Capítulo 7

Capítulo 7

Alexander.

No lo podía creer Julieta ¿Casada? O más bien ¿Divorciada? No puedo todavía entender esta locura. Un matrimonio no es algo que se pueda ocultar  así como así.

Salgo de mis pensamientos cuando escucho a Fabián llamar puta a Julieta. La sangre mi hierve por las venas y me hacen hacer algo impropio de mí.

Junto mis dedos en un puño y antes de que me dé cuenta, mis nudillos impactaron contra el pómulo de este idiota. El cual no tardo en levantarse, y debo admitir que me duele mucho la mano.

- ¿Qué te pasa?- Me pregunto molesto Fabián. Mientras me hace frente, me mira irritado.

No es tan alto lo paso por algunos centímetros,  tiene ojos verdes y el cabello castaño.

- No le vuelvas a faltar el respeto.-Digo enojado pero más calmado que antes, no quiero tener que recurrir a la violencia.

- ¿O qué?-  M e pregunto y con su dedo angular golpeo mi hombro.

¿Que se cree este intento de ser humano?

- Basta chicos – Dijo Julieta, quien se pone al medio de los dos. Gracias a su intromisión, no lo volví a golpear (Para suerte de mis nudillos)

- Vamos – Le digo en tono amable a Julieta.

Ella asintió, caminamos hasta el auto y estas ves Fabián no nos siguió.

En el auto íbamos los dos callados, sin que ninguno emitiera un sonido. Solo se escuchaba la música de la radio.

- ¿Por qué no me dijiste que estabas casada?- Le pregunto rompiendo el silencio. Ella me miro por un segundo y luego suspiro.

- Porque es algo de lo que no me gusta hablar.-Dice mirando por la ventana.-Solo mi jefa, Ada y mis padres lo saben. Y ahora tu.-Dice con ironía.-Es uno de esos errores de lo que es mejor callar y olvidar.

Tengo muchas dudas.                                      

¿Cuándo se casó?
¿Por qué se divorciaron? ¿Qué demonios hace ese tipo Allí?

- Si te digo la verdad tengo muchas dudas.- Le dije sincero mientras doblaba en una esquina.

- Ya lo sé, pero hoy no estoy para dar explicaciones. La verdad fue un día muy largo.- Se quejó ella.
Veo de re ojo como ata su cabello colorado en una coleta bien alta.

- ¿Por qué ?- Le pregunto.

- Porque el nuevo fotógrafo de las modelos por un tiempo será Fabián...Esto parece karma, de algún pecado del pasado – Dice ella abatida.

 No puedo evitar reírme, por lo que ella me lanza una mirada mordaz.

Pero igual me preocupa ¿Dejaremos de ser amigos del sexo porque su ex este por ahí en su trabajo?

Yo más que nadie sé que se siente tener a tu ex trabajando contigo.

Muchos sentimientos  encontrados. ¿Ella lo seguirá queriendo?

Por como habla de él lo dudo, pero uno nunca sabe. No es como si me importara que ella deje de tener sexo conmigo (Aunque un poco sí).

 - Y ¿Esto de que tu ex este trabajando con vos, hace algún cambio en nuestra relación de amigos del sexo?- Le pregunto.

Escucho una risa de su parte.

- No, para nada. Fabián dejo de ser alguien importante para mi hace mucho.

Ella lo dijo, como si se tratara de un novio de la primaria y no su ex marido.

Digo yo tarde años en superar a Ada o más bien intentarlo y eso que solo fue mi novia. Pero la diferencia debe ser que para mí Ada fue el amor de mi vida y capaz que para ella Fabián fue un capricho. Ya que  el antes mencionado, tampoco muestra mucha simpatía por la pelirroja.

- ¿Enserio no te importa?- Le pregunto estacionado al frente de su edificio.

- Para nada - ella me mira con una sonrisa coqueta.- Tampoco interfiere en nuestra relación de amigos del sexo.

Sus labios carnosos se ven, tan deliciosos.

Tengo una ganas de besarla me inclino, rozo nuestros labios con delicadeza.

Ella pone su mano en mi pelo, y me acerca a su boca.
Sus labios tibios encajan perfectos con los míos, su lengua hace una perfecta sincronía con la mía. No sabía cuánto había necesitado su boca, hasta ahora.

Era uno de esos besos que te deja sin aliento. Al separarnos, ambos nos miramos a los ojos.

- Que bien que no afecte nuestra relación.- Dije riendo.

- Si – Ella está por bajar del auto pero antes de irse , se inclina en la venta del auto. - Buena idea presentar te como mi amigo del sexo.

Me guiño un ojo y sonrió.

Cuando ella entro al edificio me encaminó hasta la casa de mi hijo.

Pero ahora no dejo de pensar en los labios de Julieta y en su delicioso sabor.

 

Fabián

Entro a mi departamento y dejo mi cámara en la mesa de la cocina.

Busco una refresco y me siento en el sillón, prendo el tele .Pero no tengo ganas de ver nada así que lo dejo en cualquier canal.

Yo sabía que la iba a ver allí, por eso tome el puesto de mi amigo. Hacía casi dos años que no la veía, sigue tan hermosa como lo recordaba.

Pero no creí que ella  tuviera un amante y tampoco creí  que el chico tuviera tanta fuerza como para golpearme. Me toco el pómulo, esto dejara un moretón. Maldito niño de papi, se nota a lo lejos que también es de su mismo nivel social. Eso es lo que siempre le importo a ella, el nivel la clase y el dinero.

 Miro al techo frustrado, todo sea por el dinero. Pienso, estar en esta empresa hace que mis contactos suban y con ellos el trabajo, así que verla  a Julieta solo es un pequeño precio que debo pagar.

Paso mis manos por el pelo, no me tengo que desconectar. Ella es una chica más , ya no te interesa  me repito a mí mismo.

Tomo un trajo a mi botella, todavía me acuerdo cuando nos mudamos juntos.

En mis manos traía las incontables  valijas que Julieta se llevó a la luna de miel.

Ahora estaríamos llegando a mi casa .No es un lugar  muy grande es un departamento con cocina comedor, una habitación un baño y un pequeño patio trasero. Sé que mi esposa está acostumbrada a cosas más caras, pero poco a poco tendremos todo lo que ella quiera.