Capítulo 16

Capítulo 16

Julieta

Son estos momento en lo que siento ganas de matar a alguien y ese alguien es Alexander.

¿Cómo se le ocurre decir que si a un almuerzo con mis padres? ¿No se da cuenta de que  ellos le pueden decir a Ada de lo nuestro?

Está bien que quiera empezar algo con él, pero no quiero que conozca de fondo a mis papas.

Sé que ellos lo van a aceptar con los brazos abiertos .Ya que tiene mucha plata, pero no quiero que el piense eso. 

Yo amo a mis padres, pero sé que parte de que mi matrimonio fracasara es culpa de ellos, porque ellos querían que me casara  con alguien de mi nivel social y no con un intento de fotógrafo.

Ahora que " Salgo" de alguna manera con Alexander intentara por todos los medio que me case. Y eso me traería demasiados problemas, el primero de todos ¿Cómo le explico a Ada que creo que me estoy enamorando de Alex?

Espera ¿Qué acabo de pensar?  ¿Enamorarme?  Yo sabía que si lo dejaba entrar demasiado, iba derribar mis muros.

¿El me querrá de la misma forma? ¿O solo trata de olvidar  a Ada conmigo?

Sacudo la cabeza, la verdad necesitó a mi mejor amiga en estos momentos.

Intento sacar esos pensamientos de mi cabeza, mientras busco que ponerme. Tiene que ser sencillo pero formal y lujoso pero no extravagante .Y sexy para que mi querido Alexander babee por mí.
Me decido por unos jeans blancos ajustados  con  agujeros en la rodillas .Un top de manga larga que me llega hasta la cintura y es súper escotado  .Me peino el pelo, la verdad es que no me gusta mi color de pelo es muy rojizo siempre quise ser rubia, pero bueno.Ada jamás me dejo teñirme.

- Hace media hora que te estas cambiando.- Reclama Alexander entrando a la pieza .Él ya estaba cambiado, unos jeans oscuros y una remera gris. - ¿Fabricabas la ropa o qué?

Me rió de su pregunta boba y ruedo los ojos. Sigo molesta con él.

- No, es que no sabía que ponerme. Aparte  odio como tengo el pelo.-Murmuro eso último.

 Me miro al espejo y reniego .Porque casi siempre me pongo mal cuando salgo, es que me miro y no me veo igual que el resto .No soy lo suficiente mente hermosa y aparte de mi pelo colorado .Y para colmo los ojos marrones .Por lo menos verdes no tuve que salir marrón caca.

Avecés me cuesta tanto aceptarme, tengo días que me amo y otros que ni me puedo ver.

- ¿Que dices?- Pregunta Alexander acercando se a mí. - Desde que entre por esa puerta no saco los ojos de ese hermoso culo. Ni hablar de lo perfecta que se te ve esa remera. - Posa sus manos en mi cintura. – Aparte de que tu pelo es tan diferente y exótico. Creo que es lo que más me gusta de vos...-Murmuro besando mi cuello.-  Nunca te digas que sos feas o te menos precies. Sos hermosa  y deberías  tenerlo más que claro a eso.

Me doy vuelta para mirarlo, uno  nuestros labios en un sensual beso.
Pongo mis manos en su cara y lo sigo besando. El me rodea con sus brazos la cintura apretándome a él, haciendo me reír.
No puede creer que alguna vez lo odie.

- Gracias.-Dije mientras lo vuelvo a besar.

                                                                                                      
Esta vez él me toma del trasero y me levanta  haciendo me dar una vuelta. Ambos nos reímos.

- De nada.-Dice bajando me.-Que nunca se te olvide lo preciosa que sos.-Me regaña. Sus ojos brillan, siento como unas raras mariposas revolotean en mi interior.

- Si me seguís mirando así, dudo que lo vuelva a olvidar.-Confieso acariciando su mejilla.

 -Sos hermosa y no solo físicamente, sos como una obra de arte. Tenés algo que hace que no pueda dejar de apreciarte.- Dice besando la palma de mi mano.-  No  entiendo como pude estar tanto tiempo sin conocer la maravilla de mujer que sos.

Por unos segundos  me sentí dichosa. Estoy teniendo todo lo que alguna vez perdí.

 El miedo se apodero de mis sentimientos ¿Si él se enterara de la verdad? Si el supiera que por dentro soy una mujer rota, la cual pensó nunca sentir nada más por nadie, por miedo a perder todo de vuelta.

 Si él supiera la verdad ¿Me seguiría viendo igual? ¿Seguiría siendo una obra de arte para sus ojos?

***

Mis padres nos llevaron a un lindo y modesto restaurante en el centro. En donde yo  pedí fideos a la boloñesa, igual que Alexander creo que ambos nos quedamos con ganas de comer algo con salsa. Yo sigo esperando mi lasaña.

Mis padres pidieron paella, la verdad es que odio los mariscos.

 Mientras esperábamos que llegara la comida, Alexander junto a  mi papa hablaban de negocios y algunas finanzas .No tenía  ni idea de lo que decían así que me quede mirando me las uñas un poco aburrida.
Que al decir la verdad las tengo muy descuidada, creo que me tendré que hacer un arreglo, limarlas   y pintarlas. Debería decirle a Ada que salgamos a hacernos algo, un día de chicas.

Alexander me golpea el hombro y lo miro  con cara de ¿Qué te pasa porque me pegas?

- Tu mama te pregunto en donde nos conocimos.-Dice Alexander, algo mareado. Me miro con una cara de asustado  ¿Quién no estaría muerto de miedo en esta situación?

Lo miro levantando una ceja, yo sabía que era mala idea aceptar salir con mis padres. Si él solito nos metió en esto, solito podría responder. Pero sé que esta hasta las manos, así que decido ayudarlo, solo porque es apuesto nada más.

Miro a mi madre con una sonrisa.                                                                     

- Si hija, ¿En dónde conociste a este hermoso joven?-Pregunta ella de forma alegre, al parecer Alex es de su agrado.

- Es una historia graciosa.-Digo con una media sonrisa.

Vi la cara de horror de Alexander y me reí. Mi papa toma su cabeza entre sus manos. Me gusta ver cómo me conocen y saben que hice una tontería  o que voy a cometer una pronto.