Los Amores PlatÓnicos ¿se Hacen Realidad?

EL TERCER AÑO DE SECUNDARIA COMIENZA, ES MÁS AGOTADOR DE LO QUE PODÍA IMAGINAR.

Y llegamos al tercer año de secundaria, a veces parece como si apenas hubiera sido ayer cuando entramos al primer año. Se ha sentido muy rápido. Como todos los años, avanzamos un aula más, ya nos encontrábamos cerca de las escaleras para subir al tercer nivel donde nos esperaba la preparatoria. Como en la primaria, muchos estaban ya ansioso de poder convertirse en estudiantes de preparatoria. Aunque para ser sincera a mí me daba lo mismo, no es como si fuera a tener un gran cambio. Claro, varios de mis compañeros si lo tenían, más que todo físicamente. Algunos crecieron demasiado, otros comenzaron a tener más masa muscular. Las chicas comenzaban a desarrollar aun más sus atributos. Como dije, esto parece que no me afectaba a mí, seguía siendo el mismo hueso de siempre solo que con más altura. Pero ni la altura me ayudaba mucho. En fin, no es como si fuera importante de todos modos.

Los cursos comenzaron a aumentar, así que era más complicado el estudiar cada uno de ellos, por supuesto, aun seguía manteniéndome en el tercer lugar, pero no negare que me estaba costando un poco mas permanecer ahí. Además de ello, las tareas también aumentaron. Teníamos que ir al club terminando las clases y después veía a varios estudiantes en la biblioteca, al parecer la mayoría que se enfocaba en los clubs de deportes se estaban concentrando mas estudiando en sus estudios, y si, lo digo porque era un fastidio ver a mucha gente aquí, cuando antes no era así se podía estudiar con mas comodidad, en pocas palabras, me molestaba que estuviera más concurrido. Pero bueno, no es como si pudiera hacer algo al respecto. Así que tenía que resignarme y concentrarme en mis estudios. A quienes veía aun más seguido en este lugar eran a Alex, Dean e Ihan. Por lo general, ellos rara vez visitaban la biblioteca, así que era un fastidio verlos en este lugar casi todos los días. Lo único bueno es que en varias ocasiones tomaba alguno de los asientos que se encontraban bien sea a la par o en frente de Kei. Claro, iba a la biblioteca a estudiar y me concentraba en ello. Pero era más cómodo hacerlo cuando Kei estaba cerca. Había ocasiones cuando no entendía algo, al parecer se daba cuenta de ello y me explicaba. Aunque a veces me sentía tonta por ello.

Alguien más que no solía venir a la biblioteca y de pronto comencé a verla más a menudo aquí, bueno, pensándolo bien solo venia cuando Alex estaba aquí, era Leia. Siempre tomaba asientos que se encontraban cerca de esos tres idiotas. Wooow, la veo y no encuentro ninguna diferencia conmigo. Claro está, no es como yo si estuviera detrás de Kei siempre. Aun puedo disimular el hecho de que me gusta. Pero hasta alguien como yo se ha dado cuenta que Leia gusta de Alex. En fin, no es como si en este año escolar se tuviera tiempo para tener algún romance con alguien. Todos estamos ocupados.

Las clases comenzaban a las siete de la mañana, nos daban un receso de quince minutos como eso de las nueve treinta, después, a la una de la tarde salíamos de clases e íbamos a la cafetería a almorzar. A las dos teníamos actividades del club. Estas terminaban según cada club lo estipulaba. Debido a que los de tercer grado estamos muy ocupados con las tareas y proyectos solíamos salir una hora antes de lo establecido. Después de todo, los estudiantes de años menores se podían hacer cargo del resto. Los miembros del club de botánica eran más comprensivos a comparación con los clubs de deportes. Ya que si alguien que estaba en tercer año era la estrella de algún equipo. En muchas ocasiones los juegos o partidos se verían afectados si estos no cumplían con la condición necesaria para poder ganarlos. Pero no es como si esto me importara, después de todo ellos solos se fueron a buscar eso. No es como si los deportes fueran algo increíble.

Los exámenes del primer trimestre se acercaban, aaaah, me está comenzando a doler la cabeza. Por alguna razón, comencé a esforzarme aun mas, con tal de seguir teniendo el mismo lugar. Aunque antes no me interesaba en qué lugar me encontrara en las tablas de los mejores estudiantes por alguna razón llamada Kei quería seguir permaneciendo en ese puesto. Sentía que si bajaba más lugares me alejaría aun más de él. Es tonto, lo sé, pero no puedo evitar sentirme de esa manera. Por esa razón comencé a exigirme cada vez más, sentía que ya había llegado a mi límite de capacidad o de inteligencia. Así que no me quedaba de otra más que enfocarme en memorizar y si mi cerebro ya no daba para más terminaba parafraseando la información, aunque no voy a negar que de esta forma era más sencillo.

Intensifiqué mis horas de estudio, disminuyendo las horas de dormir, claro estaba, las de comer no me las podía saltear, si no eran mis hermanos eran mis padres quienes estaban al pendiente de ello. Pero no llegaba a tal extremo para querer saltearme las comidas, no es como si mi cuerpo fuera a resistir mucho. En fin, después de estudiar en la biblioteca iba a casa tomaba un baño, cenaba e iba a estudiar nuevamente no había tiempo para distraerse con algo más. Aaaah, en estos momentos es cuando envidio a la gente inteligente.

Cuando termine con mi almuerzo me dirigí a la biblioteca, en esta ocasión había pedido un permiso en el club ya que los exámenes habían comenzado, quería repasar toda la información posible para los exámenes del siguiente día. Comencé con física, no negare que me estaba costando un poco, lo bueno que no dejaron el mismo día física y química, si lo hubieran hecho de esa manera creo que iba a terminar llorando. Repase todo lo que pude y memorice todo lo que pude. Malditas medidas de capacidad, peso, volumen. Etc. Como las odio.

Después de tres horas de estudiar el curso de física, pase al curso de lengua y gramática. Enserio que quería llorar, pero no había tiempo para ello, si no lo entendía simplemente tenía que memorizar todo lo que pudiera. Después de dos horas, tome un breve descanso y literalmente fue breve solo me levante de la silla a estirar mis brazos, después volví a tomar asiento y comencé a leer. Dure leyendo como una media hora más y mis ojos comenzaron a cerrarse, trate de todas las formas posibles estar despierta pero no fue suficiente y me quede dormida. ¡Mierda! desperdicie una hora de estudio.




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