Loca, sexy y pelirroja [2]

Capítulo 15

Capítulo 15.

Alexander.

 Me despierto, abrazado a la mujer más hermosa de todas .Con sus cabellos pelirrojos esparcidos por todos lados.

Sonrió como tonto al acomodar unos mechones al costado dejando me ver su nariz y sus carnosos labios.

Esa sensación de plenitud  es rara, nunca la sentí con nadie. Ni con Ada o cualquier mujer con la que haya estado. ¿Ella sentirá lo mismo que yo? Sentirá lo que yo estoy sintiendo.

Beso sus cachetes y luego sigo besando sus labios en picos .Ella abre uno de sus ojos marrones  sonríe.

- Tan cariñoso hoy, me parece que pellizcar te el trasero funciona.- Dice ella sonriendo.

Paso mis manos por su cintura y la pego más a mí.

Ella me rodea con los brazos mientras me besa los labios.
Sus pechos están pegados a mi torso, mientras nos seguimos besando.

No se cómo explicar lo que estoy sintiendo, se siente parecido al amor.

 Bajo mi mano hasta su trasero y lo aprieto muy fuerte, haciendo que ella se queje y muerda mi labio.

- Sos insoportable.- Me dice mientras vuelve a besarme.

- Ya lo sé.-Ronroneo  riendo me.

Me quedo mirándola, sus ojos marrones resplandecientes.
Ella jugaba con mi pelo y me sonreía.

- Esto puede ser que  llegue a funcionar.-Dice acomodando un mechón de su cabello.

La mire sorprendida... ¿Está diciendo lo que creo?

Siento que mi corazón late a mil por hora. ¿Si es solo un juego? Una broma de mal gusto. No podría soportarlo.

- Quieres decir...-Digo ilusionado. No entiendo de donde me sale tanta fascinación por formalizar algo, pero ella esta arrasando con todo.

- No, no vamos a ser novios ahora .Si no que quiero que nos conozcamos bien .Quiero que esto funcione .Pero para que eso pase hay que ir de a poco.-Dijo algo dudosa, esperando mi reacción.

La miro sorprendido ella quiere empezar algo conmigo, lo está diciendo de verdad. No quiero que juegue así conmigo. Mi corazón se acelera, esto es tan confuso me siento como un adolescente.

- Trato, pasito a pasito suave suavecito.-Le dije riendo y ella me pego con su mano en mi cabeza - ¡Hey ¡

Paso mis manos por su cintura y la beso.

- Enserio te digo iremos de a poco.- Beso su nariz, su boca, su cachete y por ultimo su cuello y me quedo unos segundo respirando su dulce aroma.

-Lo sé, iremos de a poco.-La miro a los ojos- Serás mi novia pelirroja, algún día lo serás.

***

-Pasa me la salsa de tomate.- Le pido a Julieta.

Ella se acerca a mí con la botella de salsa .La tomo y pongo un poco en el sartén.

- No sabes lo sexi que te ves cocinando.- Comenta ella, sus manos pasan por mi espalda y me abraza.

No puedo evitar sentirme contento cuando  ella deja un beso en mi  espalda.

Me doy vuelta y la abrazo apoyando mi mentón en su cabeza, llevamos casi dos semanas conviviendo así, yo en su casa cocinándole y  haciendo el amor en su cuarto.

- Y vos no te das una idea de lo hermosa que te ves con mi remera.-Digo besando su frente.-Mi linda pelirroja.- Ella sonríe.

Nos quedamos unos segundos abrazados. Seguiríamos mas pero me acorde de la salsa  en el sartén. Por suerte no se quemó.

 Sigo preparando la comida, sé que a ella le gusta  cualquier cosa que lleve salsa, así que  le prepare lasaña.

Me muevo por la cocina como si fuera la mía, creo que yo use más esta cocina que Julieta. Saque unos  platos nuevos que ni uso tenían.

Mientras seguía cocinando   tocan la puerta.

- ¿Quién será?- Pregunta  Julieta caminando hasta la puerta. Miro sus piernas descubiertas.

- ¿Iras solo con mi remera puesta?- Le pregunte observando sus piernas.

- Ah sí, ¿Qué tiene? –Dice riendo. – Mientras no sean mis padres o Ada estaría todo bien.

- No, ven aquí Julieta.- Dije tratando de alcanzarla.

No quiero que nadie la vea así, así de sexy,  pueden que sean un poco de celos pero bueno es así.

Pero antes de siquiera poder alcanzarla, ella ya estaba abriendo la puerta.

Cuando llego a su lado, un hombre de unos cincuenta  años o más estaba mirando seriamente a Julieta. El hombre era un poco más alto que yo, tenía el cabello negro con canas y los ojos grises.

Miro a Julieta que esta roja como un tomate. ¿Lo conocerá?

- Hola papa.- Dice ella poniendo la mano sobre la remera.

- Hola hija, veníamos a invitarte a almorzar con tu madre.  - El hombre habla con una voz grave, sus ojos grises se cruzan con los míos. - Pero veo que está ocupada.-Dijo en tono amenazante, trague saliva con fuerza.

- Papa no sabía que iban a venir...- Empezó Julieta. Pero un grito chillón la interrumpió.

- Hijita que haces así vestida.  – Dice una mujer de unos cuarenta y tantos años. A diferencia de su marido tenía el pelo pelirrojo y era pequeña aún más pequeña que Julieta.- Esas no son fachas, adecuadas para una joven.-La regaña.

-Mama.-Dice ella rodando los ojos.-Estaba ocupada.

- Me doy cuenta. - Dice la mujer, mirando me.

Me escanea con su mirada .En ese momento recuerdo que estaba sin mi remera y ante su mirada atenta me sentía desnudo.

- No tienes mal gusto, Juli. - Dice la mujer, ambas sonríen - ¿Cómo te llamas apuesto jovencito?

Los tres me estaban mirando, me sentía súper incómodo. Como un adolescente cachado al momento de tener relaciones con su novia.

-  Soy Alexander Ambroni, un gusto señora.- Le estrecho la mano y ella me mira sorprendida.

-¿Eres el dueño de la empresa Sur de publicidad?- Pregunto la señora impresionada.

- No ese es mi padre, pero dentro de unos años seré yo cuando él se jubile.-La explicación mas incomoda que eh tenido en mi vida, necesito una remera, siento el frio en mis tetillas. La cara de ambos padres, se ilumina. Por otro lado Julieta esta seria.




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