Capítulo 31
Julieta.
Me duele mucho la cabeza, tengo mucho calor.
Me siento mareada, quiero levantarme y tomar un vaso de agua. Lo que más deseo en estos momentos es agua, mucha agua. Soy capaz de tomarme un rio entero.
Me incorporo en mi cama y miro a mi alrededor .Esta no es mi cama, ni mi habitación.
¿En dónde estoy? La cabeza me duele horrores, cuando trato de pensar en donde estoy o que hago acá.
Miro mi costado, un chico dormido apoya su brazo en mi cintura en forma protectora.
Lo miro bien es Fabián, mi esposo.
- Amor ¿Qué pasa? ¿En dónde estamos?- Le pregunto .Despertándolo, porque es obvio que no estamos en nuestro departamento. Este es un lugar lujoso, puedo sentir la seda que acaricia mi cuerpo.
Él se levanta mirando me raro y luego bosteza .Una tierna sonrisa se posa en su cara.
- Bebe, ayer te dormiste todo el vuelo. Parece que mucho dormir te afecto. - Dice pegando me suavemente con su dedo en mi cabeza. Haciéndome reír. – Estamos en Orlando Florida.
¿En dónde dijo? ¿Florida?
Llevo una mano a mi cabeza, esta duele.
-¿Qué pasa Julieta? ¿Te duele algo?-Pregunta preocupado.
-Es que no recuerdo nada. ¿Cómo es que estamos en Florida?
- Me dieron un puesto de trabajo en la agencia de turismo. Como fotógrafo y era una muy buena oportunidad laboral. –Me explica, como si fuera una niña. Se pone en posición de indio y me mira.- Fuiste tú la que me alentó a hacerlo. Diciendo que en Estados Unidos nos iría mejor y tu podrás modelar en una agencia de prestigio.
Empiezo a recordar, unos recuerdos borrosos se apoderan de mi mente. No recuerdo mucho.
Pero es algo que yo le aconsejaría, y mirando a donde estamos. Su trabajo debe ser muy bueno.
Capaz que las pastillas para dormir que tomo, cada vez que viajo en avión me hicieron mal. No tengo que mezclarlas con las anticonceptivas.
- Cierto amor.- Afirmo.- No recuerdo mucho, pero debe ser culpa de las píldoras para dormir.- Le cuento mi teoría que no recordar nada.
- Si debe ser eso.- Dice, abrazándome por la cintura.
Me lanzo encima de él, para llenarlo de besos. A lo que el ríe y me abraza, quedo debajo de él y los beso siguen más intensos y pasionales.
El me abraza por la cintura, con delicadeza quita mi remera, me llevo la sorpresa de que no tengo nada debajo de esta. El no parece sorprendido, pega su torso al mío, para poder seguir con nuestros besos.
Nos miramos a los ojos, se ve distinto. Tiene algo en los ojos, que se me hace raro. Deben ser imaginaciones mías.
- Te amo Julieta. – Dice el, mientras besa mi cuello y baja hasta mis pechos desnudos.
Sus besos húmedos, hacen un efecto raro en mí. No siento placer alguno en sus caricias, al contrario algo dentro de mí me dice “Esta mal”.
Pero no entiendo por qué, si es mi esposo el hombre que amo.
- Espera amor, ahora no. - Le digo, el hace puchero .Se ve tan tierno.- Bueno, espera que salga del baño y valla a tomar agua.
El me besa los labios con gusto y sonríe. - Claro hermosa .
Me levanto de la cama y camino al baño.
Fabián
Sin duda alguna, todo está saliendo a la perfección. Busco mi celular, el número de Ariana y escribo.
Yo: Todo salió como lo planeamos. Ella no recuerda nada de su vida pasada .Disfruta de tu vida, eso mismo voy a hacer con la mía.
Al mandar el mensaje, ella me responde al segundo.
Ariana: Perfecto, seguimos con el plan desastre del chip y de todo .No hay que dejar huellas .Hasta siempre Fabi.
“Hasta siempre “Que raro pensar que ya, por fin es mía.
Saco el chip del celular y lo tiro al piso, pongo uno nuevo.
Justo en ese momento, llega Julieta con un vaso de agua.
- Amor ¿Te puedo preguntar algo?- Dice algo apenada.
Dijo ella mientras se acostaba a mi lado .Paso mi brazo por su cintura y la acuesto arriba mío. Acaricio su hermoso cabello pelirrojo, mientras ella se ríe.
- Si ¿Que sucede?
- Me dirás que estoy loca, pero me cuesta recordar a mis padres. – Dice ella, esta vez se incorpora y me mira a los ojos. Esta triste y eso es perfecto.
El plan funciona a la perfección. No puedo creer que esté pasando, trato de esconder mi felicidad.
Pongo cara triste y acaricio su cabello. Con delicadeza, para evitar que la noticia suene tan brusca.
- Te acuerdas que antes de venir, fue tu cumpleaños. - Ella asiente un poco confundida.- Tus papas venían en auto a verte.- Ella asiente, y sus ojos se llenan de lágrimas. Siento como se desmorona, me parece fantástico va a depender aún más de mí.
- Ellos murieron.- Solloza casi gritando. La abrazo con fuerza y la pego a mí. Para que se calme, dejo que llore todo lo que quiera, le hago saber que siempre voy a estar con ella.
- Tranquila amor, ellos están en un lugar mejor .Y te van a cuidar siempre.- Intento consolarla.
- Es que no es justo.- Se queja llorando.- Yo los nenecito conmigo, los extraño mucho.- Chilla, llorando.
Dejo que ella llore en mi pecho hasta que se duerma.
Una vez dormida, la acomodo en la cama para que descanse.
Todavía faltan unas tres horas para que sean las ocho de la mañana.
Así que puede dormir tranquila.
Me doy vuelta en mi cama, en mi mesa de luz hay un libro el cual estaba leyendo " Como dejar hipnotizado a alguien”
Sonrió para mí, eso funciono de maravilla. Guardo el libro en mi cajón, junto al chip bajo llave.
Seremos siempre felices mi dulce Julieta.
Me acuesto en la cama y la abrazo.
Alexander.
- ¿Quién es esa chica?- Pregunta la oficial Amanda, anotando en su libreta.