Locura de Amor [saga Arévalo #12]

Capítulo 1

Adán

—Hola mi padre es Juan Santos— sacudó la cabeza y sigo empujando la piedra con mi zapato. Me detengo por un momento y miró hacia el horizonte, hasta el día de hoy la familia Arévalo no me había tratado mal, me habían dado empleo en las cuadras de los caballos, pero no sabia como aparecer ante ellos y decirles la verdad. Deseaba conocer a mi padre y esa era la razón por la cual había decidido contarles la verdad.

Suspiré al ver la nube de polvo que se veía por el camino... visitantes... hoy no sería el día en que revelaría mi identidad.

Con la cabeza baja me encamine hacia las cuadras, me tire sobre el heno y con los brazos cruzados detrás de mi cabeza, contemplé el techo y no se cuanto tiempo paso por que me quede dormido.

Escuché una risa y abrí los ojos de golpe. Al incorporarme una niña con dos coletas está acariciando el pelaje de uno de los caballos, me levanto y sacudó mis pantalones. Me acercó a la escena que causa ternura, la niña gira su rostro y me mira con los ojos abiertos.

Su sonrisa se ha borrado, notó que es una niña elegantemente vestida, sus ojos me miran de pies a cabeza y me siento incómodo, soy un chico de diecinueve años y esta cría me hace sentir mal.

Cuando voy a marcharme por que es obvio que a la princesa le he caído mal quizás por mi estatus social, una chica de unos doce años entra a las caballerizas con una hermosa sonrisa.

Se detiene y mira a la niña.

— Gema te vas a ensuciar, mamá dijo que teníamos que estar limpias para la fiesta — la niña mira su vestido amarillo y se encoge de hombros, me siento fuera de lugar como una zarza en medio de dos rosas.

Cuando voy a marcharme la chica posa su mirada en mi, y en su rostro se forma una bella sonrisa...

— Hola, soy Raquel — me he quedado mudo contemplando a la chica más bella del mundo. Aunque son jóvenes, tengo diecinueve años y ella debe tener unos doce años.

— Soy... Adán — Raquel sonríe.

— ¿Trabajas aquí Adán? — suspiró y asiento, es mejor que sepa desde  un inicio que soy un simple trabajador... aunque no está bien que mis ojos se posen en una chica que esta mas alta que una estrella para mi.

—Si — su sonrisa no se borra, ella me mira en silencio por un momento y cuando se acerca con su mano extendida, siento la patada en mi pantorrilla, abro la boca y suelto un quejido, me ha dolido.

La niña llamada Gema ha jalado el precioso cabello de Raquel después que me proporciono la patada.

Salió corriendo y Raquel molesta la ha seguido.

Cierro los ojos y pienso que es una chica preciosa aunque inalcanzable... lástima que tenga una hermana tan antipática.

Seis años después

Hola Adán — me giró y ante mi está Raquel... más preciosa que nunca.

Dejo el cepillo del caballo y sonrió como un total torpe.

— Hola Raquel — ella avanza lentamente, dado que anda un vestido de verano de tirantes y sandalias de tacón.

— ¿Has visto a Gema?— niego y en silencio me digo a mi mismo que ojala esa chica tan antipática no se aparezca.

—No, lo siento — Raquel suspira y se da la vuelta, me he quedado paralizado observando su hermoso cabello rubio brillando por el sol.

—No sé da cuenta que existes — pongo los ojos en blanco y me giró a mirar a la antipática Gema que me observa desde una de las vigas.

— ¿Cómo rayos has subido ahí?

—Con las piernas —  resopló molestó, la chica debía de llevar rato de estarme observando desde esa parte del techo.

— Tu hermana te está buscando — sacude su cabello rubio que ya no va en dos coletas.

— La escuché — se encoge de hombros.

— Entonces baja — su sonrisa de burla me enfurece más.

— ¿Solo por que tu lo dices?

Respiro profundo, pero escucharla reír me saca de mis casillas.

— Haz lo que te plazca mocosa — ¡bingo! la hice callar.

— ¡No soy ninguna mocosa, he cumplido quince años! — esta furiosa.

—Para mi lo eres, yo he cumplido veinticinco años así que eres una mocosa— sentí el golpe en mi frente que me hizo caer sobre mi trasero por la sorpresa, inspeccionó y veo la zapatilla convers con la que está mocosa me ha golpeado.

Recogí la zapatilla, pero la mocosa esta saliendo de la caballeriza como todo una reina sin un zapato.

Vaya que la mocosa de Gema era una niña con muy mal genio.

 




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