Capítulo 21
Julieta
Los ojos de Fabián me miraron enojados, con furia la misma con la que yo lo miraba a él.
- No te atrevas a mencionar a mi hijo.- Exclamo furiosa.
- ¿Tu hijo?- Soltó sínico.- Es tan mío como tuyo, y lo que paso no fue mi culpa.- Se defendió el.
Tenía tantas ganas de gritar y decirle todo en la cara. Decirle como me tienen las pesadillas, como cada cinco de agosto me la paso llorando porque lo perdí.
- Como puedes decir que no es tu culpa, si fue por vos que lo perdí .No querías que usara el dinero que me dieron mis padres y si no te hubiera hecho caso ahora estaría con mi hijo.- Llore desconsolada, ya no me importaba aparentar se la mujer dura de siempre. Tenía muchas ganas de llorar, sentí uno de los brazos de Fabián pasarse por mis hombros.
- No es mi culpa al bebe lo hubieras perdido de todos modos, tenías el síndrome antifosfóliptido, al bebe lo hubieras terminado perdiendo de una manera u otra.- Sus ojos verdes brillaban con lágrimas. El estaba igual que yo.
Estaba llorando y yo también. Porque por mucho que lo culpe a él .Sé que yo también fui culpable.
- Lo sé, si la defectuosa siempre fui yo.- Digo entre sollozos. –Pero si hubiéramos ido al médico antes capaz lo podríamos haber prevenido.
- No, Julieta.- Dijo con voz ronca, me rodeo con ambos brazos en un abrazo fuerte, apoye mi cabeza en su hombro.- No fue tu culpa nunca lo fue, eso fue simplemente mala suerte. Si hasta lograste curarte.
Si muy mala suerte, perdí a mi bebe y mi marido. Perdí mi mundo en unos segundos y no entiendo por qué. Yo me cure con tratamientos, dure casi un año con esa maldita enfermedad. En ese tiempo fue que perdimos todo, él ya ni venia por casa. Se la pasaba tomando en un bar, lo poco que ganaba se lo gastaba en licor. Y yo me quede sola, llorando la perdida de mi bebe y la pérdida de un amor que considere como el verdadero.
Nos quedamos abrazados .No se sentía como hace años, antes sus brazos era mi refugio y ahora solo son otros varazos vacíos, llenos de emociones vagas. Que fluyen del odio al rencor y avecés a la empatía.
- Nena, necesito recuperarte no puedo estar sin vos.-Soltó sin más, como quien dice que hoy es un lindo día. Lo suelto de golpe y lo miro a los ojos.
- Ya sabes mi respuesta sea como sea no vamos a volver, no siento nada por vos.- Espete.
Lo mire a los ojos, él está dolido me duele un poco decirlo así de brusco. Pero soy sincera, no lo amo. Lo nuestro acabo hace años, ahora solo queda un vacío de emociones que ni se acercan a lo que era.
- No puedes estar hablando enserio.-Dice el enojado.- ¿Ya no sientes nada por mí? Su vos me lastimo, pero no por lastima voy a estar con él.
Él puso sus manos en mis hombros y me miro a los ojos, me suplicaba con la mirada que le de otra oportunidad que le demuestre que hay algo.
Pero no, aunque busque algo, algún recuerdo no siento amor ni nada. -No, no queda nada Fabián. Te dije…- Empecé a decir, pero fui interrumpida.
El pego sus labios con los míos, su boca se movió rápido sobre la mía y pasando su lengua entre mis labios abriendo mi boca.
Me agarro de las manos inmovilizado me, quería soltarme y no podía. Porque mierda es más fuerte que yo, sentía impotencia de no poder quitar me lo de encima.
No sé cómo logre soltar me de sus brazos y le pegue una trompada en la cara y junte mi rodilla con sus testículos.
- La próxima vez que vuelvas a obligarme a besarte te pego más fuerte.- Lo amenazo enojada.
Él estaba en el suelo en posición fetal, sobando se las bolas.
- ¿Es por el que no me quieres?-Pregunto en forma de quejido.
Me lo quedo viendo, sé que habla de Alexander.
- No Fabián, lo nuestro se terminó hace mucho, desde que perdí al bebe deje de quererte deje de verte igual. Lo siento pero no puedo estar contigo ni mucho menos corresponderte.-Respondí con un suspiro cansada.-No voy a estar con vos por lastima o empatía.
Se lo dije de una manera dulce para que el entienda, fue alguien importante en mi vida pero eso va a ser un recuerdo al igual que él bebe que perdí.
Sigo caminando hasta la oficina de Ariana, antes de entrar a la puerta tomo una gran bocanada de aire.
Creo que al fin cerré un ciclo. Necesito hablar con Alexander luego.
***
- Brandon hijo, no te ensucie con el dulce de leche.- Lo regaña Ada a mi ahijado.
Estábamos merendando en la casa de Ada, ella y Carlos aceptaron la propuesta de Ariana para que mi pequeño ahijado sea un modelo.
Mi primo estaba contento con la idea ya que sabía que su hijo es tan hermoso como el, si porque en esta familia ni uno es humilde.
Estábamos esperando que Alexander llegara con Ariel, aparentemente a él le toca toda la semana pero Ada quería hacer una merienda en familia. Es otra de las tradiciones tan hermosas que empezamos.
La abuela María apareció desde la cocina con unas cervezas en sus manos.
- Abuela, ¿No es temprano para unas cervezas?-Pregunta Ada con una risa.
Miro a mi amiga riendo, ella le preocupa mucho que su abuela tome alcohol.
Lo que yo pienso que esa mujer es la más impresionante de todas a su edad y está más lucida que yo. Una de las mejores mujeres del mundo.
- Pero si dijiste que viene Alex, él siempre toma una birra conmigo.- Dice abuela María.
En ese momento golpean la puerta, y Carlos se va abrir la puerta la abuela María se sentó a mi lado y me convido de su cerveza.
- Es lunes ¿Por qué no?- Dije con una pequeña sonrisa.
Agarro la botella y tomo un trago y devuelvo la cerveza.
Entra corriendo Ariel y saluda a su mama y su hermano.