Al ver la sala de audio vacía el cuerpo de Tania se detuvo de golpe, ¿no era que se tenía que ver aquí con el productor?
Su cuerpo se encrespo rápidamente al sentir como alguien se ponía a sus espaldas y la agarraba de la cintura. - Veo que llegaste rápido a la grabación linda- soltó Jimin en un tono burlón mientras corría el cabello que se posaba en el hombro de la castaña.
No... No de nuevo.
Otra vez había caído ante ellos, sus dos verdugos se erguían nuevamente frente suyo imponiéndole todos sus temores más profundos... Rápidamente Jimin soltó una ligera sonrisa y poso sus labios en el cuello de ella mientras sentía como su cuerpo no dejaba de temblar... Se quiera ir ya de ahí.
Quería alejarse de esos dos y salir corriendo lo más rápido posible, quería ser libre, aunque sean unos minutos hasta volver a el lugar que ahora era su hogar. Si bien ya había madurado y crecido como persona aun no tenía las fuerzas para volver a pasar lo que tanto le acomplejo en la secundaria... Fue liberada por unos segundos mientras los chicos atendían una llamada permitiéndole así escapar.
Salió corriendo con toda la velocidad que sus piernas le permitían camino a casa mientras sus ojos aún se mantenían desbordantes en lágrimas.
Al llegar finalmente a casa entro corriendo mientras los chicos que se encontraban en casa salían corriendo a sus espaldas para ver qué pasaba... Taehyung empujo con fuerza a los demás chicos y envolvió entre sus brazos a la Tania y la intentaba calmar.
Si bien ella jamás llego a explicarle que había pasado lo lograba entender, ella llego llorando de la empresa. Empresa en la que se encontraban Jimin y Jungkook... Eso ya había sido la gota que colmó el vaso... Pocos minutos después la soltó y cerró la puerta de ella a sus espaldas dejándola sola mientras jalaba a los demás chicos a la sala e intentaba aclarar todo esto.
Ya en la sala se puso de pie frente a todos con una mirada asesina. – Quiero la verdad, y la quiero, pero YA. - impuso mientras paseaba su mirada por cada uno de los chicos. - Y ustedes dos vengan ya, no crean que se salvaron. - Impuso ante Jimin y Jungkook que venían entrando a la casa… Jimin musito nervioso y soltó todo. - B… bueno solo era un juego, quiero decir… solo éramos adolescentes, pero puede que nos hayamos pasado de la raya- y aquí mis estimados es que exploto la bomba atómica. Namjoon suspiro con pesadez mientras intentaba arcarse a Tae y tomarlo del hombro, pero este no hizo mas que pegarle una bofetada en la mano y pedir la explicación completa mientras se sentaba en el sofá. - Vamos, quiero la historia completa, los escucho. - Tae, en serio no es para que te pongas así… Cuando los chicos estaban en la secundaria hicieron una apuesta… No era anda grave, solo era ver que tan rápido la enamorábamos. - Soltó Namjoon como si todo lo que le había hecho fuera un juego de niños, pero para Tae no fue así, se paro con impotencia y estallo una de sus manos contra la mejilla del líder del grupo. - ¡!ESTO NO ES UN PUTO JUEGO NAM, ABUSARON DE ELLA, LA MALTRATARON… CASI LA MATAN, MALDITA SEA. - escupió cual serpiente a su veneno mientras dejaba a la vista el hecho de que ya había llegado al límite.
Si bien sabia lo que le iban a decir jamás espero que lo tomaran con tanta ligereza. - Y ustedes, ¿Qué mierda le hicieron para que llegue llorando como loca? - pregunto mientras miraba a Jungkook y Jimin quienes se mostraron atónitos.
Claro, ¿Qué ganarían al explicárselo?
Taehyung gruño y chasqueo la lengua. - Ya lárguense, sé que le hicieron daño otra vez- sentencio mientras se ponía de pie con brusquedad y subia para encerrarse a su habitación. Esto le sacaba completamente de sus casillas.
¿No les afectaba ser tan hipócritas?
¿Enserio hablaban de amarse a si mismos y al resto para realizar semejantes atrocidades?
¿Eran tan caras duras como para hacer eso?
Ante la abrupta salida de los chicos la sala se vio sumida en silencio por unos minutos. - A la mierda con Taehyung, no se que libertad se da de hablar sobre eso si no estuvo en ello. - Soltó Yoongi mientras llegaba a la sala con un paquete de cerveza y le repartia uno a cada uno de los chicos.
Era una idea estúpida ciertamente, y es que verdaderamente no tenias que formar aprte de ello para saber que estaba mal…. Solo hacia falta tener dos dedos de rente ra entender el horrible error que estaban cometiendo.