Loca, sexy y pelirroja [2]

Capitulo 37

Capitulo 37

Alexander

- Alex, despierta.-Me pide una voz suave. La cual  me molestaba mientras intentó dormir.

- No, cinco minutos más.- Digo y me tape con la sabana, dejando mis pies al aire.

- Alexander, no me da gracia esto.- Ada se escuchaba molesta.- Ahora levántate y lava te  la cara  que vamos a desayunar.

- Pero tengo sueño.-Me quejo, mirándola con un ojo abierto y el otro cerrado. Ella me mira molesta.

- Son las nueve de la mañana.-Me reta.- Y te tienes que dar  una ducha apestas.- Se queja olfateando a mi alrededor.

La miro con una ceja levantada ¿Desde cuándo es tan autoritaria?

- Dios, sí que te levantaste enojada hoy. – Me quejo  mientras busco mis zapatos.

- Tranquilo Alex es el embarazo .Se levanta de mal humor, pero después de  una chocolatada  se  vuelve la misma de siempre.-Dice Carlos, abrazando a Ada.
Carlos se ve muy cansado y en su cara se aprecian ojeras .No durmió muy bien  como yo, quien lo culpa no sabemos nada de ella.

-¿Los niños?- Pregunte, revolviendo mi cabello.

Ada sale de la habitación para irse a la cocina o eso creo.

- Duermen los levantamos cuando ya está hecho el desayuno.-Contesta Carlos.

Ambos escuchamos como Ada maldice y Carlos se disculpa para ir a ayudarla.

Camino hacia el baño y me lavo la cara .Me miro al espejo, soy la cara de la desgracia.
Como te necesito Julieta, como necesito hablarla, mirarla, besarla y sentirla conmigo. Extraño sus risas, sus enojos, sus juegos pervertidos, extraño como me mira después de hacerle el amor, o como sus ojos brillan cada vez que hace algo que le apasiona. Y pensar  que esta con ese bastardo, el cual fue capaz de drogarla e  hipnotizarla para que este con ella, me dan arcadas y ganas de matarlo.

Siento un vacío enorme pensando que ella  está sufriendo, sé que es fuerte. ¿Pero sigue siendo  la misma? Según lo que confeso Ariana ella iba ser la novia perfecta que Fabián siempre quiso, sumisa, enamorada de él y sobretodo dependiente de él.

Tengo miedo de que ella nunca llegue a estar consiente de su alrededor y se deje engañar por él. Tengo una rabia terrible, al pensar que ese imbécil se aprovecha de su estado.

No sé lo que sería capaz, creo que hasta lo mataría.

Dios  sé que muchas veces dude de vos, pero hoy te ruego y te suplico que me escuches, cuida la por favor, quiero que vuelva.

Mis ojos se llenaron de lágrimas, nunca me puse así por alguien mucho menos por Ada. Estoy profundamente enamorado de Julieta y si algo sé que es que en el momento en que la tenga de vuelta, usaré todos mis momentos libres para hacerla feliz.

La tratare como siempre debieron tratarla, la amare y le mostrare todos los días lo que ella significa y es para mí.  Porque sin duda, mi pelirroja es eso que nunca se espera que aparezca  y cuando lo tienes no lo quieres dejar ir. Es único, especial  infigurable. Ella es todo para mí.

Me lavo de nuevo la cara y salgo del baño.

Cuando abro la puerta me choco, con el pequeño Brandon que tiene un peluche (el que yo le regale)

- Hoda Alex.- Saluda, me abraza las piernas como si no quisiera soltarme. Me agacho para ponerme a su altura y loa brazo con fuerza.

- Hola Brandon ¿Dormiste bien?- Le pregunto, es igual a Ada, esos ojos verdes que solo pueden trasmitir paz y amor.

- Nop, estaño  a mi tía.-Dice triste, sus ojos se ponen llorosos y me vuelve abrazar.

No tengo que llorar, y no voy llorar. No puedo llorar al frente de Brandon, no quiero que se preocupe.

-   Yo igual.-Afirmo.

El pequeño se separó de mí abrazo y  me miro por unos segundos.

- ¿Tú la quedes?-Pregunto inocente.

Sonrió ante su pregunta.

- Claro que la quiero, me hace muy feliz.-Contesto con una sonrisa, sentía que iba a llorar en cualquier momento. En mi mente se repita la frase “Los hombres no chillan”, como si sirviera de algo.

Él sonríe y me abraza  con fuerza,

- ! Yupi ¡ - Chilla con alegría.

Ambos nos reímos.

- ¡Chicos a desayunar! – Grito alterada Ada.

Sí que el embarazo la  alteró un poco.

Camino con Brandon hasta la cocina, nos dirigimos a las sillas de maderas.
Ariel ya estaba  ahí sentado.

- Hola campeón.- Digo dando le un beso y abrazando lo.

- hola papa.

Nos sentamos todos a comer el rico desayuno que Ada nos preparó.

- Mami ¿Qué nombre le pondrán al bebe?- Pregunto Ariel mientras comía  un criollo con dulce de leche. Ada sonríe con dulzura a su hijo.

- Si es niña Catherine y si es niño Ezequiel.-Nos informa con una sonrisa.

Lindos nombres, me gusta mucho el de Catherine.

- Son re lindos esos nombres. – Le digo con una sonrisa.

- Ya lo sé Alex, los elegí yo. – Dice ella rodando los ojos, de manera sarcástica.

¿Qué le hice a esta mujer hoy?

- Uy, hoy tú tienes algo contra mí. -Le reclamo rodando también los ojos, esta mujer esta insoportable.

- Claro que no, dile Carlos que no.- Dice ella mirando a su marido. El empieza a beber su café pero lo termina y se empieza a meter muchas masitas a la boca. - ¿Y? -  Demanda Ada molesta.

- No puefo hablaf con boca llena.- Dice con la boca llena tirando muchas migas mientras habla.

- oh, idiota.-Se queja y le pega “amistosamente” en el hombre con su mano. El hace una cara de sufrido ante el golpe.

Todos nos empezamos a reír de las tonterías que hacen Ada y Carlos. Son sinceramente el uno para  el otro.

Estábamos tan en paz, hasta que escuchamos el sonido del celular.

Era el mío, un número privado me levanto de la mesa para atender.

-  ¿Hola?

- Hola, señor Alexander soy el oficial Kevin .Llevo el caso de la señorita Julieta, le llamo para informarle que hay más  información .Necesitamos que venga.




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