Locura de amor

-18-

 

Raphael se dejó arrinconar por Heather en el baño. Tenía las manos jabonosas de ella por su piel y sintió la suya erizarse, aunque el agua estaba caliente y flotaba vapor en el ambiente. Ella pasó sus dedos por un pezón masculino, que se decían que eran tan inútiles como una cortadora de hielo en el desierto, pero no, los suyos estaban muy sensibles, tan expectantes como él.

El último mes había sido completamente revelador. A Heather le gustaba realmente el sexo, disfrutaba con él, y le seguía cuanto juego a él se le ocurría. Ella ahora tenía una expresión un tanto nerviosa, dudosa, pero era comprensible, dada la experiencia por la que acababa de pasar.

—Nena –murmuró—, no te obligues a ti misma.

—Pero quiero hacerlo –contestó ella, besando su pecho.

—No tiene por qué ser hoy, yo esperaré –ella miró hacia abajo, eso de allí contradecía completamente sus palabras. Sonrió y lo amó, lo amó por estar dispuesto a esperar aunque su cuerpo clamaba otra cosa.

Sin embargo, se separó de él y volvió a meterse bajo la ducha, terminando de aclarar su pelo y su cuerpo. Dejando salir el aire, entre decepcionado y aliviado porque ella aceptaba su sugerencia, Raphael le ayudó a enjuagarse el jabón del cuerpo.

Cuando salieron del baño, Heather caminó hasta la cama, se agarró fuertemente de la piecera en una pose en la que le enseñaba a él todo su trasero, y lo miró.

—Hazlo ahora –le dijo. Raphael tragó saliva y se pasó la mano por la nuca, la respiración tremendamente agitada.

—Heather…

— ¿Tendré que rogarte?

—Oh, Dios, no –contestó él, liberándose de la toalla y caminando hasta ella con su erección como un remolque. Se ubicó tras ella, y tras comprobar que estaba lo suficientemente húmeda, la penetró desde atrás. Heather se dobló sobre la cama lanzando un gemido largo al sentirlo a plenitud en su interior. Había comprendido que sólo de esta manera borraría los restos del miedo que acababa de sentir, y sólo Raphael podría ayudarla. Sintió las manos de él en su espalda y sus nalgas y empezar a moverse en su interior. Bajó la cabeza y vio sus testículos balancearse con cada movimiento y se humedeció aún más. Se agarró fuertemente del edredón, pero no cerró sus ojos, se concentró en él, en las sensaciones, en su voz que gemía queda y la llamaba por su nombre.

¡Dioses! ¡Aquello era sublime!

Raphael la enderezó y pegó la espalda de ella a su pecho y la alzó para ponerla de rodillas en la cama, con dos dedos buscó su clítoris para masajearlo y llevarla a la copa del placer. Heather gritó un duro gemido cuando él con una mano apretaba un pecho, con la otra mano devastaba el pequeño botón en su entrepierna, y con su lengua recorría su oreja. Los dos empezaron a moverse como algas en el fondo del mar, suave, fuerte, continuo.

Cuando ella estuvo a punto de correrse, Raphael tuvo la brillante idea de retirarse de su cuerpo.

— ¡No! –gritó ella—. ¿Por qué? –él sólo alzó una ceja, la puso de costado en la cama y se ubicó tras ella.

—Por esto.

—Quieres matarme.

—Sólo de placer –se movió suavemente para volver a penetrarla, y Heather volvió a sentir que se corría. Él tomó su muslo y lo separó del otro abriéndola de piernas.

—Mira –le dijo, señalando el espejo de cuerpo entero que tenían delante. Heather lo escuchó a medias, pero hizo caso, y lo que vio la abrumó. El miembro de Raphael entraba y salía de su cuerpo y para ella se vio hermoso, glorioso; luego se vio su propio rostro, un rostro con el que ya se había familiarizado, y lo vio contorsionado por el placer.

—Así es… —susurró él en su oído— como te veo yo, cuando te hago el amor.

—Oh, Raph…

—Así te veo en mis sueños…

—Aahh… —gimió ella, sintiendo más humedad, más calor, más dolor por contener lo que estaba a punto de explotar. Quiso preguntarle: ¿sueñas conmigo? ¿Tienes fantasías cuando no estoy a tu lado? Pero era sólo por conocerlas, quería conocerlas; él ya había admitido que soñaba con este rostro lleno de absoluto placer.

Lo apretó con fuerza en su interior, no pudiendo contenerse más, no queriendo contenerse más, pero otra vez él salió de ella.




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