♥CAPÍTULO 29♥
♥Todos tenemos problemas♥
—Los problemas son algo inevitable, no podemos controlarlos. Es como si fueran parte de nosotros, ya lo he asimilado; pero —trato de ordenar mis ideas de una forma que no suene estúpida—. ¿Alguna vez te has preguntado si todos lo vemos así? Mi posición siempre ha sido que las cosas pasan por algo, que siempre nos enseñan algo; pero que me sucediera eso…
Me mantuve callada por unos minutos; aún me resulta difícil mantener conversaciones en las que involucraran el tema que paso. Aunque ya llevaba algunas sesiones aun me resulta difícil aceptar como me sentía en realidad.
Algunos días puedo levantarme con una sonrisa en el rostro y decir voy a seguir, el pasado dejarlo atrás y volver a ser yo, pero otras veces solo quiero estar alejada y quedarme sola en mi propia burbuja de emociones. No sé cómo podría decirlo en una sola palabra, creo que no hay una en específico para dar en el blanco a la hora de hablar sobre nuestras emociones.
Tomé una profunda respiración y proseguí.
—No sé qué es lo que me enseña, ¿Qué cosas aprendí de lo que pasé? A que ¿No debo utilizar ropa corta? ¿A que no puedo beber una bebida sin el temor de que me droguen? ¿Qué no puedo confiar en nadie? No voy a decir o preguntar porque a mí o porque yo entre tantas. Sé que lo que me paso no es mi culpa y si lo que tuve que pasar lo tenía que pasar, estoy resignada porque nada cambiaria lo que ya está hecho —le doy una corta mirada al psicólogo que está observándome atentamente y sigo con mi descargo—, me di cuenta de tantas cosas. Y aunque no puedo olvidar lo que pase, en mi mente tengo tatuada la frase de tengo que seguir, pero a veces es tan difícil que tengo miedo de que ese tatuaje pueda borrarse.
Paso saliva y muerdo la parte interna de mi mejilla. Conteniendo unas ganas muy grandes de llorar, ya que la mayoría de veces era lo único que hacia dentro de este lugar.
—Megan si tú quieres seguir lo vas a lograr, no van a poder borrar ese tatuaje si tú te niegas a hacerlo. Tú —me señala estableciendo contacto conmigo—. Tú, eres la única que tiene el poder para hacerlo, yo sé que tú puedes seguir adelante; pero la pregunta aquí es si ¿Tú sabes que puedes seguir adelante?
¿Lo sé? ¿En verdad lo sé?
—Sí. —digo con un poco de inseguridad.
No sé desde cuando empecé a cambiar. Mi seguridad, mi autoestima no eran los de antes, mi personalidad se había vuelto un poco más sombría y todo en mí, había dado un cambio de 360° el cual recién me estaba acostumbrando.
—No te voy a mentir —dice el psicólogo levantándose de su silla—, van a haber días malos como también días buenos. Vas a llorar, vas a gritar y vas a sentir muchos pensamientos negativos en ese transcurso, porque todo es un camino, no quiero generalizar y decir que tal cual te lo digo va a pasar. Solo quiero que sepas que en toda oscuridad hay una luz y estoy seguro que lo vas a encontrar, que vas a poder salir.
Se que suena estúpido, patético, absurdo y estoy harta de tener estos pensamientos, pero no puedo evitar no sentirlo; por más que pueda y lo intente aun hay algo en mí que sigue ahí sintiéndolo. Es inevitable, he escuchado a muchas personas hablar sobre que me estoy dando al abandono o que todo parte de mi misma, que yo debería ponerme mejor por mi familia y lo intento, en serio lo intento, pero no soy la clase de persona que muestra una sonrisa falsa diciendo que esta bien cuando no es así.
No quiero mentirles a mis padres, mis hermanos, mis amigos a las personas que me rodean y sobre todo no me quiero mentir a mí misma. Sentiría que no me valoro cómo persona, aun me siento mal conmigo misma al no poder hacer nada, es que a veces siento que esto no parte de mí.
Es un proceso —me repito a mí misma una y otra vez hasta poder creérmelo.
Las sesiones con el doctor Amato me a ayudado en el proceso de aceptación y de superación. Mi familia me ha dejado respirar luego de que el mismo psicólogo les halla dicho lo que yo desde hace mucho estoy pidiendo. Uno de los días más difíciles fue cuando por fin se dio sentencia al hombre que abuso de mí después de 3 meses y medio por fin tiene una sentencia, por mas poder que tenia su tío no puedo defenderse contra todas las pruebas que lo acusaban.
No era la primera vez que el se aprovechaba de una mujer, había tenido varias denuncias y acusaciones, pero en muchas de ellas las mujeres retiraron las denuncias y otras solo no se presentaron a las audiencias. Fue un proceso largo de justicia, pero por fin podía respirar y decir que ese hombre estaba en la cárcel.
Pantera Van Gogh Jones Knightley estaba mucho más grande y mis miedos habían disminuido después de toto lo que paso.
—¿Siempre te ocultaras detrás de tus padres? ¿Siempre estarás oculta del mundo exterior?
No.
Absolutamente era un claro y rotundo. ¡No!
Ya no quiero seguir aquí en Erie, se que suena un tanto feo. La verdad es que ya me canse de estar aquí, estoy acostumbrada a ser libre y hacer lo que amo, por ello había tomado una importante decisión en mi vida, esa era claramente.
—Cariño —me llena de besos el rostro y me apretuja a ella sin dejarme respirar—, te amo demasiado como para dejarte ir.
Solloza y siento que mi corazón se apretuja cada vez más y más.
—Mavrel no le digas eso a mi rubiecita que la vas a poner triste, debemos respetar lo que ella decida, es mi pequeña —junta su frente a la mía y sonríe— lucha por tus sueños nena, sabes que siempre estaremos aquí para apoyarte y tomar tu mano cuando nos necesites.
—Para todo —mi madre sorbe por la nariz—, llámame cuando mas me necesites, no importa la hora siempre te voy a contestar, se que piensas que estamos ausentes y que no te hacemos caso por lo que ocupa nuestro trabajo, pero mi familia es lo más importante.