Capítulo 11
Alexander
Faltaban quince minutos para ir a buscar a Julieta.
Tenía el regalo de Ada preparado, unos libros le compre una saga llamada "Lux" de un extraterrestre sexy o algo así. Quiera o no Ada es una adolescente en el cuerpo de una mujer.
Aunque quiera, hay cosas que no puedo olvidar. Siempre recuerdo cosas que le gustaban a Ada, ella es mi primer amor y sé que siempre la voy a amar, pero tengo que superarla.
Era tan difícil poder olvidarla con diferentes chicas noche tras noche. Hasta le escribí cartas diciendo lo que sentía, pensaba que de esa forma podría superar todo.
Pero todo cambio cuando me acosté con la pelirroja más sexy y bella de todo el planeta.
Culpa de ella ya no tenía tantos problemas para olvidar a Ada, mi mayor problema es no enamorarme de Julieta
Porque sé que ella no quiere una relación seria conmigo. Sé que ella solo quiere sexo y está bien no todas las mujeres quieren una relación seria. Y por mi mejor, ay que no quiero una relación con la mejor amiga de mi ex novia.
Aunque eso nunca me importo a la hora de estar con ella.
Miro mi reloj, es hora de ir a buscar a la pelirroja.
Aparte le preguntaré si quiere ser modelo en mi campaña. Por qué ¿Otra pelirroja es más linda que ella? Respuesta: ninguna.
Salgo de mi departamento con el regalo en la mano.
Y me dirigí a la casa de Julieta.
Esa chica aparte de ser muy hermosa, es también algo no sé cómo describirlo...Amante de los lujos o muy conformista por así decirlo.
Sé que yo igual soy algo así ya que crecí rodeado de lujos y muchas comodidades.
Pero no creo vivir tanto al extremo como ella.
Pero cada quien hace lo que quiere con su vida.
Llego hasta al departamento de Julieta y la llamó por teléfono.
- Hola pelirroja estoy abajo.
- Dale ahora salgo feo.
- Fea tú.
- No acá el único feo eres tú.
Antes de que pueda contestarle ella ya me había colgado.
Me rió, esta chica está loca.
Veo a Julieta salir de lujoso edificio llevaba un vestido hasta arriba de las rodillas que le quedaba hermoso.
Me di cuenta de que ella ama los vestidos, siempre tiene uno para cada ocasión.
Entro al auto y me saludo.
- Hola feo.
Me acerque a ella y la bese suavemente.
Ella tomo mi cara en sus manos para profundizar el beso, la tomo de la cintura y la acerco a mí.
- Sí que besas bien.-Le digo dándole un pequeño beso y separando me de ella.
- Ya lo sé, soy la mejor besadora de todas.
La miro a los ojos, ella sonríe .Creo que tengo la cara de un tonto.
- Besas como un ángel pelirroja- Sonrió y cuando la veo colorada. Me doy cuenta de lo que dije. Creo que estoy pasándome por mucho en la parte de solo ser amigos con derechos. Me acomodo en el asiento y miro hacia adelante.
- Ya cállate y vamos.-Dice con una sonrisa.
- Siempre tan amable.-Digo rodando los ojos.
Ambos nos reímos.
El trayecto hasta la casa de Ada fue tranquilo. Entre risas y hablar un poco del trabajo.
Bajamos del auto. Y apenas golpeamos la puerta mi hermoso bebe Ariel corre hasta mi abrazando me.
- ¡Papa!
No puedo explicar la sensación que tengo cuando mi hijo corre hacia mí y me dice papa.
- Hola mi campeón.
Lo levanto del suelo, y lo abrazo.
- A tu madrina y tía favorita no le decís nada.- Se quejó Julieta haciendo pucheros.
- Tía te amo- Dice mi hijo tendiendo sus brazos a Julieta .Quien lo toma contenta dándole besos.
- Alex- Dice Carlos.
Quien tenía al pequeño Brandon en brazos, ese niño era una mezcla entre Ada y Carlos. Tenía sus hermosos ojos verdes iguales a los de ella. Creo que fue esa razón ,por la que me enamore de ese pequeño y lo quiero lo cuido tanto.
- Carlos – Nos saludamos con un fuerte abrazo.
Me caes bien Carlos, es un gran tipo, y me alegra que cuide de mi hijo y de Ada. Avecés si le tengo envidia, porque ella supo cuidar cuando yo no lo supe hacer.
- Que bien que hayan venido .¿ Vienen juntos? –Nos preguntó confundido.
- Si primito, el descerebrado de Alexander me trajo – La mire con cara de ¿Que rayos?
- Si la descerebrada pelirroja me obligo que la traiga- Dije riendo y levantando las manos en son de paz.
Julieta me piso el pie.
- ¡ Auch¡-Me queje y agarre mi pie.
- Papa, no pelees a mi tía – Se queja mi hijo. Creía cuervos y te sacaron los ojos, pensé.
- Ariel, ¿te pones del lado de la pelirroja?- Lo regañe a mi hijo.
- Si papi- dice el, besando la mejilla de Julieta.
Miro a mi ahijado.
- Brandon, ¿tú de qué lado estas?-Pregunto con la esperanza de que el pequeño me elija.
Brando me miro a mi y luego a Julieta.
- ¡Tía!- Dijo él bebe.
Haciendo nos reír a todos.
- Traidores.-Digo haciéndome el enojado.
Entre risas entramos a la casa en donde estaban los padres de Ada a quien salude que con cortesía, era de más saber que no les caigo muy bien.
Salude a los padres de Carlos, a los cuales les caigo bien. Después de todo, estamos asociados.
- Padrino, vamos a jugar- Dice la pequeña vos de Brandon.
Lo abrazo.
- Vamos.-Digo despeinando su cabello.
Nos vamos al patio y buscamos una pelota de Fútbol.
- Juguemos a los penales - le dijo.
El asiente. Empezamos a jugar, no es nada malo para su edad
Puede que mi ahijado sea el futuro Leonel Messi.
- Papa yo quiero jugar - dice Ariel, que venía al lado de Julieta
- No, vos me peleaste – Le saco la lengua. Muy maduro de mi parte.
Mi hijo me ve con cara de perrito y se larga a llorar.
- ¡Papi no me quiere!- Grito llorando.