Capítulo 18
Julieta
Cuando dejo a Brandon sobre mi cama, el seguía durmiendo. Es tan igual a su madre, es un amor. Verlo dormir me da paz.
Me acosté al lado de mi ahijado acariciando su cabecita, que lindo seria poder estar así con mi hijo. Dormir abrazaditos toda la noche y despertarlo a la mañana con un súper desayuno. Una lagrima solitaria decenio por mi mejilla, rápidamente la seco. Cierro los ojos, necesito dormir fue un fin de semana un poco intenso.
¿Estaré haciendo las cosas bien? Es algo que me vengo planteado desde hace mucho.
Yo sé que Ada se pondría contenta, si supiera que decidí volver a abrir mi corazón y nos mis piernas. Volver a aceptar la idea de amar a alguien y más. Pero ¿Ella aceptaría que yo lo ame a él? Que ame a Alexander. Aunque amar es una palabra fuerte, pero creo que lo que siento por él se siente muy parecido.
Suspiro con pesadez. Por qué cuando conozco a alguien que le gusto y me gusta, es bueno y trabajador. Termina siendo el ex de mi mejor amiga y el padre de uno de mis ahijados.
Con tantos pensamientos en mi cabeza, no sé en qué momento empecé a quedarme dormida.
- Te parece bien si salimos al centro comercial .Quiero comprarle ropa al bebe. –Le dije a Fabián, mientras acariciaba mi panza de 3 meses.
Él se estaba poniendo las zapatillas, sus ojos verdes me miraron atenta.
- Nena, sabes que estamos medios ajustados con las cuentas.- Me dice algo apenado.
- Si ya lo sé, pero tengo dinero .Y aparte puedo trabajar .Me ofrecieron una pasantía en la empresa…-No pude terminar mi frase, ya que él se levantó y me interrumpió.
- ¿QUÉ? Tú no puedes trabajar. Yo soy tu marido y te tengo que mantener.-Alego enojado, parecía ofendido.
¿Qué tiene que yo quiera trabajar? Para algo estoy estudiando no soy solo una cara bonita.
- Estas equivocado, somos un equipo.-Digo tratando de calmarlo, me acerque a él y puse su mano en mi panza.- Y en camino viene otro jugador. No me puedo dar el lujo de estudiar y no trabajar y que vos pagues todos. Sabes que tengo que ir a consulta y tampoco me das el dinero y mucho menos me dejas usar el de mis padres.- Lo regaño por eso.
El retiro la mano de mi panza muy rápido .Casi como si el tacto conmigo fuera ácido y le quemara la mano.
- Quieres decir que soy tan mal esposo que no te atiendo bien ¿Eso quieres decir?- Grito enojado. Me hizo asustar por un momento.- ¿Acaso quieres demostrarle a tu padre que tiene razón?
Rodé los ojos, y lo mire enojada.
- No, cariño no digo eso. Lo que digo…-Miro sus ojos sé que hablo en vano. - Mejor no iré a comprar, me voy a repasar mis apuntes.-Dije suspirando, no quiero pelear no de vuelta.
Me di media vuelta y me fui a la sala, no vale la pena gasta saliva con él.
Me acuesto en el sillón y siento un pinchazo en la parte baja de mi estómago,
- ¡ay! –Grito. El dolor se hizo más fuerte, más punzante. Sentía como mi cuerpo se descomponía.
-¿Que paso?- Pregunta preocupado Fabián, quien vino corriendo y se puso a mi lado
No podía hablar me dolía tanto el vientre, toque la parte inferior de mis muslos y tenía los dedos cubiertos de sangre.
- Lla…ma una ambulancia.-Digo débil.
Él se paró rápido, para llamar por teléfono.
Estaba tan asustada mi corazón palpitaba tan fuerte que solo escuchaba un zumbido a lo lejos.
El dolor cada vez era más insoportable, por favor que no le pase nada a mi bebe. Dios si me escuchas por favor que no le pase nada.
Luego veo a Fabián cerca de mí se ve borroso, todo empezó a ser negro .Como si me durmiera.
Por favor quiero que mi bebe este bien.
Me desperté agitada y llorando. Empecé a llorar de rabia y tristeza, por instinto llevo mi mano a mi vientre. Perdóname bebe, porque no te cuide bien. Perdona a mami ¿Si? Digo en mi cabeza.
Miro a mi costado y veo como duerme Brandon, odio las pesadillas y más si son de ese horrible día.
Por qué no solo todo desaparece y ya, ¿Por qué tengo que seguir recordando ese horrible día? ¿Por qué, mierda por qué?
Me levanto al baño y me mojo la cara, quitando me todo rastro de que estuve llorando.
Son las seis de la mañana y en un rato tengo que irme a trabajar.
Voy a la cama y me abrazo mi lindo sobrino. Sé que Ada debe estar muy ocupada en su pequeña luna de miel con Carlos, para tener que llevarle a Brandon así que hoy ira a trabajar conmigo. Le escribo un mensaje a Ada anunciándole las buenas noticias.
Un rato después lo levanto para que desayune, y él estaba con todas las pilas.
- Tía, ¿Podemos desayunar churros con leche chocolatada?- Pregunta riendo.
- Claro que si.-Respondo sonriendo. La alegría que desprende Brandon es contagiosa.
- No mejor, criollos con manteca y dulce de leche.-Dice poniendo su manita en su pera.
-¿Seguro que eso?- Le pregunto mientras le ato las zapatillas.
- No churros.-Responde.
Me rio de lo indeciso que es mi sobrino.
- Bien, entonces churros será.- Le digo feliz tocando con la punta de mi dedo, su nariz.
Tomo mi bolso y mis llaves y nos vamos a una cafetería, porque sinceramente no tengo ganas de hacer el desayuno.
Subimos al auto y entre canciones y risas llego una pregunta que no me esperaba.
- Tía, ¿Po que besaste ayer a tío Alex?- Pregunto con inocencia.
Frene el auto de golpe, me di vuelta mirando a mi sobrino.
- ¿Qué?