Locos Maniacos

Capítulo 16.

Capitulo 16 – Apoyo.

Ryan Miller:

El viajar de nuevo a Chicago tiene sus pros y sus contras. Pros: Veré a mis padres, extraño estar allá (A pesar que solo han pasado unas semanas), un cambio de aires me vendrá bien, ira la lunática, eso me llena de tranquilidad, con ella ahí será mas fácil. Contras: Muchas expectativas que cumplir, las juntas casi siempre son un lio, montones de personas que ni conozco acercándose solo por mi puesto y mi apellido, por cierto mucho papeleo, e bastante trabajo para Grace, Ava y para mi.

Todo esto es nuevo para mi, porque es la primera vez que iré a una junta, oficialmente como el director del tercer edificio Miller, es tan raro, tan emocionante a la vez, pero tan aterrador. Siempre que pienso en estas cosas, mi piel se eriza, será la primera vez, y obviamente quiero dar una buena impresión. Los inversionistas podrían decepcionarse y retirar sus inversiones.

Todos tenemos que dar lo mejor, y con buen animo sobretodo porque es la primera de muchas juntas. Mente positiva Ryan, lo harás bien, solo tienes que confiar...en ti.

¿En mi?, eso casi nunca funciona.

Soy pésimo en esto de darme ánimos.

Ava que es detallándome todo el rato se acerca lentamente con una mueca graciosa en su rostro.

– Tranquilo – Alza los pulgares dando ánimos, y algo tan raro en ella, hace que lo aprecie aun mas – Lo harás bien, imagina esto como un paseo en el parque.

– En un parque de pirañas – Me muevo sin parar nervioso y ella me da un golpe en el hombro buscando que me calme.

– Pirañas amables.

Niego rápidamente – No, las pirañas no son amables, te recuerdo que según las películas que he visto, la mayoría te comen vivo – Suelto sin respirar – Así me pasara a mi en este viaje, me comerán vivo – Estoy hablando tan rápido mientras me muevo sin parar que ella no sabe si mirar mis manos y entender el rap sin sentido que estoy diciendo – ¡Vivo!, sin piedad, espero estés lista para recoger mis restos, mis tristes y amargos restos.

Por su parte alza las cejas mirándome divertida – Creo que estas siendo un poquito dramático – Enfatiza la penúltima palabra – Solo un poco.

– Si hubieras ido alguna vez, pensarías igual – Me dejo caer en el asiento y ella hace lo mismo con el asiento a mi lado – Siempre acompañaba a mi padre a sus juntas, para aprender y todo eso – De repente tengo picazón en el cuello ¿Hace calor? ¿La corbata esta muy ajustada?, trato de arreglarme la corbata – Da miedo, y no soy muy fan de las pelis de terror así que...

Aparta mis manos de mi corbata y la suelta un poco ella misma mientras me mira – ¿Cuando fue la ultima vez que fuiste a una de esas juntas?

Pienso un poco, no recuerdo con exactitud dicha fecha. Confusos recuerdos pasan por mi mente, recuerdos buenos momentos, pero también bastantes incómodos y para nada divertidos. Como a papá estresado porque varios inversionistas abandonaron, o cuando casi terminamos en bancarrota, el daba todo por el todo. Yo debo dar el todo por el todo.

– Hace unos dos años – Digo tal vez equivocándome mis recuerdos a veces son confusos – Y daba miedo – Digo de nuevo y ella rueda los ojos.

– ¿Y hace dos años eras...? – Pregunta esperando que termine por ella.

– Estudiante, y aprendiz – Me arremango las mangas de la camisa blanca, el saco descansa en respaldar del asiento, tuve que quitármelo iba a morir asfixiado.

– Okey, y ¿ahora eres? – Pregunta y ya sé a donde va todo esto.

– Un idiota con tres títulos.

– Eso nadie lo niega, y ¿que mas? – Dice divertida.

– Jefe – Asiente y me anima que siga – Director de la tercera sede Miller, una de las empresas mas grandes del diseño y distribución de ropa.

– Exacto, se un idiota con seguridad, servirá mejor que ser un idiota con miedo – Toma aire y sacude una pelusa imaginaria de mi camisa – Lo que pasaste forma parte de ti, Ryan. Pero esto es lo que eres ahora, y que en el pasado te haya ido mal, no significa que en el presente también sea así. Por algo tienes este puesto ¿no?

Y es cierto, mi papá por mas padre que sea, primero es director y sabe como mover sus cartas, y no me hubiera puesto a cargo de una de sus sedes, de no ser de estar bien preparado.

– ¿Desde cuando pasaste de ser obstinada total, a reconstructora de autoestima? – Pregunto y ella me da un empujón casi haciéndome caer. Ambos reímos.

El que ella este aquí lo hace mas fácil, confió en ella, y confió en lo que dice, es sincera.

Estábamos esperando a Grace que iba unos minutos tarde, la avioneta no podía despegar sin ella, tampoco iba a dejar que eso ocurriese, somos un equipo, bastante desordenado pero un equipo.

Esto me daba tiempo para pensar en como organizar mis ideas y relajarme. Gracias a las palabras de la lunática, me siento mas tranquilo, pero aun tengo temor, realmente siento temor.

–Siento la tardanza, señor – Dice subiendo a toda velocidad, y le doy la señal al piloto de que es hora.

– No te preocupes, Grace – Sonrió amablemente y ella termina ocupando su asiento– Ahora es hora de volar a la guillotina – Avame da un codazo y yo sacudo la cabeza – Cierto, el parque... – Ella sonríe y yo termino susurrando – De pirañas. – Eso hace que ella suelte una risa.

Hace el amago de levantarse para cambiarse a su asiento pero yo la detengo tomando su mano – Necesitare mas de solo unos minutos de apoyo.

– Ya me quede sin palabras de aliento – Se encoje de hombros y yo sonrió.

– Con tu presencia es suficiente.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.