Loca, sexy y pelirroja [2]

Capítulo 33

Holis vengo a decirles, que tendran una maraton de 7 capitulos como regalo de navida.

Felicies fiestas, espero que pasen una hermosa navidad y que tengan un prospero año nuevo.

Recuerden abrazar y besar mucho a sus amigos y familiares.

Las quiero, gracias por leerme.

 

Capítulo 33

 

Julieta

Llevamos dos días en Florida. Es hermoso todo, las playas, la comida y  el hotel.

Me pasa los días con el paseando y visitando lugares nuevos, es perfecto. Aunque a la noche me deprimo un poco al recordar a mis padres, Fabián siempre está para mí.

Pero él ahora se fue a trabajar, y no se la verdad que puedo hacer. Él me dijo que en la semana iríamos a la agencia de modelaje, para dejar mis fotos y  currículo.

Pero por ahora no hago nada, no conozco a nadie. Me siento aburrida y sola.

Prendo la tele, para ver si encuentro algo que me llame la atención, cambio los canales y sigo sin encontrar nada para ver.

Doy vuelta en la cama y me siento en el colchón, miro la hora ogg falta como tres horas hasta que llegue Fabián.

Recuerdo que, Fabián me dijo que en el hotel hay una pileta en el patio.

Miro por la ventana y efectivamente hay una gran pileta y muchas mujeres con niños. Creo que bajare para tomar algo de sol y de paso conocer gente. Ya que por un tiempo este será nuestro hogar.

Busco entre mis ropas, mi traje de baño. Encuentro uno de color azul marino, que no sabía que tenía.

Me cambio rápidamente, me pongo arriba un vestido veraniego blanco junto con unas sandalias blancas. Busco mis lentes de sol, en una bolsa pongo cosas esenciales como unas toallas, protector solar, agua y demás cosas.

Dejo una nota en la cama escribiendo que me fui a la pileta.

Salgo y cierro el departamento con una tarjeta.

Salgo directamente hacia el ascensor.  ¿Cuál piso era el de la pileta? No tengo ni idea.

Presiono el piso cinco. Mientras espero que el asesor llegue a destino. Me miro en el espejo, acomodo mi cabello hacia un costado.

Las puertas finalmente se abren y miro avergonzada y apenada, que no estoy para nada cerca de la pileta. Un montón de hombres con corbatas horribles (El marrón se dejó de usar hace mucho).Saludo apenada con la mano, y presiono muchas veces el botón que dice planta baja.

Estaba vez si era el piso correcto ya que salí hacia un lobby muy hermoso. Había muchos niños y mujeres, persiguiendo jugando y hasta regalando a sus pequeños hijos.

Sigo un cartel que señala el lugar en donde se encuentra la pileta. Rápidamente me dirijo hacia allí, encuentro un sillón en donde pueda tomar sol .Me saco el vestido y quedo en mi traje de baño.

Dejo mis cosas al costado y me siento a tomar sol. No puedo dejar de pensar en Fabián.

¿Qué estará haciendo?

Necesito conseguir amigos, ya que es muy aburrido estar sola. Intento recordar si en Argentina tengo amigos pero todo es borroso, es como si no tuviera recuerdos, solo sé que tengo a mis padres muertos, mi única familia enterrada cientos de kilómetros.

La verdad daría todo por tener una amiga, alguien que quisiera hablar conmigo .Por que aunque quiera mucho a Fabián, avecés me aburro de hablar siempre con él. Él tiene a sus compañeros de trabajo, pero yo más sola que un perro.

- Hola. – Saluda  una dulce voz, muy cerca de mí.

Me doy vuelta y veo a un niño de unos 5 o 6 años solo. El niño me inspira mucha ternura y amor, me hace acordar…

La verdad no sé a quién.

-Hola pequeño ¿Cómo te llamas? – Le hablo en español, porque el igual me hablo en ese idioma.

- Me llamo Nicolás, ¿Viste a mi mama?- Me pregunto el niño. Me detengo a observarlo, su cabello rubio y ojos azules hacían la perfecta combinación de niño hermoso y tierno.

- No, pero te ayudaré a buscarla ¿Cómo es ella?

- Mmmm tiene el pelo castaño y estaba con mi hemanita – Dice él.

- ¿En dónde estaba tu mama? –Necesito más información acerca de ella. Ya que al alrededor hay muchos mujeres castañas con niñas en brazos.

- Me estaba por comprar un helado, pero no la vi más.-Dice con los ojos llorosos.

Miro para todos lados y no veo a nadie con un helado en la mano.

- Ven. – Le digo al niño. Le tiendo  la mano, juntos caminamos hasta donde está un oficial de policía.- Disculpe este niño perdió a su mama y me temo que no la encontramos. – Le hablo en inglés.

El oficial me mira, inmediatamente recuerdo que solo tengo el traje de baño azul. Me sonrojo ante su mirada. Vuelve su vista al niño, quien tiene los ojos rojos.

-Claro señorita, sígame.-Ordena, sin dejar de mirarme.

Pero justo en ese momento el pequeño Nicolás grita. -¡Mami! – Me soltó la mano para correr al lado de su madre. Una mujer castaña que evidentemente cargaba una niña en sus brazos,

- Gracias igualmente. – Le agradezco al oficial, el me inclina la cabeza de modo de saludo.

Me acerco a la mujer y la saludo.

-Hola soy Julieta.-Me presente ante la mujer, hora de hacer amigas. Ella me miro sonriendo.

-Hola soy Miranda, gracias por cuidar de Nico. – Me dice en un hermoso acento venezolano.

La mujer era hermosa, para ya tener dos niños. Me hace acordar...No me acuerdo, es como si tuviera todo en mi cabeza pero cada vez que lo quiero recordar, se me va, como una pluma soplada por el viento.

- Te quieres sentar con nosotros para charlar. No conozco muchas mujeres que hablen español, por aquí.– Me dice Miranda

- Claro está bien. –Digo con entusiasmo.

Al fin, conozco a alguien y tendré una amiga. Aparte que sus pequeños parecen muy lindo.




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