♥CAPÍTULO 31♥
♥El gran golpe♥
—Esperen, esperen ¿Quién es la chica fantasma? —cuestiona Jazz mirando a los chicos.
Todos se quedan callados haciendo que la tensión aumente y mi corazón se acelere. Nos observamos entre sí para ver quién era el valiente que se atreviera a decir palabra alguna frente a la situación que se estaba dando.
Por un lado, estaba Paulo Hastings haciendo el ridículo, cantando baladas románticas con desafinación; K.C estaba hablando por teléfono con algunas lágrimas en sus ojos y nosotros 6 estábamos sentados en un gran silencio, la rubia miraba a Dany esperando respuesta alguna, Mitch se notaba serio, Luc miraba de manera fulminante a Alex quien prefería mantener contacto visual con cualquiera menos con los chicos.
—¿Y bien? —Yo ya no podía aguantar más el silencio— ¿Dirán algo?
—La verdad —respalda Jazz.
—Yo paso, no pienso delatar a nadie —el pelinegro se levanta del sillón—, se supone que somos mejores amigos, o al menos eso creía yo.
—Iré con…
—Tú te quedas —la novia de Dany le pone la mano en el pecho—, no te escaparas, a menos que digas quien es la chica fantasma del borracho ese.
—Amor —arrastra las palabras y hace un puchero.
—Guarda tus intimidades —Mitch le da un golpe detrás de la nuca—, se fuerte.
—No. Habrá. Sexo.
Si que se estaba volviendo turbia la cosa para saber de la chica fantasma de Paulo. Sería que el aun… son solo ideas mías, era obvio que él ya me había superado, dijo que amaba a su familia y a su… esposa. Duele decirlo, no fui de las mujeres que creyera mucho en el matrimonio, pero si tendría que escoger a alguien para casarme, este hombre hubiese sido Paulo Hastings.
—Nosotros tampoco sabemos quién es la chica fantasma —habla Alex de golpe—. No tenemos ni la más mínima idea de quien es, solo sabemos que es una mujer muy importante para Paulo, la quería en su vida, pero ella a el no. Una noche antes de su matrimonio se emborracho y confeso que la amaba. En su…
¿El me extrañaba? Si yo fuera la chica fantasma a la que amaba, si fuera la mujer que el tanto grita a los cuatro vientos que ama. Esto se sentía como cuando tus amigos de secundaria te decían que le gustabas a tu crush.
—Ya Alex, basta. Si Paulo decidido no contarle a Megan es porque… —el pelirrojo me mira con una sonrisa de lado y prefiere darse la vuelta.
Que Megan no sabía que. Tal vez no me lo confeso porque era yo esa chica.
—¿Por que qué? —cuestiono fastidiada.
—Porque te podrías de lado de K.C, sabemos cómo eres y…
—¿Por qué me podría de lado de K.C? —interrumpo a Mitch.
—Porque Paulo le es infiel a K.C con una modelo de la empresa. —responde Dany de manera neutra—, sé que lo que hace está mal, sí que esta tremendamente mal, es una mierda, pero…
Shock, esa palabra me podría describir completamente, me sentí estúpida y egoísta creyendo que aún le importaba.
—¿Desde cuándo? —pregunta Jazz.
Hoy era el día de quien interrumpe más al otro, todo se quedaba en un gran suspenso.
—8 meses, desde hace 8 meses Paulo la frecuenta.
Era diciembre, cuando una niña rubia recién aprendía a patinar, me habían comprado unos lindos patines verdes, ese día caían muchos copos de nieve, me senté en la banca esperando que mamá trajera a Anwar quien era un asco patinando.
Una mujer muy bonita se sentó a mi lado, tenía un vestido blanco muy hermoso, brillaba con la luna. Sus ojos fueron los que más me llamaron la atención, parecía un mapache por el maquillaje corrido, con sus palamas cubrió su rostro para llorar en silencio.
—Es malo llorar solo —hable en un susurro.
La mujer levanto el rostro.
—Te digo un secreto que te aliviara muchas lágrimas. «Ama con la mente y no con el corazón, la mente será racional y te enseñara a poder vivir sin esa persona, en cambio el corazón es terco y traicionero aclamando a esa persona, aunque ella no te aclame a ti»
—Pinche puto, calenturiento.
—Amor, no hables así de mi amigo.
Salgo de mi trance, luchando por unas ganas de llorar, odio haberme vuelto tan sentimental. Después de todo no había sido la única engañada, fue muy fácil dejarme atrás, era lógico que hubiera alguien más.
—Vamos a hacer una coreografía como los viejos tiempos —anima el susodicho frente a nosotros.
—Aparte de borracho, puto. —mi amiga rueda los ojos cuando me ve a mi—, todos los hombres resultan ser lo mismo solo que con diferente envoltorio. ¿Quieres irte Meg?
Asiento en silencio. Esos ojos verdes que había visto veinte años de mi vida para mi ya no eran los mismo, que hace años. Todo tiene un final, todo acaba.
—¿Porque te vas?, hace mucho que no nos veíamos niña Hershey podrías quedarte y seguir escuchando las canciones que le estoy dedicando al amor de mi vida.