Capítulo 36
Julieta
Todo vuelve como a mí en un remolino de recuerdo y sentimientos. El dolor de cabeza es abismal, ciento que se me va a reventar,
Todo lo que viví los últimos días se ve tan irreal. El me hizo pensar que yo era… Que yo era su esposa…
Me siento asqueada, ultrajada. A él le importo muy poco mi identidad y mi vida.
Miro a Fabián que me ve enojado y molesto. ¿Qué hago acá? Tengo que salir de aquí.
Todo me da vueltas cuando intento pararme, me quedo en suelo .Me siento aturdida, como si todo estuviera en completo silencio y un pitido me hace confundirme aún más.
- Eres un monstruo. - Le grite y le tire con un zapato .Corrí hasta el baño y para suerte mía tiene cerrojo .Hecho llave a la puerta y me siento en el suelo llorando.
No puedo creer lo que me está pasando, no entiendo cómo fue capaz de hacerme eso.
¿Cómo fue posible que me drogara?
Las lágrimas calientes rodaban por mis mejillas, mi mundo estaba dado vuelta. No lograba darle sentido nada de esto.
- Julieta ¡Cariño abre la puerta! – Grito desesperado.
Se nota que está molesto, está loco.
¡Me pego! Me toco la mejilla, me duele. Tengo que escapar irme de este lugar y alejarme de Fabián.
Pienso en mis padres, siento un alivio tremendo al saber que están vivos. Y que no les paso nada, que solo fueron engaños y mentiras de Fabián. Pienso en Ada ¿Estará bien? ¿Sabrá que no estoy? .Alexander ¿Me estará buscando?
Los golpes en la puerta me sacaron de mis pensamientos, sus golpes eran intensos y combinados con sus gritos era de lo peor. Mi cabeza me duele y sigo aturdida .Tengo que salir de acá .Ver cómo llamar a Alexander o Ada.
Necesito escapar.
- Julieta, si no sales de ahí te ira mucho peor.-Amenazo.
- Prefiero morirme a volverte a ver la cara. Maldito enfermo.- Grite haciendo que los golpes pararan.
¿Cómo es posible que nadie nos escuche?
- Oh, la antigua Julieta ha vuelto. - Dice riendo con sarcasmo. - Creo que mi golpe fue muy fuerte.- Su voz me da tanto asco y repulsión. - Yo que quería que arregláramos las cosas. Creo que tendré que hacerte más sumisa ahora, no me gusta que seas tan arisca amorcito.
Me paro frente a la puerta de baño, no la abro sé que si lo hago me volverá a hacer lo que sea que me hizo antes para traerme hasta Miami.
- Eres un maldito psicópata. – Grito. - Me drogas porque es la única forma en la que me podes tener sin que quiera escapar de ti. No importa cuántas veces quieras quebrar me, mis sentimientos y todo lo que soy nunca van a ser tuyos. Entendedlo, no voy a ser nunca tuya y nunca te voy a amar.
- Mira no es mala idea tenerte inyectada alguna droga y postrada en la cama. Para que cumplas tu función básica de tener sexo conmigo.- Dice con sarcasmo.-Serás mías, quieras o no. No te estoy preguntando si quieres.
Me da asco y terror pensar en lo que me puede hacer .En lo que puede pasar si no salgo de aquí. No voy a permitir que siga tomándome como una muñeca de trapo, a la cual puede tirar y hacer lo que quiera sin importarle lo que sienta.
-No te saldrás nunca con la tuya. Seguro mi familia sabe que no estoy y están detrás de ti.
- Si claro, eso está cubierto .Tu “mejor amiga” ya se encargó de decirle a todos que decidiste huir conmigo .Por qué después de todo siempre me amaste.
! No ¡ No puede ser, no puede haber dicho eso.
MI mente solo piensa en una cosa Alex, él debe creer que yo lo abandone. Que olvide todo lo nos dijimos y lo deje por Fabián
No justo, no quiero perder a nadie más por culpa de él. Estoy harta de que decida qué hacer con mi vida.
Me está arruinando la vida .De vuelta no le basto con llevarse a mi hijo que me quita el amor de mi vida.
- Eres un cretino, ojala te pudras en el infierno.-Grito contra la puerta. Tengo tanta rabia en mí.
- Si supieras Julieta. Que vivo en el infierno y te juro que nos quemaremos juntos.
No aguante más y llore, porque sabía que irme de aquí seria imposible. O casi imposible.
No tengo dinero, ni siquiera sé si el pasaporte que uso fue real o falso, no sé en parte de Orlando estoy.
Pero lo único que sé es que no puedo estar ni un minuto mas, no puedo seguir en este lugar. No aguanto un minuto más, tengo que idear una forma de irme.
Miro la ventana del baño es mediana, pero está muy alto .Aparte de estoy quince pisos arriba del suelo y probablemente no sea la mejor idea saltar.
- Algún día saldrás de ahí Julieta y te estaré esperando.
Alexander
Estoy sentado en el sillón de Ada con una taza de café. Mientras mi hijo duerme en mis piernas.
No sé qué haría si lo perdiera, es la persona que más amo en este mundo. Y cuando pienso en Julieta también siento igual, la persona que más amo. Y está perdida en valla saber dónde, con un loco que es capaz de hacerle creer que está sola en el mundo y solo esta él para consolarla.
- Eu Alex, llevare a Ariel a su cuarto.- Dice Carlos.- Quédate a dormir .No queremos que estés solo.
Miro a Carlos, este tipo aunque al principio odie, es pura luz .No hay persona más sincera y más noble que él .Me alegra que Ada lo haya encontrado y que ambos estén armando esta hermosa familia que sigue creciendo.
Otra cosa que también admiro, es la forma de tratar a Ariel como si fuera tan hijo suyo como lo es Brandon.
- Gracias, por todo.-Suelto, el me mira por un segundo y me regala una de sus tranquilizadoras sonrisas.
- Ya sabes lo que dicen, se buen amigo, quiere al ex de tu esposa el cual es padre de tu hijastro y novio de tu prima barra mejor amiga.-Dice en tono burlón Carlos, golpea con cariño mi brazo.
- Mmmm no creo que nadie diga eso. - Le digo arrugando la nariz.