No soy la típica chica que sale cada fin con sus amigas y se embriaga para al día siguiente no recordar nada, pero tenía muchas ganas de salir y divertirme conocer mi lado extremo. Digo soy una chica de dieciocho años necesito divertirme antes de tener mis diecinueve.
Para mi desgracia Bella se iría muy pronto de la ciudad o mejor dicho del país, ella era la única mejor opción que tenía para salir a divertirme. Damián por otra parte no le gusta mucho este tipo de cosas y no me molesta, es solo que desearía que tuviera un poco de adrenalina conmigo y no con sus amigos.
Mañana seria mi primer día del trabajo y mi estado emocional se encontraba bastante calmado, pero sin mi amiga conmigo y mi novio con sus amigos ¿Qué podría hacer en mi último domingo?
Nada, solo estar en mi habitación, con mi linda mascota canina y ver una típica película adolecente que terminare amando como las otras.
Tomo mi celular y le mando un mensaje a bella
“Hey ¿Qué tal una noche de chicas?”
“Lo siento nena sabes que es mi última semana en casa y mi madre decidió hacer un viaje familiar y saldremos en la madrugada”
Ver ese mensaje me entristeció, me puse a pensar que mi prima que es como mi mejor amiga no nos despedimos como se debía, sé que solo son vacaciones por lo que se ira y pronto estaremos juntas. Pero de todas formas la tristeza me invadió.
“Cierto casi lo olvido, diviértete nena mucho, te amo Bell”
“Yo igual te amo Alba”
Apago mi teléfono no antes de ver el estado de Damián en Instagram, salía con sus amigos y por lo que se miraba se divertían demasiado. Y yo aquí acostada en mi cama.
Suspiro con derrota esta sería mi noche y sin más le envié un mensaje a Mia una compañera de la escuela y salimos esta noche.
(…)
De lo que Damián y yo teníamos relación jamás habíamos tenido una pelea, nunca teníamos un motivo para pelear y ahora que la tenemos me siento tan jodida.
A mí nunca me había gustado de los novios de mis amigas que le tenían que pedir permiso a ellos para poder salir y me sentía estúpida ver que mi primera pelea había sido por salir con unas de mis amigas sin consultárselo a Damián.
Me recojo mi cabellera en una coleta, ya que me sentía desesperada, tenía enojo.
Dejo de mi cabello y me pongo frente a él. Ambos estábamos enojados, el por qué salí sin su “Permiso” y yo por que sea tan egoísta. Como el sí puede salir y yo no tengo derecho.
Asiento y me zafó de su agarre, la rabia que sentía era tan grande, más las estúpidas palabras que me decía Damián me hacían enfurecer más y más.
Lo callo con un fuerte golpe en su mejilla, me asombro un poco pero aun así mis palabras salen por si solas.
Agradezco de que mi madre un no llega del trabajo así no pudo ver esta pelea estúpida pero dolorosa. Esto no era una ruptura para mí, creo que solo quería un poco de espacio, así, los dos podíamos ver que era estúpido pelear por esto.
En una relación siempre tiene que ver confianza y por lo que veo Damián no confiaba en mí.