Los Amores PlatÓnicos ¿se Hacen Realidad?

CUANDO CREÍ QUE NINGÚN HUMANO EN LA ESCUELA ME INTERESARÍA, EL NIÑO NUEVO CAMBIO ESE PENSAMIENTO EN MI

Después de medio año de clases, el niño nuevo había aumentado su popularidad, pero este no le tomaba importancia a ello, seguía como un hielo, y lo entendía, después de todo, ¿Por qué le tendrías que sonreír a las personas que te ignoraron al principio? Ellos tienen la culpa, no le dieron la oportunidad desde el principio, pero, al darse cuenta que el chico es bueno en todo lo que hace y, además es lindo, cambiaron de parecer, y de la nada comenzaron a tratarlo con amabilidad, aunque claro, creo que en este momento yo no soy quien para decirlo, pero aun así lo entiendo, yo también los ignoraría.

Bueno, yo seguía en las mismas, seguían molestándome y yo seguía ignorándolos. Además, seguía sin tomarle importancia ni interés a ninguno de mis compañeros, todo seguía como siempre. 
Recibíamos las clases en la mañana y por la tarde cada quien iba a su club, la mayoría de mis compañeros estaban en los clubes de deportes ¡egh! así que iban a practicar, algunos estaban en los clubes de arte y bueno, yo estaba en el club de botánica, por eso, en varias ocasiones estaba encargada de cuidar el jardín que habíamos sembrado los del club, nos gustaba mucho poder sembrar flores de diferentes especies, era muy divertido, además, aprendíamos más acerca de ellas. En una ocasión, cuando quede a cargo de cuidar el jardín, encontré a un pequeño gatito abandonado, lo cual me sorprendió, debido a que los del club de zoología deberían de hacerse cargo de él, pero, aun así, al verlo, decidí darle comida, haciendo que este se encariñara conmigo, no pude entregarlo al club, así que decidí cuidarlo en el jardín.
Tomaba los recesos para poder ir a comer donde se encontraba el gatito y así, me hacía compañía durante ese tiempo, además, era muy cariñoso, quería pasar mucho tiempo junto a él.

Me sentía muy feliz durante el tiempo que pude cuidar de él, que al parecer lo hacía parecer demasiado obvio, todos decían que tenía mirada de desprecio hacia los demás, pero durante ese tiempo esa mirada había desparecido, aunque claro, eso no significaba que ellos me estuvieran comenzando a agradar, solamente era el hecho de que el minino hacia que todo lo malo se desvaneciera, las flores hacían el mismo efecto en mí, por ellas había aguantado tanto tiempo en la escuela, pero ahora que el minino se añadió a esto, se puede decir que es el doble de energía que me proporcionan. 
Por ello me ofrecía más a cuidar el jardín cuando algunos de mis compañeros no podían hacerlo, era demasiado divertido pasar el tiempo ahí, claro, en el club de botánica éramos pocos miembros, además de ello, yo era la única menor ahí, todo los demás eran de grados superiores, así que por ser la menor en muchas ocasiones me dejaban hacer lo que yo quisiera.

Y así fueron pasando dos meses junto a minino, en realidad, no había podido ponerle nombre, ya que no encontraba uno de mi agrado, por eso seguía llamándolo minino, los días pasaban y seguía siendo demasiado divertido poder cuidar de las flores y de minino. En esta ocasión, le llevaría un regalo ya que se cumplían dos meses desde que lo conocí, así que decidí llevarle comida enlatada ya que era su favorito, al llegar al jardín no lo encontré, lo cual me parecía muy extraño, nunca había salido de ahí, creí que se estaba escondiendo, pero no lo encontré por ningún lado, decidí ir más allá del jardín y ver si no se había adentrado al bosque, pero seguía sin encontrarlo, por alguna razón mi corazón se comenzó a sentir ansioso pensando que le había pasado algo malo, de repente mis lágrimas comenzaron a salir, no sabía que hacer exactamente y tampoco podía pedirle ayuda a nadie, así que decidí seguir buscando, cuando me fui adentrando un poco más al bosque comencé a escuchar maullidos, así que me apresure a ir al lugar donde provenían, no pude evitar derramar aún más lágrimas al ver a minino siendo lastimado por niños de grados superiores, lo amarraron a uno de los árboles y le estaban tirando piedras, me quede congelada al ver lo que estaba pasando, no sabía qué hacer, así que solo comencé a llorar diciéndoles que lo dejaran en paz, ellos solo se reían y seguían tirándole piedras, corrí hacia ellos con la intención de hacer una tacleada pero todo fue en vano, no tuvieron que hacer tanto esfuerzo para que yo cayera al suelo, seguía intentando detenerlos pero todo era inútil, yo era una inútil, no podía hacer nada para ayudarlo, odiaba eso, odiaba el hecho de que hubieran personas más fuertes y que impusieran tal fuerza en los débiles,  que les pareciera gracioso el hacerles daño, simplemente los consideraba escoria.

Mis esfuerzos seguían siendo inútiles, que comencé a rendirme, me quedé tirada en el suelo llorando, no podía ni siquiera voltear a verlo, no quería verlo a los ojos, después de todo yo no podía hacer nada para salvarlo. Escuche algunos pasos que venían hacia nosotros, comencé a tener un rayo de esperanza, levante la mirada, era el niño nuevo quien había llegado al lugar, la esperanza que tenia de alguna manera se desvaneció, después de todo, ¿que podía hacer el en contra de los estudiantes mayores?. El niño seguía con su expresión fría y sin interés, se dirigió hacia donde se encontraba minino y lo cubrió con su cuerpo, los estudiantes comenzaron a insultarlo diciendo que se quitara de ahí sino lo hacía le tirarían las piedras a él, el niño nuevo no se movía de ahí así que los mayores comenzaron a jalarlo pero este se aferró a las ramas del pequeño árbol donde se encontraba amarrado minino, los estudiantes mayores enfurecidos por esto comenzaron a tirarle las piedras al niño pero este no se movió del lugar, el recibió todos los golpes, ¡soy una idiota! ¿por qué no hice eso desde el principio?, si yo hubiera recibido los golpes, minino no hubiera sido lastimado, no, si desde el principio lo hubiera llevado al club de zoología esto no hubiera pasado. Mientras me seguía culpando de todo, Leia y otras de mis compañeras llegaron con dos profesores al lugar, vieron que Kei estaba siendo golpeado. Los maestros detuvieron a los estudiantes y asimismo ayudaron a Kei a levantarse, Leia me volteo a ver sorprendida, después de todo, ya hace años que me había visto llorar, uno de los maestros se llevó a los estudiantes mayores a la dirección, y el otro a Kei a la enfermería, antes de irse, Kei me entrego a minino diciendo:




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