Los Ángeles

4.- Por castigarme tan fuerte

La verdad de todo esto es que no soy fuerte soy .vulnerable como cualquier persona, aunque todos tienen su debilidad
El talón de Aquiles, el cabello de Sansóm y en mí mi madre

Su muerte fue un enorme castigo ella lo era todo y ahora estoy sola, claro todos me dicen que ahora es un ángel y me vigila y cuida desde el cielo pero el dolor es muy grande

Yo fui su regalito del cielo...

En ese momento Carlos entro a mi cuarto y se sentó en mi cama

-Tu no puedes seguir así -yo me senté en la cama

-¿Por qué no? Es mi vida y yo hago lo que quiero -le dije un poco de mala forma

-Escucha desde que eramos muy pequeños tu siempre fuiste fuerte, siempre

-Y si ahora no lo soy

-Tu superaras esto

-Esto es diferente Carlitos -me levante y camine hacia la ventana -la perdí para siempre

-No es cierto -camino y se puso detras mío -ella ahora es...

-Un ángel lo sé -lo interrumpi -todos me lo dicen... Dios me está castigando

-Dios no te está castigando la lápida de tu madre si -me voltee y lo mire a los ojos

-¿Por qué la lápida me castiga?

-Ay no debía decir esto

-¡HABLA!

-Te dejo un mensaje en su lápida

-¿Y yo cuándo iba a saber de la lápida?

-El 14 de abril, en tu cumpleaños

Yo tome mi abrigo y fui corriendo al cementerio era de noche así que casi no había nadie me fue muy fácil correr al cementerio

Al llegar fui rápido a la tumba y me puse de rodillas frente a esta entonces con la luz de la luna leí en voz alta la lápida

-Aqui yace Antonia Montero de Sundurraga gran hija, hermana, tía, madre y amiga. Ella le dejó algo muy especial a su hija -lagrimas caían - Catalina Sundurraga Montero -lloré - su regalo para ella era el saber la verdad. Lee el testamento

Yo salí corriendo y fui con el abogado y le pedí el testamento de mi madre. Se tardó un poco pero me lo dió

-Se que leiste la lápida y para ahorrarte todo lee la página 6 -yo tome el documento y leí

Catalina, yo no sabía como decirte esto pero...
Tu no eres mi hija. Esta es la historia de tu nacimiento
Tu padre se veía mucho con mi hermana y mi sospecha fue cierta... Tu eres hija de tu tía y de tu papá. Pero yo no soy tu madre te lo quería decir algún día pero tarde mucho. Este es una castigo que te doy se que sufres por esto pero a pesar de que no soy tu madre biológica.
Te amo

Comenzóa llover. Yo me arrodille y empezéa llorar. El abogado me limpió las lagrimas y me dió un vaso de agua. Yo cuando ya me sentía mucho mejor tome el testamento y fui a la casa. Para mi suerte mi tía y mi padre estaban hablando

-Hijita llegaste -un trueno sonó -estás mojada espera te traigo una manta -el se levantó

-Traela pero para tí -levanté el documento al aire y trueno sonó

-Ay por Dios -mi tía se cubrió la boca

-Cuando me lo iban a decir -una lagrima salió de mi

-No sabiamos como-señaló mi padre

-Por castigarme tan fuerte -me volteé a la chimenea y un trueno sonó -nadie tendrá herencia de mi tía Antonia -tiré el testamento al fuego

Miré a mi padre y a mi tía con odio y subí a mi cuarto

 




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