Loca, sexy y pelirroja [2]

Capítulo 39

Capítulo 39

Julieta.

Empecé a correr lo más rápido que  podía hasta  la salida del hotel. Alguien debe estar afuera, dudo mucho que no encuentra una sola persona en este lugar.

Al salir noto la gran cantidad de Arbustos y flores que se encuentran en el jardín delantero, perfecto para esconderme.

Mi respiración es agitada, siento la garganta seca y las piernas débiles. Estoy teniendo la vista algo nublada, por favor que no valla a desmayarme o caerme aquí mismo.

¿Dónde está?  No lo veo por ningún lado, no puedo localizar a Fabián.

Corro con lentitud, hasta unos rosales suficientemente frondosos y altos como para taparme. Me siento en el sueño, junto mis rodillas a la altura de mi pecho ye intento conseguir un poco de aire fresco que llene mis pulmones.

Me quedo en absoluto silencio, tratando de ver si escucho a Fabián. Lo único que escucho es el martilleo de mi corazón acelerado.

- ¿Dónde estás? ¿Dónde estás esa hija de puta?- La tétrica voz de Fabián, hizo eco a mí al redor.

Me  pongo de rodillas y miro atreves de los rosales, veo que él está caminando para el lado contrario en donde estoy yo.

Respiro profundo  y salgo corriendo, una vez que veo que está lejos como para verme.
Miro para atrás por la dudas me haya visto.
Pero no, no lo veo .Miro al frente y antes de  que me dé cuenta, me chocó contra algo.

Me caigo de culo al suelo, miro con temor hacia arriba y era un policía de seguridad. Gracias a Dios.

Al verlo empecé a llorar de felicidad. El policía me ayudo a ponerme de pie y me miro extrañado.

- ¿Se encuentra bien señorita?- Me pregunta confundido.

- No ayude me, mi ex novio me tenía encerrada y salí corriendo y el... me quiere matar ayude me.- Digo llorando, el hombre me da su  chaqueta.

- Venga vamos a la estación de  policía así la ayudamos.

Asiento y empiezo a seguirlo. Al fin siento alivio, ya el no podrá hacerme daño.

-Muchas gracias, enserio gracias.-Susurro llorando.

Me salve, me salve. Pienso puedo respirar más tranquila.

- ¡Quédate quieta perra puta!- Su voz sonó tan demandante que me quede quita en mi lugar. No tenía que darme vuelta para saber de quien se trataba.

Me doy vuelta para mirlo, se veía muy diferente a lo que siempre fue. Su ropa estaba mancha de tierra, en sus manos sostenía un arma. Su mirada estaba ida, se notaba que había perdido la cabeza.

No puedo respirar, siento que todo me da vueltas. No quiero desmayarme, lucho con todas mis fuerzas para que eso no pase.


- ! Deje la en paz ¡-Ordena el señor de la seguridad .Quien intenta sacar  un arma de su bolsillo .

Pero escucho dos disparos muy cerca mío, miro a Fabián que mira con odio al cuerpo inerte del policía. Grito aterrada, al ver como su de su cabeza sale un gigantesco charco de sangre.

- Ves que por tu culpa el murió, ves que por tu culpa todo muere. Quieres que sea honesto, eres una perra falsa y siendo sincero me alegro que nuestro hijo muriera. No quisiera que  tuviera una perra asquerosa como tú de madre.- Dice mirándome con asco y odio.

Estoy en shock, no puedo hablar, no me puedo mover.

Él se acerca a mí y pasa su mano por mi pelo y mi cuello. Siento como huele mi cabello, y suspira.

Trago en seco, al sentir que pone el caño de la pistola en mi cuello.

- Eres muy hermosa y no creo que un hueco en tu  garganta se vea lindo.- Dice respirando en mi cuello.

Dios, me va a matar. Me va a matar.

Miro al cielo y ruego porque Alexander sepa lo mucho que  lo amo, que Ada se dé cuenta que ella es la luz de mi vida y la mejor persona que eh conocido . Y que mis sobrinos son los hijos que nunca tuve y que amo con todo mi corazón .Ojala que sean felices y sepan que los ame con el alma.

Sollozo al sentir las manos de Fabián tironeando mi cabello con fuerza.

No quiero morir, no quiero hacerlo. Siento que  mi cuerpo está a punto de desplomarse.

- Deja de llorar, estúpida. Qué bien no llorabas cuando te cogías al idiota de Alexander.- Susurra con asco. Lo miro con odio. Si iba a morir no me iría sin decirle todo lo que siento hacia él.

- Sabes por qué te rechace. –Digo con rabia mirándolo.-Y te seguiré rechazando, porque amo a alguien más. Por mi cuerpo y mi alma están entregados a Alexander y no importa si me matas aquí mismo. Yo sé que nunca seré tuya y tú lo sabes y muy en el fondo sabes el porqué. Eres un ser repugnante, por tu podrido corazón no hace más que destruir todo lo que te rodea. Me das asco Fabián. Asco y pena. Por qué este enfermo y tu castigo será que nunca podrás tenerme, no importa si me drogas o me sedas o haces lo que sea. Jamás seré tuya

El me tira al suelo y empieza a insultarme y patear mis costillas. Suelto el poco aire que tengo en mis pulmones. El sigue golpeándome y yo sigo luchando por mantenerme  consiente no sé cuándo más pueda soportar.

- ¡La tengo que matar! – Grita mirando hacia algún lado. Esta demente.- Ella no me ama y no podrá ser mía.

Empezó a gritar  esperando que alguien me escuche y me socorra.  El sigue gritándole a la nada misma, veo una pequeña oportunidad de escapar.

Intento con mucho esfuerzo ponerme de pie.  Pero él se da cuenta de lo que quiero hacer y agarra el arma y me apunta.

- Ni se te ocurra irte.-Amenaza, pateando me de vuelta y tirándome al suelo.Apunta con su arma a mi cara.

Lo único que me queda por hacer es pensar en él. Alexander te amo.

-  ¡Suelta esa arma¡-Grita un policía.

- Aléjense.- Ordena Fabián prepara el arma para  disparar me. Pero la policía es más  rápida y le dan tres disparos en el pecho.

El cuerpo sin  vida de Fabián cae al piso. Al igual que esta  pesadilla.

Por fin acabo, se terminó.

Me permito respirar de vuelta y todo se vuelve negro.




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