CAPÍTULO 10: PÚDRETE HIJO DE P*
Apretaba mis manos en modo de relajación.
No podía creer que todos los trabajadores de la grabación me habían visto gimiendo como loca, o mejor dicho follando como loca. Ese puto vídeo lo grabamos hace unos cuantos meses, solo fue una fantasía sexual, ambos habíamos acordado en borrarlo, pero al parecer Corey no lo hizo.
Megan porque siempre eres tan confiada.
Me siento tan estúpida. Quería golpear algo o a alguien.
Estaba fuera de la ciudad y lo peor de todo es que no había traído mi auto para buscar al hijo de puta de Corey, oh, realmente que cuando lo vea enfrente lo golpearé y posiblemente lo deje sin descendientes. Esto no podía pasar, aunque estaba pasando. Tenía que dar la cara a todos después de tan bochornoso incidente.
—Megan —llamo alguien, a quien le reconocía muy bien la voz
Logan estaba detrás de mí con el pecho subiendo y bajando, tal vez estuvo corriendo, la verdad es que no me importa en este momento.
Me cruce de brazos y me voltee mirado a la nada, era mejor llamar a los chicos para que alguno de ellos viniera a recogerme, pero como era Megan Jones mi teléfono lo había dejado en las grabaciones. Yo me pregunto: ¿Para qué tengo teléfono, si siempre lo dejo tirado?
—¿Megan?
—¡Qué! —grite fuertemente
—Quería saber ¿Si estás bien? —Logan sí que sabía cómo sacarme de quicio
—No, no lo estoy —respondí secamente—. Ahora déjame sola
—¡¿Qué?! No te voy a dejar sola —contesto acercándose—, me importas más de lo que crees, además creo que esto fue mi culpa
Me agarro de la mano volteándome para que lo mirara. Sus ojos cafés hicieron contacto con los míos, puse los ojos en blanco. Logan puede ser actor pero yo no.
—Corey es estúpido por naturaleza, solamente es que me di cuenta muy tarde, lo que me convierte en estúpida también
—Megan, él está mal de la cabeza. Nos tomó una foto besándonos para luego hacer un video y enseñárselo a todo el mundo, sin mencionar las otras fotos y el video de ustedes. Está obsesionado contigo —informó Logan de lo más serio
—Por eso es que quiero partirle los pocos huevos que tiene —murmuré entre dientes
Las manos de Logan subían y bajaban por mis brazos, como si me reconfortara, lo cual no estaba haciendo. Estaba enfada, y quería golpear a Corey pero no podía hacer nada estando aquí parada.
—¡Hey! —exclamó rápidamente tomando mi rostro—. No hablaras con Corey, Megan. No estás en condiciones para hablar con él
Yo fruncí en ceño «¿Ahora me daba órdenes?». Él me miro sonriendo.
—Estas en condiciones de patearle el trasero a ese tonto
Reí porque fue muy gracioso ver como Logan dijo: «Trasero» señalando su trasero.
Para ser sincera si quería golpear su tonto trasero y para eso necesitaba una movilidad que me llevara hasta mi propósito «Decirle sus verdades a Corey Long» y un agregado era golpearlo. Que lo tome como un recuerdo de despedida o quizá como una cuenta muy buena en el hospital.
—Yo estoy en más que condiciones de partearle el trasero a ese tonto, imbécil, idiota, hijo de puta que hizo ese estúpido video —hable rápidamente. Logan sonrió agarrando mis cachetes, solté un suspiro—. Es un estúpido, que se merece que...
—Puedes decirle todo eso cuando lo veas, guarda tus fuerzas
—Es que tan solo de pensar en lo que ha pasado en menos de 10 minutos hace que me llene de furia —exprese molesta y apartando mi rostro de su agarre—. ¿Puedes prestarme las llaves de tu auto?
Logan levanto una ceja sonriendo victoriosamente.
—Vamos a golpearlo —vocifero Logan, yo negué con la cabeza
—No. Yo puedo golpearlo sola, tú solo me prestarás tus llaves para ir allá —respondí apretando los labios para no reírme de la cara que estaba haciendo—, juraría que si no fueras actor serias un gran cómico
—A que si —hablo con voz aguda—. A qué no, tal vez solo se necesita reír en momentos tan inusuales de la vida
—Ahora resulta que el psicólogo Gómez salió a flote para darme el consejo del día
—Yo creo que si
—¿Me prestarás las llaves o tendré que hacer autoestop? —pregunte riéndome
Se podía decir que en ese momento había olvidado al tonto de Corey y me estaba riendo de las payasadas que Logan hacía para que me riera. Si ustedes lo vieran me comprenderían, pero no es algo que la imaginación no pueda solucionar. Logan estaba haciendo como un mimo, imitando mis actos y haciendo un autoestop mega sexy para que el chofer parara.
Él está loco de remate.
—Te las prestaré con la condición de que dejes que yo también le patee el trasero a Long
—¿Long? —pregunte—, es acaso que ya no te cae el estúpido ese