10:57am. En clase de lengua castellana y literatura.
Tengo ganas de se termine ya la clase, para poder irme con Costa a clase de teatro. No dejo de pensar en poqué me pidio mi apellido Óscar. Bueno acaba de sonar el timbre.
11:03am. En el salón de actos.
-Hola Violet. Este año voy a ser tu maestro de teatro, me llamo José y me gustaría interprentar la hobra de teatro de la Celestina-
-Esta bien maestro, pero ¿quién va a ser cada personaje?- preguntó Miguel, un compañero.
-Bueno lo ire asignando según como os vea que os pege mejor un papel u otro-
-Vale- respondio Miguel.
-Pero si el teatro es dentro do dos meses y tenemos que estudiar y ensallar los tres actos- replicó Costa.
-Lo hiremos vinedo señorito- dijo el maestro.
15:08pm. En camino a casa.
Mientras camino hacia mi casa me pongo los cascos y escucho QUEEN. En el camino me esncuentro a Tanque con Yoli hablando y riendose, le bajo volumen a la música para escuhcar de lo que hablan. Hablaban de Óscar que si era un traidor un mierda, que si se merece lo peor. Me subio por el cuerpo una rabia porque no paraba de criticarlo y diciendo nada más que puras mentiras, pero me controle y seguí mi camino. Tengo que ayuadar a Óscar para liberarse de esas dos chupas sangre que lo único que les interesa es la vida de los demás y si es muy buena la vida hacen lo que sea por fastidiarsela, pero no se saldrán con lo suyo durante mucho timepo. Ellas son escoria que para creerse importantes se tinenen que drogar, pero eso hace que se vuelban más invisibles.
Cuando menos me quiero dar cuenta las tengo en frente de mi, casi me choco con elllas.
-Ni se te ocurra acercarte a Óscar. Como vea que te hacercas para decirle un simple hola te vas a enterar de lo que es verdad- dijo Tanque con su voz repugnante, mientras su amiga asintia con la cabeza.
-Y, ¿qué pasa si no te hago caso?-
-Pretendes no hacerle caso. Como no le hagas caso vamos a hacer que te tengas que mudar porque en esta ciudad no te podran ver nia a la cara. Así no te creas que puedes comerte el mundo cuando eres inferior a nosotras- dijo su amiga en tono desafiante.
-Ya vere lo que hago ya que no se puede controlar a la gente. Que os den- les digo mientras le hago la peseta.
Al fin me libro de esas par de imbéciles. Ellas si que no sirven para nada ni para poder estrellarlas en el suelo. Bueno estoy llegando a mi casa cuando veo que me han seguido, entro corriendo dentro de mi casa, rapidamente llamo a mi padre para que las eche. Después de que mi padre las eche me siento más segura y mi madre me dice que a partir de ahora me llebará al insti y me recogera, a lo que no se lo niego.