Los Amores de Megan

♥CAPÍTULO 26♥

♥CAPÍTULO 26♥

♥Cambios♥

Mencionar que me dolía lo que había pasado hace unos días era en lo que evitaba pensar y aún más decirles a las personas de mi entorno; darme un golpe a mí misma con la realidad y demostrarlo con mi cambio de actitud, no tenía el valor aun de aceptar algo como ‘Una ruptura’ lo cual me hacía sentir como una estúpida. Siempre había sido buena olvidando temas como esos, tal vez porque tenía muy en claro que eso no duraría; siempre he sabido que las relaciones no duran más que por costumbre, así que nunca aspire a algo duradero, soy más de vivir el momento.

O al menos eso fue lo que creí. Mi pensamiento siempre ha sido nunca sufrir por alguien que no valía la pena, pero aquí estaba yo con un humor de mierda que no soporta ni la más mínima broma o acercamiento de cualquier persona.

—Listo, eso es todo por hoy. Muchas gracias. —Tiana mueve sus rizos de un lado a otro antes de dirigirse a mí—. Megan, si sigues con esa cara de culo te pondré una máscara.

—Pues creo que me la pondrás.

Camino a buscar mis cosas para poder irme, recalco que mi humor es una reverenda mierda pero me importaba una mierda si le molestaba a los demás. Tomo mi mochila y mi bolso antes de chocarme de nuevo con la directora.

—Sabía que eras jodida pero no tanto —hago el intento para esquivarla pero se pone de una manera que solo la veo a ella—. Tiana puedes ser mi jefa pero mi estado de ánimo, uff, es simplemente un asco. 

—Por eso, podrías contarme porque estas así. De un tiempo para acá estás insoportable, llegas tarde, no tienes ánimos, te equivocas en los horarios y no das buena información a los productores e inversionistas, sé que estamos a una semana de cerrar las grabaciones pero pon de tu parte en esto y no quiero altanerías en las grabaciones, soy tu jefa.

Ya lo sabía no tienes por qué recalcármelo más.

—De acuerdo, lo hare. ¿Puedo salir o me dejaras encerrada?

Me observa un momento, detesto que todo el mundo haga eso conmigo. Últimamente parezco el estudio de todos mis amigos, mi comportamiento es más raro de lo común y todos lo están empezando a notar pero las personas cambian ¿no?

—Adelante —se pone a un lado dándome paso.

Ni bien llegue a casa, decidí irme a otro lugar. La sala estaba lleno de los chicos conversando amenamente y ¡Oh, sorpresa! También estaba la embarazada de K.C, pase saliva o mejor dicho ácido y me fue a mi cuarto sin mediar palabra.

Si tenía planeado largarse ¿Por qué no lo hacía ya? Era tan incómodo mirarse las caras como si nada pasara y fuéramos felices, a lo menos yo no era feliz. Las llamadas insistentes de Jazz era las que más evitaba, siempre llamaba para hablar conmigo pero la ignoraba porque no me sentía preparada para sus interrogaciones cuando le diga que Paulo va a ser papá.

Me coloque una polera y unos shorts para ir a correr.

¡Estaba loca!

Y no lo digo por los shorts, si no que yo soy anti deportista aunque pensándolo bien prefería eso a comer la cena preparada por K.C. Sé que ella está embarazada pero no la puedo ver, ya que su sola presencia me molesta y por ello prefiero alejarme. Baje las escaleras rápidamente para dirigirme a la puerta.

—Me… —cerré la puerta.

Con auriculares en los oídos y muriéndome de frio, empecé a correr por la acera sin rumbo fijo. Mis piernas se sentían como gelatina pero aun así no quería parar, era como un castigo a mi cuerpo por las decisiones que había tomado, mi respiración era agitada, demasiado a decir verdad las lágrimas brotaron y fue cuando me di cuenta que por más que quisiera continuar mi cuerpo dolería y las lágrimas caerían por más que odiara aquello.

Odio el amor y siempre lo hare. 

Contaba los días para que la grabación acabase, el trabajo últimamente me aburría y me sentía mal porque era algo que yo amo. Baje para almorzar, no lo quería hacer pero debía alimentarme; agradecí que Alex y Dany no dijeran nada sobre mi lejanía y estado de histeria, solamente me daban mi espacio.

La música se había vuelto como un refugio y más el rock en español, era bueno ya que poco entendía en ese idioma y mis amigos menos.

—¿Crees que deberíamos hacer una fiesta de soltero?

—Es despedida de soltero, Alex. Y no creo que eso le agrade a K.C, ya sabes que el bebé se le puede venir si ve a Paulo con una chica antes de su matrimonio.

¡Crash!

Ese sonido no era solo del vaso que había apretado con fuerza al escuchar sin intención la conversación de los chicos, era el sonido de mis esperanzas rotas. Aquellas que en el fondo de: mi terquedad y estupidez tenía puestas en él, aunque no quería aceptarlo abiertamente creía en su cambio de decisión, en que volvería conmigo a pesar de todo. Mordí mi labio inferior al ver la cortada que tenía en la palma, tomo una respiración profunda para no ponerme a llorar como hacia cada vez que veía a Paulo y K.C juntos, sumergí mi mano al agua y seguí como si nada hubiera pasado nada.

Solo que la herida era profunda y dolía, y no me refería a mi palma.

Mientras miraba el techo de mi habitación como hobby, la chica de cabello rojo también conocida con Jazz estaba en el marco de la puerta con una cara extraña, muy poco vista en su rostro.

—Me dijo Daniel que no te acento la boda del suripanto ese —sus cambios de look me sorprendían cada vez más—, voy a pasar por alto que te pongas como esas pendejas que no superan a su ex y se deprimen. Pero no tengo moral ya que yo también lo he sido pero no puedes ponerte así por alguien que ya decidió lo que quiere; se perdió a alguien como tú, Megan él no te merece, al hacerte llorar y sufrir te perdió eso no va a cambiar.

—No estoy así por él —tome mi teléfono y empecé a ver las redes sociales—, es solo que he tenido unas semanas pesadas.

Ni tú te lo crees, Megan Jones.




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