Locuras que nunca olvidaras.

Capitulo uno.

La chica castaña miraba con dolor su casa, casa en la que paso cinco años de su vida ente esas cuatro paredes.

 

 

Al haber acabado la universidad había tomado la decisión de partir y volver a empezar.

     Dar vuelta la página y escribir un nuevo guion para su vida.

     Poder luchar por su felicidad.

Suspiro mientras dejaba las ultimas cajas en la sala y se disponía a ordenar todo. Ya después de ordenar todo lanzo su cuerpo a la mullida cama y tomo una gran bocanada de aire

Había vuelto, estaba en su hogar de nuevo.

Y esta vez lo haría todo bien, empezado por trabajar duro y avanzar.

 

 

 

 

Taehyung caminaba por los pasillos de la empresa cuando percibe en la entrada al ver a una chica muy linda… se quito los auriculares con rapidez y mantuvo su mirada en la silueta de la chica por unos minutos, y no solo porque resulte como una chica de gran atractivo, si no que a la vez resultaba perturbadoramente familiar. Y ahí, en medio de un pasillo, callo ante el un balde de cruda realidad…  

¿Esto era enserio?

¿Ella había regresado?

¿Ming Tania se encontraba parada ahí en la empresa?

Su cuerpo se mantuvo aturdido por unos minutos hasta que la muchacha termino por desaparecer de su campo visual, ahí no tuvo de otra que dar una vuelta y volver lo más rápido que podía con ellos.

Debian enterarse.

Mientras pasaba por el pasillo, pasaron millones de ideas por su cabeza.

¿Ella se acordará de ellos?

¿Aun tendrá en su mente todo lo que le hicieron cuando era una pobre adolescente?

¿Los habrá perdonado?

¿Qué significa que ella haya vuelto?

¿Por qué volvió?

¿Por qué ahora?

 

 

 

 

La sala de ensayo presentaba un ambiente muy ameno entre los chicos, como ya era costumbre se encontraban tirados e el piso de la sala hablando entre ello o entre bromas.

Todo problema que alguna vez hayan tenido desapareció, ellos habían avanzado juntos y cada conflicto que pudieron tener había quedado en el pasado.

 

O eso creyeron hasta ahora.

 

Taehyung entró a la sala con evidente gesto de angustia y al borde del colapso… Jimin se paro de un salto con la intención de calmar a su amigo, el de mechas rubias y regordetas mejillas envolvió a su amigo en un cálido abrazo mientras lo escuchaba murmurar cosas inteligibles. - Tae, amigo, cálmate… toma aire y empieza a explicar desde cero. No te entendemos nada- soltó en un tono bajo mientras agarraba entre sus manitas la cara agotada de Tae. - Ella… ella está aquí, volvió… volvió y lo mandara todo a la mierda otra vez. - musito en un tono bajo mientras jalaba sus castañas mechas con desesperación.

Y no fue mas que eso lo necesario para que un silencio sepulcral se apodere de la sala sumiéndolos a todos en desesperación.

¿Era enserio?

¿Tania había vuelto a Corea?

¿Cómo es que Tae la había visto?

¿Qué hacía en la empresa?

¿Qué significaba eso para ellos?

 

 

La idea de que Tania regresara a sus vidas de por si resultaba conflictiva, ay ahora para colmo sumaba el hecho de que vivirían con ella.

Fabuloso, ¿no?

Jimin, Jungkook, Namjoon y Yunki se veían en completo estado de desaprobación ante esa ida.

¿Por qué tenia que vivir con ellos?

Sabían que la idea de verla en la empresa seria complicada, pero la habían acetado. Pero ya tenerla aparte en la misma casa.

¡ERA EL COLMO DE LOS COLMOS ¡

 

La sala se veía sumida en un silencio de ultratumba sumado de un ambiente muy denso.

Ella les había provocado problemas en la secundaria y ahora de adultos igual.

 

 

 

Para cortar el mal ambiente la puerta de la casa se abrió dejando ver a la chica, quien fue recibida con un abrazo furtivo por parte de Hoseok y Jin, quienes rápidamente agarraron a la chica y la acompañaron a la que ahora seria su habitación, Hoseok agarro las cosas de la chica y les dedicó a sus compañeros una mirada de desaprobación mientras subía tras Jin y Tania.

     El entendía, tenia claro que el pasado que tuvieron con ella no fue de colores pastel.

Entendía que habían terminado con muchos cabos sueltos.

Pero eso no les daba el derecho de tratarla como si fuera una cucaracha de alcantarilla, ella al igual que los chicos tenia sentimiento… Y si ellos seguían así lo único que lograrían seria romperlos en millones de pedazos.

 

Al salir el sol la chica se vio levantada ante el insistente gruñir de su estómago exigiéndole comida.

Una bestia que no hacia mas que exigir ser saciada.

Dio un suspiro mientras estiraba su cuerpo y se ponía de pie, tocaba empezar esta masacre.

     Y es que no deben creer ustedes que solo los chicos estaban en cintra de la idea, a ella tampoco le gustaba… El daño por todo lo que habían provocado en su adolescencia seguía presente. La atormentaba saber de todo lo que eran capaces.

Pero ella no se iba a detener, así que solo se cambio y bajo en busca de la cocina (gracias a Hobi y Jin que le dieron un tour por la casa jiji)

Bajo encontrándose con lo mejor que le pudo haber pasado en ese momento, la casa estaba vacía. Ya que ella era nueva le habían dado el día libre así que no se vería con nadie por ahora.




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