodo mi cabello pelirrojo, el cual estaba desastroso, y beso mi frente húmeda por el sudor.

- Y tu también.-Digo acomodándome, para verlo de frente. Me doy vuelta y quedamos pegados torso con torso.

- Lo podríamos repetir...No quiero que vuelvan a pasar 3 años más hasta que por fin quieras tener sexo conmigo.- Se quejó riendo.




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