Los Amores PlatÓnicos ¿se Hacen Realidad?

INESPERADAMENTE TERMINE EN UNA CITA DOBLE CON EL NIÑO NUEVO DE LA ESCUELA ¿QUÉ PODRÍA SALIR MAL?

Por alguna razón las palabras de mi hermana tomaron sentido cuando dijo que sería una cita doble, prácticamente mi hermano me obligo a pasar todo el tiempo con Kei mientras el conquistaba a Rena, se sentía tan incómodo, después de todo, no es como si hubiéramos hablado de forma normal alguna vez. Y, al parecer, ambos somos inexpertos con respecto a socializar con los demás. Debido a que no sabíamos a donde iríamos, ambos nos colocamos detrás de nuestros hermanos, bueno, a mí nunca me ha gustado ir delante de nadie, me siento más como yendo hasta atrás. Cuando vamos de excursión o algo así con los de la escuela no me gusta estar adelante ni en medio del grupo, siempre me voy hasta atrás. En fin, ambos hicimos eso, después de todo, mi hermano era quien nos guiaba.

El primer lugar que visitaríamos seria el parque de diversiones, fue una buena opción, después de todo, a mí me gustan los juegos mecánicos, así que no tenía ningún problema con ello, al parecer a Kei también le gustaban. Nos subimos en parejas a cada juego, bueno, me negué a subir a uno, y ese es el barco, la primera vez que me subí sentí que moriría en ese lugar, esa fue la primera vez que le temí a un juego. En tercer grado venimos con todo el grupo de clases a los juegos, nos subimos varios al barco, vine yo de valiente y me senté en el lugar más alto, recuerdo haber hecho una expresión de disgusto ya que Dean, Alex e Ihan se sentaron en esa misma fila, en fin, cuando comenzó todo iba bien, pero poco a poco iba elevándose más y más.

El problema fue que no me sentía segura, ya que solamente era una barra en nuestra cintura la que nos detenía, debido a mi peso, cuando llegamos a lo más alto yo quede en el aire, me quede petrificada, yo era la única así, los demás seguían en su asiento, cuando fuimos abajo nuevamente reaccione y trate de sujetarme lo más fuerte que podía de la barra, no sé si lo imagine pero por un momento vi a mis compañeros de sillón también perturbados por lo que acababa de pasar, cuando íbamos subiendo nuevamente decidí cerrar los ojos pero fue peor, gracias a ello mi estómago comenzó a descomponerse y me dieron ganas de vomitar, volvimos a bajar, así que en ese momento trataba de analizar todo pero subimos nuevamente y me quedaba en blanco, no sé si Alex y Dean lo hicieron para molestarme o para ayudarme, cada uno de ellos puso su pie sobre cada uno de mis pies, y yo me sujete aún más fuerte de la barra así que nos quedamos de esa manera por dos vueltas más.

Cuando me baje de ese juego del infierno sentía que aún estaba en el aire, así que no podía mantener mi equilibrio muy bien, uno de los maestros que estaba cuidándonos me pregunto si me encontraba bien, solamente le hice una sonrisa impotente, así que me ayudo a bajar de allí, llevándome a uno de los bancos para que pudiera recuperarme. Escuche a Dean, Alex e Ihan decirle al maestro que no volverían a subirse conmigo nunca más a un juego.

Desde ese entonces me da pavor ese juego, el problema aquí, es que, al parecer, a Kei le encantaba, y al parecer, mi hermano quería quedar bien con él, así que, acepto la petición de Kei en subirnos al barco. Yo me negué rotundamente, y les dije que los podía esperar sentada en una de las bancas, pude visualizar que mi hermano se molestó un poco, pero vamos, sino quiero no me puede obligar. Rena le dijo que podía subir con Kei y que ella se quedaría conmigo, después de todo, a ella tampoco le gustaba ese juego, así que podían irse a divertir en él.

Al principio estábamos un poco incomodas, pues no teníamos de que hablar, después de unos minutos ella pregunto:

-¿quieres un helado?-

A lo cual asentí con una sonrisa en mi rostro. Fuimos por el helado y regresamos nuevamente a sentarnos en la banca. Ella comenzó a preguntar cosas típicas y yo le respondía con un sí, o con un no. Vamos, que no se manejar una conversación. Después de un rato de preguntas el silencio se apodero nuevamente de nosotras. De repente ella alzó la mirada diciendo

- ¿acaso esa no es una orquídea? -

Me levanté del banco y la seguí.

-sí, es una orquídea, son muy difíciles de cultivar y de que permanezcan con vida, es extraño que haya una aquí, claro, a menos que la acabaran de plantar-

Ella sonrió

-verdad, eso es lo mismo que pensaba, parece que sembraron flores que son muy difíciles de alargar sus años de vida, mira, también tienen pensamientos-

- ¡también pensamientos!, ¡woooow! ¡es verdad!  son de muchos colores-

-es como tú dices, parece que los acaban de sembrar, pero por lo poco que he visto no saben cómo cuidarlas, así no duraran ni dos semanas-

Al parecer estábamos haciendo nuestros comentarios cerca de la persona que se encargaba de cuidar estas plantas, ya que se nos acercó diciendo:

- ¿acaso saben ustedes que cuidados deberían de tener este tipo de plantas? -

Ambas asentimos con la cabeza en forma de afirmación

-sí, así es, ¿podrían decirme la forma en que puedo cuidarlas?, no sé nada acerca de estas plantas-

Rena y yo sonreímos, comenzamos a decirle al anciano que era lo que podía hacer para alargar la vida de estas flores, y Rena sabía mucho acerca de ello, incluso podría decir que más que yo. El anciano nos agradeció por la información que le dimos.  Rena y yo seguimos conversando de plantas, ambas parecíamos estar de muy buen humor en ese momento. Al cabo de unos minutos Kei y mi hermano llegaron a donde nos encontrábamos. Al parecer mi hermano estaba sorprendido porque me estaba llevando bien con Rena.

Después de salir de los juegos mecánicos fuimos a comer, hicimos una votación y todos votamos por la pizza y el pollo frito. ¡Waaaa! ¡comí demasiado! pero bueno, eso ya no importa. Después de terminar de comer, era el momento de ir a nuestra nueva parada. La cual resulto siendo el acuario, comencé a saltar, como todos los niños lo hacen cuando les dan algo que les gusta. Fuimos a ver a las medusas, tiburones, caballitos de mar, los peces globos, incluso vi a nemo, aunque claro, había muchos nemos en ese lugar. Rena y mi hermano comenzaron a caminar tomados de la mano por el lugar, así que decidí no interrumpirlos y tal parece que Kei pensaba igual que yo.




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